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Las triangulares exponen las incoherencias del pacto republicano

La primera vuelta de las legislativas ha dejado un escenario inédito con más de 300 de las 577 circunscripciones afectadas por triangulares. En Ipar Euskal Herria, el dilema se disipó en parte con la retirada de Florence Lasserre, en la quinta circunscripción, para cerrar paso a la ultraderecha.

La diputada macronista saliente, la angeluarra Florence Lasserre, que retiró ayer su candidatura, en un acto de campaña. (Guillaume FAUVEAU)

La primera vuelta de las elecciones legislativas francesas deparó una victoria amplia para la extrema derecha, aunque, al mismo tiempo, dibujó una opción, la única posible, para privar a la formación de Marine Le Pen de la mayoría absoluta.

La ola levantada por la ultraderecha necesita de ese respaldo mayoritario sin el cual no podrá aplicar su programa político. No al menos sin recurrir al artículo 49.3, un garrote que terminó por volverse en contra del macronismo. Aunque ni siquiera la activación del maltrecho dique republicano puede garantizar que RN no sume la ansiada mayoría de 289 escaños, condición indispensable para tratar de que el 7 de julio no proclame una victoria total.

Una consigna con matices

El presidente francés, Emmanuel Macron, dio en la noche del domingo una consigna aparentemente contundente pero con importantes matices al apelar a una unión «demócrata y republicana» para frenar a RN.

De hecho, las declaraciones posteriores de varios miembros de su gobierno, como el titular de Economía, Bruno Le Maire, y también de otras voces autorizadas de las formaciones que componen su alianza Ensemble!, daban a entender que, salvo giro de guión, Marine Le Pen puede sumar a lo logrado en las urnas una ineficaz respuesta del campo presidencial.

Las incoherencias en la aplicación del mandato republicano tocan de lleno al escenario vasco. Aunque inicialmente se perfilaba una triangular en cada uno de los tres distritos, ayer tarde el panorama cambió en la V circunscripción, la que incluye a la capital labortana.

Y es que la diputada saliente, la macronista Florence Lasserre, ahora retirada, había sorprendido en la noche electoral al anunciar que se mantendría en la segunda vuelta, contra el criterio fijado por Emmanuel Macron.

El presidente preconiza que sus candidatos desistan cuando otro «aspirante republicano» esté en mejor disposición de ganar ante la ultraderecha. Un criterio que es multifuncional, al permitirle presentarse como azote de Le Pen en las escasas circunscripciones en que pueda amargarle la victoria, pero, sobre todo, seguir con la misión principal de estigmatizar a La France Insoumise (LFI) y de sembrar cizaña en el seno de la alianza de la izquierda, tan proclive a las disputas internas.

Devèze juega a no ver

Con candidatos paracaidistas, la ultraderecha se ha plantado como segunda o tercera fuerza en las tres demarcaciones vascas. Una situación preocupante sobre la que hizo hincapié Euskal Herria Bai en la primera valoración de unos resultados que, por lo demás, han probado que la alianza amplia e inédita de la que forman parte los soberanistas ha permitido revertir, al menos en parte, la irrupción galopante que protagonizó la ultraderecha en las elecciones europeas del 9 de junio.

En la sexta circunscripción, su candidato, Peio Dufau, parte en cabeza de cara a la segunda ronda, pero los primeros movimientos en el campo macronista, eludiendo reconocer a la ultraderecha como el peligro real, no para un candidato sino para el conjunto de la sociedad, dan qué pensar.

De hecho, su candidato, el centrista, Christian Davèze, defendía ayer mismo su continuidad, obviando que la tercera plaza en ese distrito la ocupa un joven aspirante «ultra», Victor Lastécouères, que, en su estreno en la VI circunscripción quedó a mil votos de distancia.

Sediento por beber del caudal de votos de Les Républicains (LR), el alcalde kanboarra defiende sus opciones a revertir la distancia con Dufau, y recurre, para ello, al simil pelotazale, recordando que hay partido hasta el último tanto. La novel candidata de LR se hizo con un 11% de sufragios que ahora codicia Davèze.

De Brisson a Etxeleku

Emmanuelle Brisson no quiso esperar a que la formación conservadora que en el departamento de Pirineos Atlánticos dirige su padre, el senador Max Brisson, fijara posición oficial. Y por su cuenta y riesgo, la joven figura conservadora adelantó su apoyo al candidato centrista, el ya citado Devèze, una opción que argumentó en su deseo de «dar un apoyo consciente al candidato republicano» en ese distrito del sur de Lapurdi, el único en el que el macronismo tiene alguna posibilidad de salvar un escaño.

Brisson eligió las redes sociales para, sin nombrar a Devèze, hacer pública su querencia por el macronista. Lo hizo porque, según explicó, no quiere que «nuestra bella circunscripción caiga en manos de un autonomista al que sostiene la France Insoumise o de un candidato de Rassemblement National». Se refirió a Victor Lastécouères –aspirante de RN avalado por el presidente de LR, Éric Ciotti– como «un usurpador sin anclaje ni conocimiento alguno de nuestra circunscripción».

Un malestar justificado, ya que el «ultra» importado le sacó 10.000 votos de distancia a la candidata revelación miarriztarra. A partir de esa toma de posición de la joven considervadora, su partido emitía una nota en términos similares, de apoyo por descarte a Devèze.

El EAJ-PNB de Peio Etxeleku, que logró 6.000 votos en Ipar Euskal Herria, comunicará hoy su posición de cara a la segunda vuelta.

 

Repaso al voto en los territorios coloniales

Un repaso al abanico de territorios bajo soberanía francesa deja algunos matices interesantes para tratar de ver más allá de la lógica hexagonal. Se traslade o no finalmente a escaños, en la mayoría de los que París llama sus «territorios de ultramar», de Martinica a Guadalupe, de Guyana a Nueva Caledonia, los candidatos del Nuevo Frente Popular han obtenido unos meritorios resultados.

En Martinica, sus candidatos encabezan los cuatro distritos electorales. En Guadalupe, el grupo centrista LIOT y el NFP se reparten la primera plaza según los distritos. No obstante, en dos distritos la ultraderecha ha logrado calificar a sus candidatos para la liza final del próximo domingo.

En Guyana, los aspirantes de la alianza de izquierda parten en primera posición cara a la segunda vuelta.

En la única circunscripción del archipiélago de Sain-Pierre-et-Miquelon, en cuya bandera figura la ikurriña, el centro-derecha ha conservado su ventaja, al igual que en Wallis y Futuna.

En la isla de Reunion, la izquierda encabeza seis de los siete distritos, mientras que en la tercera circunscripción RN parte en cabeza. La ultraderecha pasa en todos los casos a la segunda vuelta.

En Mayotte, que vive en un estado de crisis permanente ligado a la política migratoria, los candidatos de ultraderecha y derecha son favoritos.

Y en un territorio por descolonizar, Nueva Caledonia, donde las decisiones de Emmanuel Macron respecto al censo que se utiliza en las elecciones territoriales han sembrado la discordia, la participación se disparó el domingo (60%). Habrá duelos entre lealistas e independentistas en cada circunscripción en la segunda vuelta.

En Polinesia, el diputado saliente, el soberanista Tematai Le Gayic, se vio superado por Moerani Frébaul, representante macronista que logró su elección sin tener que esperar siquiera a la segunda vuelta.