«Israel está más aislado que nunca, pero hacen falta más sanciones»

El movimiento BDS comenzó en 2005 sumando más de 170 ONGs palestinas para poner fin a décadas de ocupación y apartheid israelí. Fiona Ben Chekroun es responsable de la campaña europea de BDS y participó en una charla de las XVII Jornadas de Economía Solidaria en la librería Katakrak de Iruñea.

En tiempos en los que los palestinos se enfrentan a una oleada sin precedentes de bombardeos indiscriminados y al asedio de Gaza por tierra, mar y aire, Fiona Ben Chekroun comenta a GARA que es crucial actuar para poner fin a la complicidad. En la Sudáfrica del Apartheid, la campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones fue uno de los aspectos claves para poner fin a décadas de opresión. De esta manera, BDS aboga por desmantelar estos fundamentos que sostienen el régimen de represión sistemática perpetrado por Israel.

¿Cómo ha impactado la escalada del genocidio contra los palestinos en la estrategia del movimiento BDS?

Cuando comenzó el genocidio en octubre, el objetivo era detenerlo. Así que nos centramos en conseguir un alto el fuego y ayuda humanitaria. Hemos visto un aumento de la presión sobre el Gobierno, las instituciones y las empresas que son cómplices de este genocidio. Se han llevado a cabo increíbles manifestaciones, y también muchos grupos y organizaciones se han unido al movimiento para implementar campañas de boicot, desinversión y sanciones. Pese a todo, Israel sigue bombardeando Rafah, justo después de la decisión del CIJ (Corte Internacional de Justicia). Ante esta situación, podemos usar las mismas palabras que Francesca Albanese, que es la reportera especial de la ONU sobre los territorios ocupados, que dice que no hay otra manera de hacer que Israel detenga su ofensiva sin que nosotros mismos presionemos y apliquemos sanciones.

¿Están los líderes políticos y empresariales israelíes advirtiendo de que se ha comenzado a aislar al Estado sionista?

Definitivamente. En los últimos 19 años se han producido grandes hitos en términos de boicot. Hay empresas como Veolia que se han desprendido completamente de Israel después de presiones y de perder miles de millones de dólares en contratos en todo el mundo. La empresa Ben & Jerry's decidió salir también. Hay grandes fondos de pensiones que han decidido dejar de invertir en bonos israelíes. El fondo de pensiones noruego dijo en noviembre que parte de su decisión de dejar invertir se debe a la situación actual y el genocidio en Gaza. Creo, además, que por primera vez estamos llegando a la ‘S’ de BDS, que son las sanciones. Colombia, por ejemplo, ha decidido detener cualquier relación diplomática con Israel. Turquía ha decidido detener el comercio con Israel. Sudáfrica ha llevado a Israel a la CIJ, poniendo fin a décadas de impunidad. Así que sí, creo que el aislamiento de Israel y su aliado, EEUU, nunca ha sido tan importante como ahora. Y no hay vuelta atrás.

Como antiguo estado de apartheid, ¿es relevante que Sudáfrica haya dado ese paso?

Que un antiguo estado de apartheid venga y lleve a un régimen de apartheid actual ante un tribunal por el delito de genocidio es realmente importante. Y creo que nadie más que Sudáfrica podía hacerlo. Pero también ha recibido el apoyo de muchos países, principalmente del sur global. Sudáfrica no está sola en esta lucha. Además, hace años que la sociedad civil sudafricana apoya a la sociedad civil palestina, respaldando el llamamiento al boicot, la desinversión y las sanciones. Y ha llegado a esto tras años de relaciones y lucha común.

¿Asisitimos a un cambio de paradigma a nivel mundial?

Creo que nos encontramos en un momento crucial de la historia. Hay un enorme movimiento de la gente en el Sur Global y algunos de sus gobiernos. Y están trayendo de vuelta la cuestión de la importancia de descolonizar el sistema mundial. Esto es una especie de lucha global contra el colonialismo.

En Occidente, en cambio, se aprecia un apoyo inquebrantable de EEUU a Israel. ¿Cómo se explica?

