PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP revalidan el «cordón sanitario» a Vox y AC en el Parlament
Los grupos del PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP en el Parlament han acordado este miércoles reeditar el cordón sanitario de la pasada legislatura, que busca «aislar» a Vox y Aliança Catalana. Se comprometen a no aceptar sus votos «ni por acción ni por omisión» en una eventual investidura.
PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP han revalidado el pacto firmado en la anterior legislatura para dar continuidad al establecimiento de un «cordón sanitario contra las fuerzas políticas de extrema derecha», en referencia a Vox y Aliança Catalana (AC), en el Parlament.
En rueda de prensa en la Cámara catalana, todos los representantes de los grupos firmantes han asegurado que con este pacto quieren «intentar aislar a estas formaciones en todo lo que es posible y combatir sus discursos y políticas», ha concretado el diputado del PSC Ferran Pedret.
El acuerdo también da continuidad al compromiso suscrito por las mismas formaciones durante la campaña electoral como recoge en el documento, que añade que los firmantes representan 107 de los 135 escaños del Parlament.
Bajo el nombre de ‘Por un Parlament comprometido con la democracia, los derechos y la diversidad’, el texto recoge que «no se aceptarán ni por acción ni por omisión los votos de la extrema derecha para formar una eventual mayoría de investidura ni de Govern».
Además de defender la necesidad de usar los espacios de intervención en la Cámara para combatir los discursos de odio, defender los derechos humanos y contrarrestar informaciones falsas, dejan claro que no apoyarán ninguna candidatura de Vox y AC para ocupar órganos de gobierno del Parlament, ya sea en la Mesa como en otros espacios.
En otro punto abogan por no normalizar ni legitimar su acción política, y para ello se comprometen a no suscribir ninguna iniciativa parlamentaria conjunta con estas formaciones, a evitar buscar su acuerdo para hacer prosperar o tumbar iniciativas, a intentar que no salgan adelante sus propuestas y a no convocarlos cuando haya encuentros de trabajo entre grupos y entidades. También quieren que desde la presidencia del Parlament o de las comisiones se impida que en los discursos de los diputados de Vox y AC se criminalice a la inmigración.
Los firmantes, además, expresan su voluntad de seguir con el trabajo iniciado en anteriores legislaturas para institucionalizar el compromiso feminista y antirracista del Parlament, apartado en el que se abren a reformar el reglamento de la Cámara para prever sanciones en caso de no firmar el Compromiso contra la discriminación y el acoso.
El elemento más novedoso del actual acuerdo es la constitución de una comisión de seguimiento que estará formada por un diputado de cada grupo firmante y en la que también podrán participar representantes de la entidad Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR) y otras asociaciones de la sociedad civil.
Posibles sanciones
Preguntados por si aprovecharán la reforma del reglamento de la Cámara para incluir sanciones a grupos parlamentarios por discursos de odio, la diputada de ERC Najat Driouech ha respondido que el «espacio idóneo» para trabajar en las sanciones de este tipo será la comisión para reformar el reglamento, y ha reclamado que haya alianzas por parte del sector de la comunicación para aislar los discursos de este tipo.
Por su parte, la diputada de Junts Judith Toronjo ha señalado que se trata de un primer acuerdo que busca dar continuidad al firmado en la anterior legislatura, y ha añadido que seguirán trabajando en él para «frenar a la extrema derecha».
«A la extrema derecha ni agua, ni en castellano, ni en catalán», ha subrayado el diputado de los Comuns Andrés García, que ha celebrado que hayan revalidado el acuerdo para barrar el paso al fascismo, en sus palabras.
Desde la CUP, la diputada Laure Vega ha acusado a Vox y AC de ser fuerzas «débiles y cobardes» pero ha avisado de que estas fuerzas seguirán existiendo mientras haya una sociedad dividida.