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Una molesta mosca en el discurso de Andoni Ortuzar

El presidente del EBB anunció que en el Alderdi Eguna harán públicas «las fechas y las líneas maestras de la Asamblea General» que debe renovar la dirección del PNV. Pero al igual que una mosca molestó a Ortuzar en su discurso, hay otra que lo sobrevuela todo: si se presentará o no a la reelección.

«Alderdia gara» será el lema del Alderdi Eguna que arrancará la Asamblea General. (Andoni CANELLADA | FOKU)

El PNV cumplió ayer 129 años y antes de llegar a los 130 deberá celebrar la Asamblea General para renovar sus órganos de dirección y cabría esperar que también su ponencia política, que es de 2007, y todo hace pensar que también sus estatutos, dadas las reiteradas menciones a pasar de ser un partido analógico a uno de la era digital.

En el acto conmemorativo de ayer en Jardines Albia de Bilbo, frente a la estatua de Sabino Arana, el presidente del EBB anunció que en el próximo Alderdi Eguna, el 29 de septiembre en Foronda, harán públicas «las fechas y las líneas maestras» de esa Asamblea General. Durante buena parte de su discurso, una mosca estuvo incomodando a Andoni Ortuzar, posándose constantemente en su cara y en su cabeza. Y como la mosca, sobre ese proceso del PNV sobrevuela la decisiva incógnita de si Ortuzar optará o no a su reelección. Ayer no dio ninguna pista al respecto.

Año «agridulce»

En el acto estuvieron el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y todos sus miembros, además del lehendakari, Imanol Pradales, y los consejeros designados por el PNV (llamativo ver a algunos «independientes» en un acto tan del partido). También asistieron la presidenta del Parlamento, la de las JJGG de Bizkaia, los diputados generales de Araba y Bizkaia y el alcalde de Bilbo.

Tras la ofrenda floral y un aurresku de honor, Ortuzar tomó la palabra para asegurar que los objetivos que el partido se había propuesto para este año se han cumplido, aunque reconoció que con más dificultades de las previstas y un «sabor agridulce».

Esos objetivos eran las elecciones autonómicas para tener un lehendakari del PNV, Imanol Pradales, al que ofreció todo el apoyo del partido y aseguró que «junto a su Gobierno está dando pasos firmes, valientes y en la buena dirección para abordar los retos que nuestra patria tiene ante sí».

Y el segundo era mantener su presencia en el Parlamento Europeo, donde Ortuzar dijo que han de «lidiar con una complicada agenda política europea marcada por los extremismos y los populismos, da igual de extremas derechas que de extremas izquierdas, que quieren parar el desarrollo y la unión política de Europa».

Lo de los extremismos debe ser una línea táctica del PNV, puesto que, en otro acto en Mutriku, el parlamentario guipuzcoano Markel Olano habló contra «los populismos de extrema izquierdas y derechas» que «tienen al estado del bienestar europeo como enemigo común».

Hubo un tiempo en el que el acto de Mutriku se convertía en una respuesta de aquel llamado «sector guipuzcoano» frente al mensaje oficialista de Josu Jon Imaz en Bilbo. Ya no hay «sectores» en el PNV, más allá de un «sindicato de cabreados» con la endogamia de la dirección que se expresa más en redes sociales que con iniciativa política. 

A pensar en el partido

Con la previsión de que no haya elecciones en el horizonte y con las instituciones recién estrenadas y «en buenas manos», el presidente del EBB anunció que «es hora de que hagamos una mirada interior, pausada y profunda, a nuestro alderdi y a su futuro».

Aseguró que ahora es preciso acertar en las ideas y en las personas, como en su opinión se hizo en la Asamblea General de Iruñea en 1977, a la salida de la dictadura, y en Zestoa en 1987, después de la escisión del partido. «Hay que poner a punto el alderdi», dijo, para que «siga siendo el líder político fuerte de este país» y lo encamine hacia un «modelo de sociedad justo, ordenado, con prosperidad, equilibrio social y buenos servicios sociales», además de ofrecer un «itinerario creíble y ambicioso hacia el autogobierno pleno».

Según Andoni Ortuzar, «el poder de elegir y decidir va a estar en nuestros batzokis». Otros aseguran que esa capacidad asamblearia del PNV está desactivada hace mucho.