Definitivamente, la razón geopolítica es importante, su control sobre la región. Es necesario recordar que Israel fue una creación del colonialismo británico. Y EEUU lo heredó. Gran Bretaña inventó Israel porque quería controlar el Canal de Suez y el flujo de petróleo de Irak. Y la inmensa importancia estratégica de Israel explica realmente el hecho de que ni EEUU ni Gran Bretaña abandonarán jamás el proyecto colonial israelí. Y luego esta el lobby israelí, que es muy fuerte en los EEUU con el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee). Este lobby financia también muchas empresas, pero también al candidato a las elecciones, por ejemplo.

En las redes de BDS se pueden encontrar listados de empresas cómplices, pero ¿cuáles son las compañías más destacadas por su responsabilidad en la política de apartheid y colonización?

En términos de estrategia, es mejor centrarse en una lista corta de empresas para un mejor impacto. Tenemos una lista de criterios que utilizamos para seleccionar las empresas que creemos que son el mejor objetivo para la campaña de boicot o desinversión. El primero es tener un claro vínculo de complicidad. La empresa tiene que estar implicada activamente en la violación de de los derechos humanos.

La segunda es la capacidad de crear alianzas con otros movimientos por la justicia. No podemos ganar una campaña de BDS sin salir de esta burbuja de voces propalestinas, tenemos que amplificar todo el movimiento. El tercero es el llamamiento a los medios de comunicación.

El cuarto es el más importante, que es la posibilidad de éxito. Necesitamos hitos. Necesitamos tener los éxitos de Veolia, Orange, Ben & Jerry's, etc.

Respecto a Euskal Herria, BDS ha centrado su campaña en la empresa CAF.

La más importante, creo, para la gente de Euskal Herria, es CAF. Porque tiene la sede ahí y es cómplice en la construcción y mantenimiento del sistema de tranvías que conectan los asentamientos ilegales en los territorios ocupados y el resto de Israel. Desde hace un par de años que estamos presionando a CAF con varios grupos en toda la zona Euskal Herria, también en Navarra, donde esta Trenasa, una filial de CAF. El CIJ ha dictaminado la verosimilitud del genocidio y CAF debería abandonar todo el territorio por el riesgo de responsabilidad por complicidad con esos crímenes. Hay que recordar que el Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca es accionista de CAF.

Eso en cuanto a la desinversión... ¿y respecto al boicot?

Carrefour. Este supermercado tiene contratos con empresas israelíes relacionadas con los asentamientos ilegales. Además, siempre ha distribuido paquetes de comida gratis a soldados que están cometiendo genocidio. Con todo, lo más importante para parar el genocidio son las sanciones.

¿Qué ocurre con el Estado español y sus acuerdos armamentísticos con Israel?

Estos últimos meses se ha formado una gran coalición con organizaciones, sindicatos y grupos de base para presionar a la Gobierno español y a gobiernos regionales para que apliquen un embargo militar. Se votó en el Congreso, pero no es obligatorio. Además, nos enteramos del barco que querían parar en Cartagena con armas procedentes, al parecer, de India hacia Israel. Así que hubo muchas movilizaciones para presionar al Gobierno español y que no lo aceptara. Y ganamos esta vez. Pero también ha continuado y otros estados han sido cómplices. Así que creo es muy importante que la sociedad civil siga presionando para que haya un embargo militar efectivo. Ni exportación, ni importación, ni tránsito de armas.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha reconocido el Estado palestino. ¿Cómo valora este paso?

La cuestión del Estado palestino no es la prioridad ahora mismo. El reconocimiento de un Estado palestino no detendrá el genocidio, lo que es realmente importante son las sanciones, de verdad. Y el Estado español podría liderar a nivel de Europa, al menos, en la aplicación de más sanciones contra Israel.

Israel utiliza la cultura y el ámbito académico para difundir su narrativa. ¿Por eso BDS pide el boicot a su producción intelectual y cultural?

Sin duda. El boicot cultural y académico son muy importantes, porque el régimen del apartheid utiliza realmente la cultura para encubrir sus crímenes, para hacerse pasar por un Estado normal. Por eso la participación en Eurovisión este año nunca ha estado tan polemizada como este año. En cuanto a los boicots académicos, el asombroso movimiento estudiantil en todo el mundo es muy importante. Las universidades israelíes no sólo son cómplices, sino que realmente forman parte del pensamiento y de la construcción de este sistema de opresión. Y así están ayudando a construir armas, a crear propaganda, y a aportar tácticas que aumentarían la ocupación material de los palestinos. La UPV fue la primera universidad del Estado español en romper relaciones con Israel. Fue un importante paso adelante.