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Bilbao Basket hace las maletas, «preparado» para afrontar el primer asalto de la temporada

Los hombres de negro han presentado este viernes a Zoran Dragic y han protagonizado una sesión ante la prensa antes de irse el domingo a tierras lituanas para afrontar la semana que viene la eliminatoria previa de la FIBA Europe Cup ante el Neptunas Klaipeda y, además, comenzar la Liga ACB.

En el seno de Surne Bilbao Basket creen haber llegado preparados al fuerte arranque de temporada. (Gorka RUBIO | FOKU)

Buen ambiente y buen humor este viernes en el polideportivo de Artxanda en la expedición de Surne Bilbao Basket antes de que haga las maletas y ponga rumbo a Lituania. Después de cinco semanas de entrenamientos, incluyendo seis encuentros amistosos, tendrán que valer para hacer frente a un primer asalto del curso 2024/25 que empieza fuerte. Eliminatoria previa de la FIBA Europe Cup frente al Neptunas Klaipeda –partido de ida en tierras lituanas el día 24, la vuelta el 27 en Miribilla– y el corolario del estreno de la Liga ACB el domingo –en Miribilla frente al Breogán de Lugo–.

Los hombres de negro ponen rumbo a Klaipeda este domingo, por lo que han hecho coincidir la presentación de Zoran Dragic y la sesión de la prensa con técnicos y jugadores. En todos ellos, el «discurso oficial» ha subrayado la buena química de un grupo aún en construcción, pero que ha afirmado llegar «preparado» para afrontar este potente arranque de curso.

«El equipo está dando buenas señales», ha señalado Zoran Dragic, que inicia su tercera etapa en la Liga ACB tras haber defendido la camiseta de Unicaja y Saski Baskonia, equipo con el que conquistó la Liga de la pandemia en el año 2021.

El tercer esloveno en vestir de negro después de Mirza Begic y Miha Lapornik ha incidido en que «todavía nos faltan de entender conceptos, pero estamos en buena sintonía. Lo importante es creer en la posibilidad de ganar».

Otro de los fichajes de la temporada, el noruego Harald Frey, ha añadido que «el equipo aún está poniendo las piezas para construirse. Tiene mucho que mejorar, pero las sensaciones son muy buenas. Tanto las mías, ya que me he encontrado con un grupo de excelentes jugadores y aún mejores personas, como las del grupo».

Al final, los discursos institucionales poco suelen tener de derrotistas, sobre todo cuando los objetivos son claros. Para empezar, en la FIBA Europe Cup, donde el técnico Jaume Ponsarnau ha asegurado que su equipo «quiere jugarla». «La previa frente al Neptunas Klaipeda marca la temporada, por lo que la presión es alta, pero el objetivo del equipo es jugar la fase de grupos de la FIBA Europe Cup», ha insistido el técnico targarino.

Para ello, el preparador catalán ha insistido en que «dar un paso adelante es saber jugar una eliminatoria como esta de 80 minutos o más en la que cada posesión es importante. El Neptunas Klaipeda es un equipo muy lituano en el sentido de jugar dinámico y encontrar el triple. Nos va a exigir mucho. Lo primero que debemos intentar es que nuestra defensa se imponga y les impida jugar dinámico. Y en ataque que sigamos encontrando puntos, como en la pretemporada».

Experiencia y juventud

El arranque de la temporada es, pues, exigente aunque en principio asequible para los hombres de negro. En vista del talante mostrado por los miembros del conjunto y su discurso, la temprana acumulación de viajes y partidos no parece suponer un reto insalvable.

Así las cosas, el islandés Tryggvi Hlinason ha indicado que «es bueno para nosotros para tener dos partidos por semana y mejor para el club y para la afición. El martes será el partido más complicado en Lituania. Lo vamos a intentar hacer bien y luego en casa seguro que lo sacamos adelante», ha indicado, mostrando ya cierta veteranía con la camiseta bilbaina.

Según el gigante nórdico, Bilbao Basket cuenta con virtudes de sobra para afrontar la temporada con garantías. «Somos un equipo que de verdad quiere compartir el balón. También somos bastante físicos en todas las posiciones», ha recalcado.

El discurso de Hlinason un discurso ha estado muy en sintonía con el de su entrenador. «Nos hemos preparado para un inicio de temporada exigente, pero ahora solo tenemos un partido en la cabeza que es el martes. Son los primeros 40 minutos de un gran partido y tenemos que encontrar la forma, el tono, la intensidad y el focus de estos primeros 40 minutos», ha recordado a este respecto Jaume Ponsarnau, quien, por otro lado, sigue con su soniquete de ser «uno de los 16 mejores equipos» en la Liga ACB.

«Una expectativa de ley que es seguir en la liga y ser uno de los mejores 16 equipos de la liga, pero somos ambiciosos y también aspiramos a, dentro de esos 16, ser el mejor que podamos. Para eso tenemos que ir a querer ganar los 34 partidos de liga y todos los de Europa. Y eso nos supone un compromiso día a día y sobre todo que todo el mundo dé el cien por cien. Nuestra gente se lo merece», ha indicado el técnico catalán.

Entre tanta gente experimentada Rubén Domínguez es quizás uno de los contrapuntos. Partiendo por detrás en la rotación de jugadores como Zoran Dragic o Xavi Rabaseda, el andaluz ha indicado que «me intento fijar en mis compañeros de posición, tanto en defensa como en ataque, para poder aprender de ellos».

Domínguez, que debutó en la Liga ACB en la campaña 2021/22 con la camiseta de Estudiantes, ha venido jugando entre 10 y 15 minutos los partidos de pretemporada, mostrando calidad y ser un jugador capaz de aportar, sobre todo por su talento en ataque. «Para mí esos minutos son oro, porque puedo aprender y mejorar. Me va a tocar jugar en el puesto de alero, y aunque en principio he venido jugando más de escolta, tengo el tamaño como para poder cubrir ese puesto sin sufrir en exceso, y además puedo aportar la capacidad de generar juego junto con los otros dos exteriores del equipo», ha asegurado, ojo avizor a los movimientos de sus compañeros y tratando, al ser una apuesta de más largo plazo, ir asentándose para aportar al colectivo desde lo personal.

El caso Bagayoko

Pero siempre hay un pero. Bassala Bagayoko sigue su recuperación y no viajará a Lituania, aunque eso es lo de menos en en este caso, aunque intenta dejar por fin atrás una lesión que truncó su progresión allá por 2022. Y es que el Fuenlabrada, equipo con el que unía el contrato del jugador maliense, reclama 1,1 millones de euros por el jugador en cuanto que cláusula de rescisión, toda vez que el ala-pívot había firmado hasta 2026 con el club fuenlabreño.

La historia está en que el verano de 2023, Bagayoko junto a su tutor legal, Jabardo Martín –que fue quien también firmó el contrato de unión al Fuenlabrada del ala-pívot en 2020–, y sus padres, informaron al club madrileño de la decisión de «rescindir de forma unilateral» el contrato que los unía. Ante ello, que tuvo lugar a finales de junio, el propio club sacó un comunicado en el que aseguraba que era una resolución «que se realiza sin alegar motivo alguno de incumplimiento por parte del club», así como que actuaría en consecuencia «adoptando todas las acciones legales que considere necesarias en la defensa de sus intereses».

Bilbao Basket todavía no se ha pronunciado al respecto, aunque en su día confirmase su fichaje hasta 2028.