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Fallece el obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte, reconocido por su labor por la paz

El obispo emérito de Donostia, Juan María Uriarte, ha fallecido este sábado a los 90 años en el hospital de Basurto de Bilbo, donde se encontraba ingresado tras haber sufrido un ictus.

Imagen de archivo de Juan María Uriarte. (Jon URBE | FOKU)

El obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte ha fallecido este sábado en el hospital Basurto de Bilbo, donde se encontraba ingresado tras haber sufrido el pasado domingo un ictus.

Uriarte nació en Fruniz, Bizkaia, el 7 de junio de 1933 y fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957. Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas y en Psicología por la Universidad de Lovaina, fue formador en el Seminario Menor de Bilbo, así como Director Espiritual del Seminario Mayor de Bilbo (1963-70).

Juan María Uriarte fue nombrado obispo auxiliar de Bilbo el 17 de setiembre de 1976 y consagrado obispo el 11 de octubre de ese mismo año y luego obispo de Zamora el 17 de octubre de 1991. Nombrado obispo de Donostia el 13 de enero de 2000, tomó posesión del cargo el 27 de febrero de ese mismo año.

Pocos meses después de cumplir 75 años, a finales de 2008, remitió una carta al Vaticano para anunciar que renunciaba al cargo. Pasó un año más como obispo de la capital guipuzcoana, hasta que el Vaticano nombró a José Ignacio Munilla para sucederlo en el cargo.

Uriarte promovió varios proyectos que tienen que ver con el euskera, con la cultura, con la educación y con los medios de comunicación. Promocionó el Instituto Labayru (hoy Labayru Fundazioa), apostó por la emisora diocesana Radio Popular y favoreció la creación de Bizkaia Irratia.

Contribución a la paz

En enero de 2022, la diócesis de Bilbo reconoció su contribución en favor de la pacificación de monseñor Uriarte, quien actuó entre 1998 y 1999 como intermediario entre el Gobierno español y ETA y que fue partidario de «promover incansablemente el diálogo».

Al recibir la distinción, el obispo emérito recordó que sus intervenciones públicas en favor de la paz «han sido acompañadas por un llamamiento reiterado a la reconciliación» y confesó que le «apena» que mientras los mayores especialistas europeos en ciencias de la paz utilizan el término «reconciliación como el más indicado, esta palabra sea entre nosotros una expresión que se desecha o se utiliza con reticencia».

A lo largo de su vida, Uriarte ha recibido varios reconocimientos tanto de la Iglesia como de otras instituciones públicas. En 2010 fue nombrado Ilustre de Bizkaia-Bizkaitar Argia «por su contribución a la promoción del Territorio Histórico y sus valores». En 2014 fue distinguido con el premio Sabino Arana. En 2018 recibió el premio solidario, Gazte Role Model de la ikastola Begoñazpi, y en 2021, la Mención Honorífica Carmelo Etxenagusia «por su labor a favor de la pacificación y en el campo de la fe y la promoción cultural en la Iglesia en Bizkaia».

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El obispo de Donostia, Fernando Prado, ha destacado la «positiva influencia» que Uriarte tuvo en él: «Me enseñó la importancia de cuidar la vida interior y de la oración constante, como aquello más necesario en la vida de todo sacerdote. Ya obispo, su única recomendación fue la de querer siempre a todos, más allá de toda circunstancia».

Tal y como dejó escrito en sus últimas voluntades, la misa exequial será celebrada en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña (Bilbo), lugar en el que fue ordenado obispo. La celebración, presidida por Joseba Segura, será el próximo lunes, día 19 a las 17.00 horas. Sus restos mortales serán trasladados a Fruniz, al panteón familiar del cementerio parroquial.

Al día siguiente, martes 20 de febrero, se celebrará una Eucaristía funeral en la catedral del Buen Pastor de Donostia a las 19 horas, presidida por el obispo Prado Ayuso.

Reacciones a la muerte de Uriarte

Las reacciones a la muerte de Uriarte no se han hecho esperar. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado que el obispo emérito de Donostia fue un «trabajador infatigable y discreto por la paz».

Urkullu ha resaltado que fue «inmensa e inagotable» la contribución de Uriarte «a la convivencia y a los derechos humanos» y que «su pensamiento y su voluntad» estuvieron «siempre centrados en la búsqueda de lo mejor para Euskadi y la sociedad vasca».

En el mismo sentido se ha expresado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien ha asegurado que Juan María Uriarte era ante todo «un hombre bueno, un hombre de paz, de reconciliación».

«Jugó un papel callado, pero muy eficaz, en la superación de la violencia de Euskadi. Fue denostado fuera y dentro de su Iglesia, eso sí solo por los elementos más cerriles y ultramontanos, precisamente por seguir los principios del evangelio y buscar la hermandad y la convivencia entre diferentes», ha defendido Ortuzar.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, también ha puesto en valor el trabajo «inagotable» de Uriarte por la paz. «Eskerrik asko Juan Mari!», ha apuntado en X.

Algunas víctimas de ETA han tenido palabras en recuerdo de Uriarte. María Jauregi, hija de Juan Mari Jauregi, exgobernador civil de Gipuzkoa, ha recordado fue uno «de los pocos» que acudió a su casa; y Josu Elespe, hijo del concejal del PSE Froilán Elespe, ha ensalzado la trayectoria del «primer obispo de Donostia» que, a su juicio, fue «crítico con ETA y sensible con sus víctimas».