Nacionalistas y unionistas se unen en el norte de Irlanda contra la violencia racista
Las formaciones nacionalistas y unionistas del norte de Irlanda se han unido para hacer frente a la violencia racista que se ha desatado. Michelle O'Neill (Sinn Féin), la ministra principal, ha destacado que «debemos enviar un mensaje claro: no al racismo».
La Asamblea del norte de Irlanda del Norte ha condenado este jueves los daños y ataques perpetrados contra minorías étnicas y ha rechazado todas las formas de islamofobia, xenofobia y racismo, después de una semana de disturbios instigados por la extrema derecha también en Gran Bretaña.
Inglaterra y el norte de Irlanda llevan una semana con continuos focos de violencia que estallaron tras el apuñalamiento de varios menores y dos adultos en un centro recreativo de Southport, en el noroeste inglés, donde tres niñas perdieron la vida.
Los grupos de ultraderecha reaccionaron a ese caso tras divulgarse información falsa por las redes sociales que afirmaban que el autor del ataque –Axel Rudakubana– era un solicitante de asilo, cuando en realidad nació en Gales de padres ruandeses.
En una sesión de urgencia de la Cámara, en receso veraniego, los parlamentarios votaron a favor de una moción presentada por el multiconfesional Partido Alianza, tercera fuerza y socia en el Ejecutivo de poder compartido entre nacionalistas y unionistas.
Su líder y ministra de Justicia, Naomi Long, ha asegurado hoy que la violencia de los últimos días es fruto de la «diseminación de miedo e intimidación a través de peligrosas campañas de desinformación y lavado de cerebro» dirigidas por radicales desde la redes sociales.
«No hay lugar para el odio en nuestra sociedad», ha subrayado Long, quien ha prometido actualizar las leyes sobre delitos de odio para asistir a las víctimas y mejorar la eficacia de la Policía del norte de Irlanda (PSNI) ante el avance de los radicales violentos.
La ministra ha reconocido que el cuerpo ha tenido «una tarea muy difícil» para atajar los recientes disturbios, pero destacó que están trabajando para llevar a los involucrados ante la justicia.
Refuerzos policiales para afrontar disturbios
En este sentido, la PSNI ha confirmado este jueves que ha pedido ayuda a otros cuerpos de Gran Bretaña para afrontar las protestas antiinmigración programadas para los próximos días, con la llegada de más agentes que «brindarán resiliencia y apoyo vitales en desordenes y manifestaciones», según un comunicado.
«Todas nuestras comunidades de emigrantes, todas nuestras comunidades diversas se sienten amenazadas, sienten un miedo que no he experimentado ni he visto en 40 años de servicio policial», ha declarado el superintendente de la PSNI, Jon Boutcher, quien se ha reunido hoy con el Gobierno del norte de Irlanda para informar sobre la situación, antes de la votación en la Asamblea.
En una comparecencia conjunta tras ese encuentro, la ministra principal norirlandesa, la republicana Michelle O'Neill, ha reconocido que los recursos policiales son limitados como resultado de la austeridad impuesta por los gobiernos conservadores durante catorce años, hasta su derrota a manos de los laboristas en las pasadas elecciones generales.
«Pero seamos claros, esta es una actividad racista», ha insistido la líder del Sinn Féin, en referencia a los ataques sufridos por negocios y hogares de minorías étnicas en los últimos días en el norte de Irlanda.
«Hoy debemos enviar un mensaje muy claro a todas esas personas que se han visto afectadas, que decimos no a esto, que decimos no al racismo», ha declarado O'Neill.
Nacionalistas y unionistas, juntos contra el racismo
La viceministra principal, la unionista Emma Little-Pengelly, también ha calificado de «inaceptables» las violentas protestas y los incidentes de odio, si bien ha matizado que una parte de la sociedad tiene «preocupaciones genuinas respecto al acceso a los servicios públicos o una vivienda asequible».
«La violencia nunca es la solución, siempre estará mal. Ese mensaje es claro. Hoy nos oponemos firmemente a la violencia, los desórdenes y el racismo, sin peros ni condicionantes», ha agregado la dirigente del Partido Democrático Unionista (DUP), segunda fuerza del norte de Irlanda.
No obstante, el DUP ha querido matizar la moción original del Partido Alianza al introducir una enmienda que expresaba que la «protesta pacífica es un pilar fundamental de cualquier democracia y debe ser protegida», un añadido que ha sido rechazado por la mayoría de la Asamblea.
El DUP, según los observadores, quería adelantarse con ese texto a una propuesta similar de la Voz Tradicional Unionista (TUV), una formación radical más tibia con las protestas organizadas esta semana exclusivamente en zonas protestantes.