Alegría tras París, Donostia recibe a sus piragüistas Lazkano, Echaniz y Chourraut
Numerosos aficionados han recibido este martes con aplausos y ovaciones a los piragüistas olímpicos del Atlético de San Sebastián recién llegados de París: Miren Lazkano, la veterana Maialen Chourraut y el joven medallista Pau Echaniz, consciente de que ahora toca mantener los pies en el suelo.
Doce años separan el homenaje que el Atlético de San Sebastián, club decano del deporte donostiarra, ha rendido este martes a sus palistas del gran recibimiento que sus seguidores ofrecieron a Chourraut en el aeropuerto de Hondarribia tras subir por primera vez en Londres al podio olímpico.
La piragüista, que se hizo después con el oro en Río y la plata en Tokio, no ha logrado buenos resultados en la capital francesa, pero ha disfrutado como si fuese suyo del bronce de Echaniz, hijo de Xabier Echaniz, su pareja y entrenador.
De hecho, ha cedido el protagonismo a Pau en este acto, que ha congregado a alrededor de dos centenares de personas en el Paseo de la Concha, junto a las instalaciones del club, donde un grupo de niños les han hecho un arco con las palas.
Xabi, preparador también de Pau, decía en una rueda de prensa previa que se siente «un poco triste por Maialen» y «feliz y orgulloso por su hijo». Contaba que ha pasado el viaje de vuelta reflexionando, muy contento pero también preocupado, pensando que «una medalla temprana te puede dar la felicidad y también lo contrario».
«Que no se preocupe, tiene que confiar en la educación que me ha dado, siempre estaré con los pies en la tierra», le respondía su hijo, que el pasado 1 de agosto se clasificaba en el tercer puesto en la prueba de K1 de piragüismo eslalon en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Después, entre la alegría que se ha vivido junto a la playa, ha vuelto a hacer un guiño a los suyos. «La familia es lo primero. Tenerlos ha sido un 'push' que no tiene todo el mundo y tengo aquí colgado esto gracias a ellos», ha asegurado.
Chorraut, que llega «con el corazón tocado» por lo que a ella respecta, se ha mostrado generosa con sus compañeros Miren y Pau. «Ha sido increíble compartir equipo con ellos, un privilegio», ha dicho la deportista guipuzcoana del Basque Team. «Han trabajado por un sueño, han tirado los miedos, han tenido valentía. Miren se metió en la final ¡En sus primeros juegos en una final! Eso no es fácil», ha añadido.
Y también, tras los agradecimientos, ha dado un espacio a la broma porque, según ha asegurado, ella y Pau tiran también de paciencia por tener a un marido, en su caso, y a un padre, en el de Pau, como entrenador.
De este homenaje, se han llevado el cariño de sus paisanos, de los más pequeños también, además de una txapela, regalo de la diputada foral de Deportes, Marta Pastor, que se encontraba entre los congregados, al igual que el alcalde donostiarra, Eneko Goia, el concejal de Deportes, Iñaki Gabarain, y el exfutbolista de la Real Xabi Prieto.