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UPN rechaza nombrarse en euskara y seguirá monolingüe 45 años después

El Consejo Político de UPN (Unión del Pueblo Navarro) rechaza traducir al euskara el nombre del partido. Mediante enmiendas, dos afiliados pusieron está iniciativa encima de la mesa con el fin de atraer otro tipo de votantes, aunque desde el primer momento se vetó la palabra ‘Batasuna’.

Cristina Ibarrola, en primer plano, con Javier Esparza detrás. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Reunido este sábado en Iruñea, el Consejo Político de UPN ha rechazado por mayoría traducir al euskara su nombre, tal y como lo había propuesto dos afiliados durante el periodo de aportaciones para el congreso que celebrará el partido el 28 de abril.

Según la información adelantada por varios medios, la decisión se ha tomado por por dos razones: porque los partidos políticos navarros no suelen tener su nombre en los dos idiomas del territorio y por que el consejo político cree que la nueva denominación no supondría una política efectiva a favor del euskara. El resultado en la práctica es que el partido surgido en 1979 seguirá teniendo nombre exclusivamente en castellano 45 años después.

La idea fue propuesta por dos afiliados de Lizarra y Andosilla que consideran que no tener denominación en euskara perjudica las opciones de expansión del partido. También apuntaban como anomalía que la web del partido no esté también en euskara, aunque en este punto hay que reparar en que la del PSN también está exclusivamente en castellano.

En el camino surgieron además algunos inconvenientes. Y es que la traducción a la lengua vasca de la denominación Unión del Pueblo Navarro difícilmente puede hacerse sin remitir a algunas denominaciones clásicas de la izquierda abertzale.

‘Nafar Herriaren Batasuna’ sería la traslación más ajustada, pero en las enmiendas se admite que ello remitiría al partido de la izquierda abertzale vigente durante más de una década e ilegalizado en 2003.

Se pusieron encima de la mesa otras traducciones, como ‘Nafar Herriaren Batzea’ o ‘Navarrako Herriarentzat Elkarrekin’, pero finalmente han decidido abortar el debate. No es de extrañar, sobre todo teniendo en cuenta el poco aprecio que tiene al euskara la probable nueva presidenta, Cristina Ibarrola, que ya generó críticas durante su breve estancia al frente del Ayuntamiento de Iruñea porque ni siquiera contestaba en euskara, sino en castellano, a los saludos que recibía en esta lengua.