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Israel mide su respuesta tras el calculado ataque de Irán

Entre presiones de sus aliados para evitar una escalada aún mayor, Israel calibra su respuesta al ataque iraní del sábado, que fue calculado, según resaltó Teherán. Tanto EEUU como Irán multiplicaron los contactos diplomáticos para contener la reacción que estudia el gabinete de guerra israelí.

Desplazados en el sur de la Franja pasan por el campo de refugiados de Nuseirat en el camino de vuelta a ciudad de Gaza. (AFP)

El gabinete de guerra del Gobierno israelí discutió ayer una serie de opciones para responder al ataque que Irán, de forma muy calculada, llevó a cabo con drones y misiles contra Israel el sábado. El Canal 12 israelí aseguró que el régimen sionista busca una acción coor- dinada con EEUU, que ya ha afirmado que no intervendría directamente en ningún ataque directo contra Irán. El gabinete volverá a reunirse hoy.

Según la misma fuente, la Fuerza Aérea israelí prepara bombardeos contra objetivos militares tanto en Irán como contra bases de los grupos que forma parte del Eje de la Resistencia, minimizando el número de bajas para no generar una gran contrarrespuesta del Ejército iraní.

El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, confirmó que habrá una respuesta, sin dar más detalles, durante una visita a la base aérea de Nevatim, que sufrió daños leves durante el ataque.

Según el diario “Haaretz”, la presión internacional para evitar una escalada en la región tendrá un gran peso sobre la decisión del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de atacar militarmente a Irán.

Washington ya ha dicho que no quiere «una guerra con Irán», aunque a la vez subraya su defensa blindada de Israel y que lo sucedido el fin de semana muestra que «no se defenderá solo».

«No buscamos una escalada, pero continuaremos defendiendo a Israel y protegiendo a nuestros efectivos en la región», reafirmó ayer el secretario de Estado, Antony Blinken, tras una reunión con el primer ministro adjunto iraquí, Muhammad Ali Tamim.

Blinken dio cuenta de una intensa labor diplomática en las últimas horas con sus homólogos egipcio, jordano, turco, saudí, británico y alemán para coordinar una respuesta que impida la escalada.

«No apoyamos un ataque de represalia», coincidió el ministro de Exteriores británico, David Cameron. También el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió evitar una «conflagración» regional.

Por su parte, Teherán recordó lo calculado de su ataque en respuesta al bombardeo de su consulado en Damasco por parte de Israel, que mató a 16 personas. El ministro iraní de Exteriores, Hossein Amir Abdolihain, subrayó que su país «no tuvo más remedio que ejercer su derecho a la autodefensa» e insistió en que se trató de «operaciones mínimas y precisas contra centros militares del régimen israelí».

Movimientos diplomáticos de Irán

Fue el mensaje que transmitió a sus homólogos de Rusia, Qatar, India, Malta, Egipto, Arabia Saudí, Siria, Turquía, Alemania y la UE, en otra acción diplomática para contener la reacción israelí, y en la que reiteró que, para Irán, «la cuestión está cerrada».

«Los países occidentales deberían apreciar la moderación de Irán en los últimos meses», insistió el portavoz de Exteriores, Nasser Kanani, que subrayó que Teherán esperó durante doce días sin éxito que la comunidad internacional condenara el ataque contra la legación diplomática iraní que «violó de forma grave y flagrante todas las normas del derecho internacional».

Pero advirtió de que si el régimen israelí «continúa sus aventuras», la respuesta será «inmediata y amplia».

La reacción iraní expresa que no se beneficiaría de extender la guerra. Tampoco parece del interés del Gobierno estadounidense, en plena campaña electoral, pero las  «necesidad de responder» tiene consecuencias imprevisibles y todos temen la reacción de un Netanyahu que es el principal interesado en la escalada bélica.

De momento, Israel ha probado sus defensas e Irán las capacidades de sus misiles, pero, a la vez, el primer ministro israelí ha vuelto a fallar, como el 7 de octubre, en sus promesas de garantizar la seguridad del país y ha dejado en entredicho la capacidad disuasoria israelí.

«Si no echamos a tiempo al Gobierno, nos traerá la ruina. Ya nos la está trayendo. Ha llegado el momento de celebrar elecciones», reclamó el líder opositor Yair el Lapid.

