Macron decreta el estado de emergencia en Kanaky donde aumenta el balance de víctimas mortales
El Gobierno francés ha decretado el estado de emergencia en Nueva Caledonia mientras el balance provisional de la segunda noche de incidentes da cuenta ya de cuatro víctimas mortales. La Asamblea Nacional votó en la noche del martes una reforma constitucional que entrará en vigor antes de verano.
Al menos cuatro personas han muerto desde la pasada noche en Nueva Caledonia, según la información difundida por el Ministerio de Interior francés. La última de las víctimas confirmadas es un gendarme que resultó herido en los disturbios que han estallado en el archipiélago en el contexto de la reforma relativa al censo electoral.
La noche fue larga en la capital, Noumea, donde la protesta iniciada un día antes subía de temperatura coincidiendo con la adopción en la Asamblea Nacional gala del texto que extenderá el derecho al voto a los residentes que acrediten diez años de estancia en el territorio del Pacífico.
Siguiendo la senda del Senado, la Cámara Baja francesa adoptó, anoche, por 351 votos a favor y 153 en contra, el texto que amplía el censo electoral en Nueva Caledonia.
La reforma constitucional aún debe reunir las tres quintas partes de los votos de los parlamentarios que votarán la reforma, reunidos en Congreso, en Versalles.
El presidente, Emmanuel Macron, ha precisado que el Congreso se reuniría «antes de finales de junio», para proclamar la reforma, a menos que soberanistas kanakos y lealistas pro franceses acuerden para entonces «un texto más completo».
Macron condenaba, al tiempo, el «carácter indigno e inaceptable» de la violencia desatada en el territorio bajo soberanía francesa pero incluido por Naciones Unidas en la lista de territorios en proceso de descolonización y apelaba a la calma.
Ya en la tarde del miércoles, siguiendo la petición cursada, entre otras, por la principal figura del campo lealista, la exsecretaria de Estado Sonia Backès, el presidente francés decretaba el estado de emergencia.
Backès ha abogado expresamente por que «el Ejército se involucre en las labores de seguridad junto con la Policía y la Gendarmería».
«Estamos en un estado de guerra civil», ha argumentado en apoyo a su solicitud, que ha encontrado el respaldo del jefe del Estado francés.
Residentes durante diez años
El proyecto de reforma constitucional pretende ampliar el electorado en las elecciones provinciales, cruciales en el gobierno del territorio, no ya a todos los nativos sino también a los residentes durante al menos diez años en el territorio.
Los partidarios de la independencia consideran que la decisión de descongelar el censo acentuará la minorización del pueblo originario al que, de acuerdo al derecho internacional, le corresponde ejercer el derecho de autodeterminación.
La progresión del voto kanako se tradujo en las últimas elecciones en la nominación, por primera vez, de un presidente independentista: Louis Mapou.
En declaraciones a los medios de comunicación tras la votación de la reforma del censo electoral Louis Mapou deploró el planteamiento de París porque «afecta gravemente a nuestra capacidad de gestionar los asuntos de Nueva Caledonia».
Tanto el presidente Mapou como el Frente de Liberación Nacional Kanako y Socialista (FLNKS) han hecho en las últimas horas llamamientos a la calma en un territorio en el que, la aplicación del toque de queda de manera previa a este estado de emergencia no evitó que anoche se sucedieran los incidentes que se han salvado, en las últimas horas, con al menos cuatro muertos, centenares de heridos y no menos de 90 personas detenidas.
Incendios de viviendas y negocios
A pesar del toque de queda que rige en la capital, la ola de violencia iniciada el lunes en el archipiélago se reprodujo anoche, y se tradujo en incendios, saqueos e intercambios de disparos.
Varios edificios públicos ardieron durante la noche, según el relato ofrecido por un corresponsal de la agencia AFP.
«Decena de casas y negocios han sufrido incendios», ha confirmado, por su parte, Darmanin.
La calma ha vuelto a las calles por la mañana, aunque el paso incesante de patrullas de Policía, la operaciones filtro de militantes kanakos en cruces de calles y rotondas de carreteras y, particularmente la presencia de vehículos dañados o carbonizados en numerosos puntos de la capital, dan cuenta de una precaria calma.