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Denuncian que la Justicia falló a la víctima del último crimen machista en Donibane Lohizune

El llamamiento feminista a responder al último crimen machista ha llevado esta tarde a las calles de Euskal Herria la denuncia de que «este modelo de justicia no funciona». En la concentración celebrada en Donibane Lohizune se ha hecho hincapié en que no se protegió a la víctima de forma efectiva.

La protesta ha concluido a las puertas del hotel en que tuvo lugar el crimen. (Guillaume FAUVEAU)

La muerte de una mujer de 34 años de edad a manos de su pareja, ocurrida el viernes en un céntrico hotel de Donibane Lohizune ha hecho que vuelvan a aflorar fallas en los protocolos para prevenir, y en su caso proteger, a las víctimas de la violencia sexista.

El malestar generado por las circunstancias que han rodeado esta última muerte machista se ha trasladado, esta tarde, a las calles de Euskal Herria.

A iniciativa de Emakumeen Mundu Martxa, la denuncia de «una justicia que no funciona» a la hora de proteger a las mujeres se ha extendido a distintas localidades vascas, aunque la referencia principal de la protesta ha sido Donibane Lohizune.

La plaza Louis XIV, a apenas unos centenares de metros del Hotel de Paris donde la Policía localizó el cuerpo sin vida de la mujer, ha sido el escenario de una concentración convocada por el movimiento feminista de Ipar Euskal Herria para «gritar basta ante un nuevo crimen machista».

La protesta ha tenido lugar en la plaza que da acceso al Ayuntamiento local, una institución que, al igual que el resto de los órganos representativos de Ipar Euskal Herria, ha guardado silencio ante una muerte que, por su virulencia –la mujer fue atada de pies y manos y su agresor le infligió repetidos golpes con un martillo– y por la serie de antecedentes –hasta dos veces se tomó declaración a la pareja de la víctima por hechos que hacían sospechar del maltrato– plantea no solo consternación, sino también dudas razonables sobre «porqué no se evitó un crimen, que pudo haber sido evitado», en palabras de las portavoces feministas que han tomado la palabra tras varios minutos de concentración silenciosa.

Han dirigido una dura crítica a las explicaciones ofrecidas, el domingo, por el procurador de Baiona, Jerôme Bourrier, y le han preguntado por qué, a la vista de los antecedentes, y particularmente tras la caída de la mujer de un quinto piso del Hotel Ibis, de Ziburu, el pasado 14 de abril, no aplicó ningún protocolo efectivo al hombre para el que, ya cometido el crimen, ha solicitado la imputación por asesinato con premeditación.

«La Policía, la Fiscalía y los jueces tienen responsabilidades» han señalado a continuación, para remarcar que «no cejaremos hasta que se haga toda la luz» sobre lo ocurrido a una mujer «de la que incluso nos impiden conocer el nombre».


A la vista de las distintas fallas en el ámbito policial y judicial que concurren en este y otros casos de violencia machista, las representantes feministas han tildad de «hipócrita» la intención mostrada recientemente por el Gobierno francés de «hacer de la lucha contra la violencia que sufren las mujeres una prioridad».

Sin embargo, se han mostrado especialmente «dolidas» por el pesado silencio oficial que ha envuelto el crimen. Y han preguntado a representantes institucionales de Ipar Euskal Herria: ¿Por qué la violencia machista no merece una reacción política?

Tras la concentración, las personas allí congregadas han marchado hasta el Hotel de Paris, denunciando que ante casos como el vivido entre sus cuatro paredes «el silencio equivale a la complicidad».

El procurador de Baiona, Jerôme Bourrier, calificó el domingo de «salvajada» lo ocurrido, unos hechos por los que pidió que se abra causa contra la pareja de la víctima por «asesinato con premeditación».