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Primera piedra del proyecto ‘Etorkizuna’ del Grupo Baskonia Alavés, pese a las dudas ecológicas

Capitaneado por Josean Kerejeta y las principales caras visibles del ayuntamiento de Gasteiz y la Diputación de Araba, este «referente en la formación de jóvenes talentos de fútbol y baloncesto» llega pese a los vaivenes y dudas suscitadas por una obra que se levantará en los humedales de Salburua.

Ramiro González, Josean Kerejeta, Alfonso Fernández de Trocóniz y Maider Etxebarria en la puesta de la primera piedra de «Etorkizuna». (@BASKONIA ALAVES)

Los negocios privados en los que «todo el mundo sale ganando» siempre suenan bien, sobre todo cuando se acomodan sobre un papel y en un atractivo formato audiovisual. La realidad cotidiana, en cambio, suele traer mucha más letra pequeña y ahí el «reparto de beneficios» no siempre es tan equitativo, ni evidente, y más cuando se sufraga con dinero público una iniciativa privada.

Este es el caso del proyecto ‘Etorkizuna’ del Grupo Baskonia Alavés, que ha puesto este viernes su primera piedra, con idea de su nueva residencia de jugadores y estudiantes, con el objetivo de ser «un referente internacional en la formación de jóvenes talentos de fútbol y baloncesto».

«Queremos ser un referente internacional para el desarrollo de jóvenes talentos de fútbol y baloncesto y posicionar la ciudad y el territorio en el plano internacional: Unir educación y deporte para formar líderes», ha manifestado Josean Kerejeta, presidente del Grupo Baskonia Alavés después del ceremonial de este acto, en el que ha estado acompañado por el la alcaldesa de Gasteiz Maider Maider Etxebarria, el diputado general de Araba Ramiro González y el presidente del Deportivo Alavés Alfonso Fernández de Trocóniz.

Esta ha sido la primera piedra de un proyecto a muchas bandas, con la idea de dotar de recursos propios y distintos a Saski Baskonia y al Alavés y que se espera que se ponga en marcha ya para el curso 2025/26. «Tenemos que generar recursos para poder competir en Primera División, en la ACB y en Euroliga», ha insistido a este respecto Josean Kerejeta, quien ha adelantado que gracias a este proyecxto «se van a generar más de mil puestos de trabajo», al tiempo que ha añadido que espera que, «antes de final de año», pueda presentar «dos o tres proyectos más».

La alcaldesa Maider Etxebarria ha destacado que Gasteiz y Araba son «un referente deportivo, con dos clubes bandera. Esta iniciativa une conocimiento, innovación y deporte. Compartimos una mirada transversal para generar empleo y riqueza y contribuir a la proyección de la ciudad y el territorio». Por su parte, el diputado general de Araba Ramiro González ha querido manifestar el apoyo a «un proyecto que va a atraer talento, para que seamos capaces de tener mayor penetración en algunos mercados mundiales. Nace de la iniciativa privada y las instituciones estamos para colaborar con ello».

En un espacio de 7.487 metros cuadrados construidos junto a la actual Baskonia Kirol Hiria (BAKH), el edificio contará con 238 habitaciones, entre dobles e individuales, y 293 camas en total. Se trataría de una residencia de estudiantes, que durante el verano funcionará parcialmente como un hotel de dos estrellas, la construcción de dos edificios paralelos para acoger instalaciones de la universidad EUNEIZ, y la habilitación de dos campos de césped artificial para la práctica de fútbol 7 y fútbol 11.

El edificio tendrá cuatro plantas de altura además de espacios comunes como vestuarios, salas polivalentes, salas de estudio, comedor y descanso. Además, tendrá dos campos de fútbol adyacentes. Se espera que todo estará listo en septiembre de 2025.

Sostenibilidad ecológica

‘Etorkizuna’ se ha presentado como un proyecto en el que todo el mundo sale ganando. No es casual la presencia de las principales caras visibles del consistorio gasteiztarra y el ente foral. Porque quienes no han estado, al menos en la foto, han sido los los técnicos de la Diputación de Araba que emitierón un informe en el que advertían de que estas nuevas instalaciones podrían causar «daños ambientales irreversibles» en los humedales de Salburua, que es donde se está poneidn en marcha toda esta obra.

La parcela está dentro de la Zona Periférica de Protección de los humedales, a apenas un puñado de metros del espacio protegido ZEC y ZEPA y Red Natura 2000.

Hacia febrero de 2022 se remitió dicho informe a Lakua que es a quien compete ahora realizar la declaración ambiental. En dicho in forme, los técnicos se mostraban preocupados por esos nuevos terrenos que el Baskonia va a urbanizar junto al BAKH. «La ocupación urbanística de un nuevo terreno puede tener un efecto negativo en una cuenca de por sí muy alterada por la construcción del barrio de Salburua», señalaba el informe.

«La actuación planteada, al situarse dentro del área del acuífero cuaternario que alimenta los humedales, puede afectar a la calidad de las aguas», añadían, advirtiendo del peligro del peligro de que esa nueva urbanización «actúe como barrera al flujo de agua, de forma que interrumpa la entrada y salida de agua del acuífero y contribuya a la tendencia descendente de su nivel freático». Se alertaba además de que «si el Baskonia construye sótanos, garajes u otros elementos bajo rasante, existe un riesgo elevado de afectar negativamente al acuífero y disminuir el volumen de agua de entrada a la Balsa de Betoño».

Asimismo, el informe ponía el acento de que en los alrededores de este espacio «hay habitats de elevado valor natural y que la complejidad de las formaciones detectadas, en caso de su eliminación, hace muy difícil reparar dichas afecciones».

Los técnicos forales también advertían de las consecuencias negativas de los planes urbanísticos para la presencia de aves migratorias o para especies como la rana ágil, el galápago leproso, los quirópteros (murciélagos) o los coleópteros.

A principios de este año 2024, empero, Lakua daba su visto bueno, aunque estableció una serie de condicionantes para mitigar los efectos ambientales. De hecho, el pasado 15 de enero el Boletín Oficial del País Vasco publicó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), dando cuenta de un proyecto situado en una Zona Periférica de Protección (ZEP), con afecciones a terrenos municipales asociados al parque de Salburua. Y, por ende, el pasado 5 de febrero el ayuntamiento de Gasteiz ordenaba parar temporalmente las obras de este proyecto, aunque solo dos semanas más tarde todo este proyecto volvia a ponerse en danza.

Ahora bien, luego de estos dimes y diretes a nivel ecológico y de sostenibilidad, el proyecto «Etorkizuna» añade una coletilla a este respecto. Por un lado, la construcción lleva consigo un programa medioambiental a través del que se plantarán más de 2.000 árboles, se trasplantarán 150 que existían en la parcela y ya se han talado 23 que «estaban en mal estado, sin capacidad de supervivencia y suponían riesgo por cercanía a la carretera».

Por otro otro, el proyecto incluye la «construcción de dos nuevas balsas para la fauna. Una superficie de lámina de agua de 2.690 metros cuadrados, equivalente a la lámina de agua de dos piscinas olímpicas, con una profundidad de de las balsas de 0,7 metros».

«Estas actuaciones –incide el Grupo Baskonia Alavés– se están realizando en constante supervisión y con reuniones semanales de trabajo con el Gobierno Vasco, CEA y Red Natura para proceder según las indicaciones de la declaración ambiental y mediante un control exhaustivo de sus técnicos».