Debate por la Xunta: la izquierda hace piña contra Rueda, que replica con ETA y Catalunya
Los candidatos de BNG, PSOE, Podemos y Sumar sepultan en críticas al presidente actual en un debate con pocas propuestas y mucho diagnóstico. Ana Pontón estalla contra el heredero de Feijóo por decir que pide «la liberación de los presos de ETA». Enfrentamiento por el gallego.
Frente unido contra el PP y cordialidad entre los candidatos de la izquierda. Esto es lo que se vio en el debate anoche en la TV pública gallega, con un Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y aspirante a la reelección, arrinconado por sus rivales, que recordaron todo el legado legislativo y de gestión no tanto de él sino especialmente de su antecesor, Alberto Núñez Feijóo, quien gobernara Galiza durante 12 años.
El debate comenzó a las 21.30 y fue precedido por la controversia. Primero, porque la CRTVG (la corporación de medios públicos del gobierno autonómico) estaba siendo acusada de montar un escenario favorable al PP, ya que no había invitado a los candidatos de Vox y de Democracia Ouresana, considerados culpables posibles de aspirarle votos conservadores a Rueda y perjudicar su cantidad de escaños a conseguir. Es sabido que hace lustros la libertad de información de los telediarios gallegos está en entredicho para la oposición política y los sindicatos de prensa.
Para más inri, los presentadores del programa han sido Marta Darriba y Alejandro López Carballeira, este último subdirector de Informativos y que está investigado por un presunto delito de acoso moral y contra los derechos laborales de una trabajadora de Radio Galega que, según el testimonio de su denuncia, sufrió durante cinco años abusos y humillaciones por parte de sus jefes y jefas. La jueza del Juzgado de Instrucción nº1 de Santiago de Compostela empezó la pasada semana a tomar declaración a los otros siete directivos de la CRTVG.
La mayoría de los ataques a Rueda por parte de Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PSOE), Isabel Faraldo (Podemos) y Marta Lois (Sumar) se han centrado en su estrategia de privatización de sectores de la sanidad pública, en su política frente al gallego y en su alineamiento con los aspectos más controvertidos de la línea política que impone Génova.
Bilbo y Catalunya
De hecho ha habido una irrupción de ayusismo dialéctico en la segunda mitad, cuando en medio de un debate sobre política territorial y modelo de encaje de Galiza en el Estado, Rueda mostró una foto de representantes del Bloque Nacionalista Galego en la manifestación en Bilbo por la situación de los presos del pasado 13 de enero.
El presidente de la Xunta ha lamentado la foto «pidiendo la liberación de los presos de ETA» y acusado al BNG de ser «una sucursal del independentismo, del chantaje, de todo lo que se está viendo», por lo que ha pedido a los gallegos «una mayoría amplia para liberar a Galicia de todo eso».
Pontón se ha indignado cuando Rueda ha tildado al BNG de «sucursal del chantaje» por estar el 13E en Bilbo: «¡Qué desesperado estará!»
La acusación no ha pasado en vano para Pontón, que ha tenido en ese punto del debate su momento de mayor enfado y ha elevado la voz para responder a Rueda que eso era «algo que no voy a permitir», antes de enfatizar: «El BNG estuvo, está y estará siempre en contra del terrorismo de ETA. ¡Qué desesperado estará para decir estas cosas, qué mal le están dando las encuestas!».
Rueda ha hecho varias menciones al Gobierno de Sánchez y afirmado que el BNG «es cómplice de todas las concesiones que el Gobierno hace a Catalunya y el País Vasco». También ha opinado que «la amnistía es lo único que les importa» a los socios del bloque de investidura y ha tratado de azuzar la irritación con los partidos soberanistas catalanes en varias oportunidades.
Por ello, ya sobre el final, Pontón lo ha mirado fijamente y le ha preguntado: «¿Es por Catalunya que tenemos más listas de espera, es por Catalunya que tenemos menos empleo industrial? No, es por ustedes».
Si bien el candidato del PP ha dicho que se niega a tener un ‘cara a cara’ con Pontón, que el BNG le reclama con insistencia, en cierta forma la líder de la oposición gallega ha podido materializar esa confrontación bilateral, en parte porque ambos la han buscado y también porque estaban posicionados uno al lado de la otra.
Enseñanza en gallego
Rueda también ha querido azuzar el miedo a una radicalización identitaria en el caso de que triunfe el BNG y le ha repetido varias veces a Pontón que dijera si quería instalar «el monolingüismo en la enseñanza pública», a lo que ella ha respondido que no, pero que quiere «igualdad entre ambas lenguas»,. Y aquí ha anunciado que si gobierna derogará el «decreto de la vergüenza» aprobado por Feijóo en 2009 que prohíbe enseñar en gallego en Ciencias y Matemática.
Si gobierna el BNG derogará el «decreto de la vergüenza» de Feijóo que prohíbe enseñar en gallego ciertas asignaturas
«Usted sigue detrás de la pancarta contra el gallego», le ha dicho en reiteradas oportunidades Pontón, en alusión a la foto de hemeroteca que muchos ahora recuerdan, cuando Rueda estaba detrás de la pancarta de la plataforma Galicia Bilingüe, una especie de Hazte Oír regional contra las políticas a favor del gallego que en su momento impulsó el bipartito PSOE-BNG.
Podemos y Sumar
Todos los candidatos excepto Rueda han señalado la necesidad de reforzar la sanidad pública, a caballo de la gran manifestación ocurrida este fin de semana en Santiago de Compostela convocada por la plataforma SOS Sanidad Pública. También han reivindicado la necesidad de consolidar la asistencia en salud mental. Faraldo, de Podemos, ha recordado que Galiza encabeza el ránking de comunidades autónomas en cantidad de suicidios al año.
Faraldo y Marta Lois han mantenido su duelo tácito. En ningún momento se han dirigido la palabra (el debate tenía un formato menos rígido y permitía bastantes choques aunque no forzaba a los candidatos a preguntarse cosas, como en otros casos), y la de Sumar la ha ignorado con frialdad. En tres oportunidades ha dicho que el próximo gobierno sería un tripartito progresista entre su formación, el BNG y el PSOE.
La candidata morada nunca ha hecho referencia a la posible participación en un ejecutivo de coalición, sino hincapié constante en los servicios públicos. Y, fiel al estilo Podemos, ha lanzado dos de las afirmaciones más punzantes: contra Amancio Ortega y los impuestos que tributa, y nada más comenzar a hablar un saludo y solidaridad a los trabajadores periodistas de la CRTVG que protestan por falta de libertad.
La campaña de Rueda ha anunciado que no participará en ningún debate más, aunque aún quedan once días de liza
Ambas candidatas es probable que no obtengan escaño, ya que el voto progresista lo concentran el BNG y el PSOE. Desde esta fuerza Gómez Besteiro ha mantenido un papel moderado, tratándose de ubicar en el centro ideológico en muchos temas y haciendo foco en la gestión. Ha hecho gala de su buena relación con Sánchez y ha dicho que se encargaría de que el trato con el Gobierno central sea especial y se escuchen las demandas de los gallegos en Madrid.
El primer debate fue el domingo, organizado por la Cadena Ser, aunque Rueda no participó, y su campaña ha anunciado que no lo hará en ningún otro, siguiendo el ejemplo de Feijóo. El último CIS pone en duda que el PP pueda renovar la mayoría absoluta que viene ostentando desde 2009 y da alas a un nuevo bipartito. Quedan 11 días de campaña para conquistar a los más de 2,6 millones de habilitados para votar.