A pesar de la hostilidad entre Irán e Israel y de las muertes, sabotajes y operaciones llevadas a cabo por Tel Aviv, Teherán se había abstenido hasta el sábado de atacar frontalmente territorio israelí.

La represalia por el ataque a Damasco llegó el sábado por la noche con más de 300 misiles y drones lanzados con aviso previo y tiempo suficiente para que Israel preparara sus defensas. Casi todos fueron interceptados con la ayuda de EEUU y otros países, como Jordania, cuya colaboración fue aplaudida ayer por la Fuerza Aérea israelí, que destacó «la relación única» entre la monarquía árabe y el régimen sionista.

Según “The Wall Street Journal”, EEUU implicó, además, a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para prestar ayuda a Israel en levantar el «escudo» ante la acción iraní.

También el embajador iraní en el Estado español, Reza Zabib, insistió en que los ataqes del sábado fueron «limitados, bien calculados y muy bien calibrados» y reclamó a la UE que piense si da su apoyo al derecho internacional o a «una situación caótica» antes de aplicar posibles sanciones a Irán, una posibilidad que ya estudian los países del G7.

Una mujer, ante su casa destruida en el campo de refugiados de Maghazi. (AFP)

 

 

Israel retrasa la ofensiva sobre Rafah


Mientras Benjamin Netanyahu consigue mover el foco hacia Irán, el Ejército israelí se muestra decidido a no desviarse de su ofensiva en la Franja de Gaza, sitiada y bombardeada sin cesar desde hace seis meses y amenazada de hambruna. «Incluso cuando fuimos atacados por Irán, no perdimos de vista, ni por un solo momento, nuestra misión esencial en Gaza, que es salvar a nuestros rehenes de las manos de Hamas, el representante de Irán», afirmó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, al anunciar el próximo envío de dos brigadas de reserva a Gaza.

Antes del amanecer, decenas de ataques israelíes se cebaron sobre Jan Yunis, donde se recuperaron otros 18 cadáveres de entre los escombros de la ciudad devastada. Otros 68 fallecidos en 24 horas aumentaron a 33.800 la cifra de víctimas mortales, que se suman a 8.000 desaparecidos. En el destruido hospital Al-Shifa y en Beit Lahiya siguieron apareciendo cuerpos en fosas comunes, muchos de ellos de pacientes y personal del centro.
Según informaron fuentes israelíes a la cadena estadounidense CNN, aunque no modifica su ofensiva, Israel ha postergado sus planes para el asalto a la ciudad de Rafah, donde puede multiplicar la sangría entre el más de millón y medio de palestinos desplazados del resto de la Franja. La Fuerza Aérea israelí iba a comenzar ayer el lanzamiento de panfletos para forzar otro desplazamiento de la población, pero las fuentes indicaron que «el cronograma de evacuaciones de civiles y de la inminente ofensiva en tierra sigue sin aclararse por el momento». Con todo, el Gobierno israelí sigue resuelto a llevar a cabo la ofensiva a pesar de las advertencias de la comunidad internacional. EEUU e Israel tienen previsto reunirse esta semana para tratar la ofensiva.

Huyendo del hacinamiento, miles de desplazados emprendieron el camino a los lugares donde vivían, pero el Ejército dispara sobre quienes intentan llegar al norte y asegura que «sigue siendo una zona de combate».

 

Relatores denuncian el «domicidio» con IA

Los relatores de la ONU para los Territorios Palestinos, (Francesca Albanese), sobre Vivienda (Balakrishnan Rajagopal), sobre Violencia contra Mujeres y Niñas (Reem Alsalem) y sobre el Derecho a la Alimentación (Michael Fakhri) denunciaron el «domicidio» (destrucción sistemática de viviendas y otras infraestructuras civiles) que Israel está cometiendo en Gaza, para el que está utilizando avanzadas tecnologías de inteligencia artificial (IA). Explicaron que, en porcentaje sobre el total, la destrucción de infraestructuras civiles y viviendas en Gaza «es la mayor vivida en ningún conflicto del que se tenga memoria» y consideran este «domicidio» un posible crimen contra la humanidad o incluso un indicio de genocidio. «No hay duda de que los objetivos de Israel van mucho más allá de la mera victoria militar sobre Hamas», subrayaron.