El aceite de oliva virgen extra sube un 4,1%, pero en origen se paga 1,21 euros menos
El precio medio del litro de aceite de oliva virgen extra ha alcanzado los 13,45 euros en abril, un 4,1% más que a principios de año, pese a que en origen se paga 1,21 euros por debajo que en el primer mes del año, según Facua-Consumidores en Acción.
Aunque el aceite de oliva virgen extra ha subido un 4,1% en el comercio, en origen se paga 1,21 euros menos que en enero, según asegura Facua-Consumidores en Acción.
Durante la segunda semana de abril, el litro de aceite de oliva virgen extra se pagaba en origen a 6,88 euros antes de impuestos, mientras que en la primera semana de enero estaba a 8,09 euros por litro, según datos del Ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El aceite de oliva virgen también ha registrado una bajada similar del precio en origen, pues en enero se pagaba al agricultor 7,35 euros por litro, mientras que en la segunda semana de abril su precio estaba en 6,21 euros litro (1,14 euros menos).
Precio medio de 13,45 euros el litro
El precio medio del litro de aceite de oliva virgen extra en los principales supermercados (Mercadona, Dia, Hipercor, Alcampo, Eroski y Carrefour) fue de 12,92 euros en enero de 2024. Así, el precio medio de 13,45 euros por litro registrado en abril supone una subida del 4,1%.
Entre los precios de los 30 aceites recogidos por Facua, el producto más caro es el litro de virgen extra arbequina y hojiblanca de marca Carbonell en Hipercor (El Corte Inglés), donde cuesta 15,99 euros.
La subida ha sido más pronunciada en las garrafas de cinco litros de aceite de oliva virgen extra, con un precio medio de 56,50 euros en enero frente al de 59,37 euros en abril, un encarecimiento del 5,1%. La garrafa de cinco litros más cara entre las analizadas por Facua es Maestros de Hojiblanca, a la venta en Hipercor por 65,89 euros.
Facua ha recordado que «sigue a la espera» del Ministerio español de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que no ha concluido su investigación sobre las subidas de márgenes en alimentos con el IVA rebajado (como el aceite de oliva), una práctica prohibida desde que en enero de 2023 entró en vigor esta reducción fiscal.
La situación de los productores en Nafarroa
Varias cooperativas navarras, el único herrialde donde hay producción aceitera destacable, explican que la caída en los precios tiene que ver con las últimas lluvias en Andalucía.
Las esperanzas en que la próxima campaña en el sur de la Península (el mayor productor mundial de aceite) recupere la normalidad ha hecho que los trujales que almacenan este producto saquen a la venta más litros «a granel» para las empresas que embotellan y distribuyen. Y, a mayor oferta, el precio cae.
Sin embargo –según las fuentes consultadas, un poco incómodas por la polémica constante sobre el precio del aceite–, las botellas que se encuentran en los supermercados se llenaron con aceite adquirido a un precio más alto.
Esto implica que la bajada de precio en origen, lógicamente, tarda cierto tiempo en llegar al supermercado.
Se trata de un fenómeno similar al que sucede con las gasolinas, que también genera periódicos debates, pues siempre está la sospecha de que el precio del combustible sube como un cohete cuando el barril de petróleo está al alza y baja como una pluma cuando desciende.
El sector aceitero navarro, por otra parte, es bastante particular. La cosecha, a diferencia de lo ocurrido en Andalucía, no fue mala. Pero como la producción es tan pequeña, no controlan los precios. Por otro lado, el grueso del aceite lo gestionan cooperativas y, en muchas ocasiones, el destino es el mercado ecológico, que se rige por otras normas.
En Nafarroa solo hay dos empresas «grandes» (que son diminutas, comparadas con las andaluzas): Urzante (Tutera) y La Casa del Aceite (Cascante). Solo para ellas sería aplicable esta información publicada por Facua.
En las cooperativas no existe tal diferencia entre el precio de venta y lo que ingresa el productor que denuncia la asociación de consumidores.
«Aquí tenemos el aceite a 9,4 euros, pero eso lo fija el mercado. No podemos ponerlo más bajo, simplemente, porque nos comprarían todo en dos días», explica Inés Martínez, de la cooperativa de Ablitas.
«El agricultor cobra en función del precio de venta final. Como somos una cooperativa, no se pueden tener beneficios. Hacemos las cuentas una vez al año. Cerraremos el ciclo a finales de mayo y entonces repartiremos lo que haya salido entre los que nos han traído las olivas», señala Martínez.
En cuanto a si el descenso de precios del aceite continuará, probablemente sí. Aunque no es seguro. Al haber llovido más en Andalucía, los olivos parten mucho mejor que el año pasado y el anterior. Pero todavía quedan procesos clave de floración y «el cuajado» de la oliva, en los que se corre el riesgo de que la cosecha se malogre.
Mientras la cosecha andaluza sea prometedora, las almazaras soltarán sus reservas y aumentarán la oferta, pues querrán vender ahora que está caro. Si la campaña se torciera, el precio repuntará. Hasta después del verano, cuando de inicio la recogida, no se sabrá a ciencia cierta.
En último término, el alza de los precios del aceite no es imputable a la especulación, sino que se debe a unos niveles de escasez desconocidos, que se deben a dos años consecutivos de una situación climática extrema en la zona de mayor producción.