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Basura y aguas residuales amenazan la salud de los desplazados en Gaza

La situación en la Franja de Gaza es de total insalubridad, azotados también por la hambruna, tal como han advertido trabajadores humanitarios. Las autoridades gazatíes han denunciado más de 90 muertos y cerca de 140 heridos en ataques israelíes durante el último día.

Niños llenan garrafas de agua en Rafah. (Mohammed ABED | AFP)

Montículos de basura pútrida y charcos de aguas residuales contaminadas aparecen cada vez más en los campamentos de palestinos desplazados en el sur de la Franja de Gaza, agravando los riesgos sanitarios para quienes huyeron de los ataques israelíes.

«Sufrimos los malos olores, las alcantarillas están infestadas de mosquitos que pican a la gente y transmiten infecciones», cuenta Sayed Rafic abu Shanab, que vive en esta localidad del sur del territorio palestino donde cientos de miles de gazatíes se han refugiado tras huir de los combates.

La ONU ha advertido de una hambruna inminente en el territorio después de más de cinco meses de guerra entre Israel y Hamas. En tanto, trabajadores humanitarios alertan de que el deterioro de las condiciones sanitarias deja a los gazatíes en una situación aún más vulnerable.

«El saneamiento es uno de los factores clave en la crisis nutricional, la crisis sanitaria, y yo diría que también la inseguridad alimentaria», ha señalado Jamie McGoldrick, coordinador humanitario de la ONU para los territorios palestinos, en conferencia de prensa. «La gente tiene hambre, pero el hambre se agrava porque sus sistemas inmunitarios son afectados por las condiciones de vida. La gente vive en condiciones muy miserables y hacinadas», ha añadido.

La mitad de los gazatíes sufren niveles «catastróficos» de hambre, y se prevé que el norte del territorio enfrentará una hambruna para mayo a menos de que haya una intervención urgente, advirtió este lunes una evaluación de seguridad alimentaria apoyada por la ONU.

En Rafah, donde la población pasó de 300.000 a 1,5 millones desde octubre, según la ONU, la gente apenas sobrevive a la espera de una posible tregua, evitando las crecientes montañas de basura en su búsqueda diaria de comida.

«No hay recolección de basura», ha indicado McGoldrick. «Al lado de los campamentos, al lado de las carreteras, hay montañas de papeles, plástico, latas, restos de comida, etc.», ha señalado.

«Explosivamente peligroso»

La deplorable situación sanitaria en Rafah y otros sitios de la Franja de Gaza ya provocó un brote de hepatitis A, una inflamación del hígado causado por un virus que se propaga con las heces, aunque no suele ser mortal.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó en enero de que había 24 casos confirmados y «varios miles de personas con ictericia, al parecer debido a la hepatitis A». Otras enfermedades podrían proliferar con el continuo deterioro de la situación, agregó.

«Las condiciones de vida inhumanas –casi sin agua limpia, inodoros limpios o un entorno limpio– facilitarán una mayor propagación de la hepatitis A y evidenciará lo explosivamente peligroso del entorno para la extensión de enfermedades», afirmó en la red social X.

Hassan Mustafa, quien fue desplazado del norte de Gaza a Rafah, ha explicado a AFP que los crecientes riesgos sanitarios crean temor entre sus vecinos. «Enfrentamos este sufrimiento a cada día, cada momento, y esperamos volver lo antes posible a nuestras vidas previas», ha expresado.

Pero McGoldrick ha advertido de que, sin una pausa en los combates, es poco lo que pueden hacer las agencias humanitarias para mejorar las cosas. «Como las plantas de energía no funcionan y porque los sistemas de agua y saneamiento están rotos o necesitan reparación, no tenemos cómo convertir esto en algo mejor que la situación actual», ha admitido.

Distribuida en Gaza la ayuda humanitaria del Open Arms

Las cerca de 200 toneladas de ayuda humanitaria llegadas la semana pasada a la Franja de Gaza en el barco Open Arms a través del corredor humanitario abierto desde Chipre han sido distribuidas este martes en el norte del enclave palestino, según ha confirmado la organización World Central Kitchen.

«World Central Kitchen ha entregado las casi 200 toneladas de alimentos a comunidades en el norte de Gaza que llegaron en nuestro primer envío marítimo de ayuda», ha dicho, antes de indicar que esta ayuda ha llegado a «familias que están ante el riesgo de la hambruna».

Así, ha señalado que «la entrega de arroz, harina, legumbres, vegetales y proteínas a familias en el norte, donde el acceso a la ayuda está fuertemente restringido, demuestra que una comida necesitada de forma desesperada puede ser entregada a través del mar».

«Además de la comida que llegó en el barco Open Arms, el convoy de hoy al norte llevaba también comida precocinada», antes de confirmar que está trabajando en Chipre para el envío de más barcos con ayuda, así como para construir una zona de descarga en Gaza «usando los escombros de edificios bombardeados».

«Junto a socios locales e internacionales, World Central Kitchen ha entregado más de 39 millones de comidas por tierra, mar y aire a los palestinos en situación de necesidad», ha destacado a través de un comunicado publicado a través de su página web.

Sin embargo, ha hecho hincapié en que «aún queda mucho más por hacer» y ha recordado que el jefe del proyecto, el chef español José Andrés, «ha pedido un alto el fuego y la apertura de tantos pasos fronterizos terrestres como sea posible» para lograr entregar comida suficiente a los gazatíes.

Más de 31.800 muertos en Gaza, incluidos 14.000 niños

El balance de palestinos muertos desde el 7 de octubre ha superado la barrera de los 31.800, según han afirmado este martes las autoridades de la Franja de Gaza. El Ministerio de Sanidad gazatí ha señalado en un comunicado que «el balance de la agresión israelí ha aumentado a 31.819 mártires y 73.934 heridos desde el 7 de octubre», antes de apuntar que «la ocupación israelí cometió nueve masacres contra familias en la Franja de Gaza durante las últimas 24 horas, dejando 93 mártires y 142 heridos».

Además, ha subrayado que numerosas víctimas «siguen bajo los escombros» y «tiradas en las carreteras» y ha denunciado que «la ocupación evita que las ambulancias y el personal de Defensa Civil pueda llegar a ellas», por lo que la cifra de muertos podría ser más elevada. Las autoridades gazatíes cifran además en cerca de 7.000 el número de desaparecidos.

Por su parte, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes ha especificado en un comunicado en su cuenta en Telegram que entre los fallecidos hay 14.000 niños, incluidos 27 «muertos a causa del hambre», a los que se suman 364 trabajadores sanitarios y 135 periodistas.