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¿Por qué la ONU no hace la declaración formal de hambruna en Gaza pese a los hechos?

Según el mecanismo llamado ‘Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria’, para que una situación determinada se declare hambruna se tienen que cumplir ciertas condiciones que, según la ONU, es muy posible que se cumplan en Gaza, donde todavía no se ha declarado oficialmente.

Palestinos desplazados esperando a recoger comida en Rafah, en el primer dia de Ramadán. (AFP)

Varios organismos humanitarios de Naciones Unidas, como Unicef, el Programa Mundial de Alimentos o su Oficina de Coordinación Humanitaria empezaron a advertir hace semanas de que la población de Gaza sufría hambre y se dirigía a grandes pasos a una situación de hambruna, pese a lo cual esta condición aún no se ha declarado formalmente.

La señal más obvia y alarmante fue la confirmación de que al menos 25 niños pequeños han muerto recientemente por desnutrición y deshidratación, un estado que amenaza a la totalidad de los 335.000 niños en el enclave palestino.

Mientras, la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU confirma que cada día aumentan los informes de niños muertos o amenazados de muerte por una desnutrición aguda, una situación que es más grave en el norte de Gaza, donde la entrada de ayuda alimentaria está completamente bloqueada por Israel.

Surge entonces una pregunta: ¿Qué está esperando la ONU para declarar la hambruna?

La hambruna: una definición técnica

Los indicadores a tener en cuenta ya están casi todos reunidos, pero el escaso acceso humanitario a Gaza hace muy difícil recopilar los últimos datos necesarios para cumplir con la definición técnica de hambruna de acuerdo a un mecanismo internacional denominado ‘Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria’.

Esta clasificación consta de cinco niveles que van del 1 al 5, este último correspondiente a una hambruna, según una metodología muy conservadora para evitar sobredimensionar un problema de hambre.

Para llegar al nivel 5 se deben cumplir tres criterios principales: que el 20% de la población de un área determinada esté privada de alimentos, que uno de cada tres niños esté gravemente desnutrido y que cada día mueran dos de cada 10.000 habitantes debido al hambre o a la desnutrición combinada con una enfermedad, generalmente infecciosa.

De la teoría a la realidad

El relator de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, ha realizado consultas con expertos en esta temática y ha señalado que hay un consenso general de que los dos primeros criterios se cumplen ampliamente en Gaza.

En cambio, «el último criterio es muy difícil de medir, pero de acuerdo a lo que se está viendo, pensamos que lo más probable es que también esté ocurriendo».

Coincidiendo con advertencias de varios portavoces humanitarios de la ONU, Fakhri recalcó que es casi seguro que la hambruna ya es una realidad en Gaza, puesto que la historia demuestra que las declaraciones oficiales suelen llegar tarde.

Esto ocurrió en 2011, cuando se declaró una hambruna en Somalia, que afectaba ya a medio millón de personas, de los que se estima que murieron cerca del 10%.

Algo parecido sucedió en 2017 en Sudán del Sur, donde un intenso conflicto armado diezmó en menos de tres años todos los medios de subsistencia de unos cinco millones de personas en áreas del centro y norte del país.

Acceso terrestre frente a vía marítima

Como un claro reconocimiento de que se ha llegado a un punto crítico en Gaza, una misión conjunta de las oenegés Open Arms y World Central Kitchen (WCK) ha partido este martes de Chipre en lo que representa la apertura del primer corredor marítimo humanitario hacia el enclave para paliar las consecuencias de la escasa ayuda que Israel deja entrar por tierra.

El barco de Open Arms en el puerto chipriota de Larnaca. (AFP)

No obstante, el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU, Jens Laerke, ha insistido este mismo martes en Ginebra en que «no hay sustituto a la entrada por vía terrestre de alimentos y de otros suministros humanitarios, particularmente en el norte de Gaza».

«No nos equivoquemos. Claro que es bienvenido (el barco transportando ayuda), pero lo que necesitamos es acceso por tierra y un suministro seguro y regular dentro de Gaza», ha agregado.