INFO

Feijóo tacha de «demencial» al Gobierno y niega contactos con el PSOE por el techo de gasto

El Comité Ejecutivo Nacional del PP ha tenido su primera reunión del curso y se ha ratificado la estrategia de no negociar una nueva financiación autonómica de manera bilateral. Las pérdidas para los territorios por el techo de gasto se admiten pero los barones dicen: «Estamos todos a una en esto».

Feijóo llega a este Comité Ejecutivo Nacional de Madrid, primero del curso. (Alberto Ortega | Europa Press)

Tres semanas después de la puesta en escena en el Palacete Duque de Pastrana de Madrid, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a reunir a sus barones territoriales, aunque esta vez en una cita ampliada: ha sido el primer encuentro del Comité Ejecutivo Nacional del partido en el nuevo curso político y la primera que tiene lugar en tres meses.

No es en cualquier momento: Génova está en plena ofensiva por aire, mar y tierra contra el Gobierno español, que pasa por uno de sus momentos de mayor debilidad, especialmente parlamentaria (y también en las encuestas) y a la vera de volver a quedarse sin presupuestos generales.

Feijóo ha aprovechado además la ocasión para hacer dos anuncios: que esta misma tarde contactarán con los sindicatos UGT y CCOO (no habrá cita con las centrales vascas y gallegas) y con la CEOE para mantener encuentros, y que en pocos días el PP presentará una proposición de ley sobre conciliación para ponerles «una alfombra roja a los valientes que quieran traer una persona a este mundo».

Ninguno de los doce presidentes autonómicos que tiene el PP se ha quejado de la merma de dinero que supondrá que no se apruebe el techo de gasto

 

La reunión a puerta cerrada se ha prolongado por más de una hora y dos fuentes que participaron de ella han asegurado a NAIZ que ningún presidente autonómico (de los 12 que tiene el PP, sin contar el cogobierno en Canarias) se ha quejado por la merma de dinero que sufrirán sus administraciones en caso que no se apruebe el techo de gasto este jueves en el Congreso (aunque luego tendría que haber presupuestos aprobados).

Fuentes de la cúpula de Génova han asegurado que no ha habido contactos por parte del Partido Socialista para conseguir una abstención en la votación de este jueves (que no es la de los PGE sino solamente la aprobación del techo de gasto), a pesar de que filtraciones de algunos medios con lazos aceitados con Ferraz así lo habían indicado el fin de semana.

«A nosotros nadie nos ha llamado», han enfatizado. Sin embargo, cuando se pregunta si en ese hipotético caso el PP reconsideraría pasar del ‘no’ a la abstención, las fuentes han preferido el silencio. También en el entorno más cercano a Feijóo dicen no creer de las cifras que ha difundido el Ministerio de Hacienda.

La cartera que conduce María Jesús Montero señala que un congelamiento del techo de gasto (es decir, que sea el mismo que se presupuestó en 2022) implicará un repliegue de fondos de más de 7.500 millones de euros en el reparto a las comunidades del régimen común, estando entre las más perjudicadas Andalucía y Madrid.

Fuentes del PP madrileño que participaron en la cumbre de este mediodía en un hotel del distrito Chamartín admitían que puede todo acabar en una pérdida de recursos pero enfatiza: «En esta estamos todos a una. También perdemos con el modelo de financiación, que se olvida que Madrid tiene un millón más de habitantes de cuando se pactó».

«Fuera de la realidad»

En el artículo quinto del orden del día, el Comité Ejecutivo Nacional tenía previsto incorporar a ese órgano partidario (que no es la dirección nacional) a Ildefonso Castro, exnúmero 2 del Ministerio de Asuntos Exteriores de los últimos tiempos de Mariano Rajoy. Desde marzo, Castro ostenta el cargo de consejero en política internacional del líder del partido (de quien es amigo personal) y es un refuerzo en los lazos con el exterior en un nicho que compartirá con Esteban González Pons (ahora eurodiputado).

Feijóo: «El presidente que afirma que hay legislatura para rato manda una delegación a Suiza para rogarle a Junts que no la dé por terminada». Aznar, poco antes: «El Gobierno es una delegación del secesionismo en Madrid»

 

En su discurso, Feijóo ha mantenido pirotecnia verbal contra Pedro Sánchez. «Es todo tan demencial que el propio Gobierno dice que no aprobar los presupuestos no es ningún drama, y es todo tan demencial que el presidente que afirma que hay legislatura para rato manda una delegación a Suiza para rogarle a Junts que no dé por terminada la legislatura», ha recalcado. Ha sido en la misma jornada en que, tan solo unas horas antes en la sede de la FAES, José María Aznar aseverara que el Gobierno «es una delegación del secesionismo en Madrid».

«Debería haber alguien en Moncloa que le diga a Sánchez que así no se puede gobernar. No hay un mínimo propósito de enmienda ni humildad para reconocer ningún error, solo la pretensión de que los españoles se agoten con las noticias de cada día y se olviden las del anterior. Solo hay arrogancia, están fuera de la realidad», ha añadido. La diatriba ha seguido un buen rato, ratificando la decisión de que nadie del PP negocie bilateralmente un cambio en la financiación o quita de deuda («lo que es de todos se decide entre todos»), y diciendo que el cambio vendrá «cuando el independentismo no tenga más nada que exprimir».

Feijóo ha querido transmitir la imagen no sólo de unidad entre los suyos sino de una especie de «gobierno en las sombras», al estilo británico (conocido como shadow cabinet) en el que se muestra hiperactivo. «El cambio ya ha empezado, hay alternativa», ha reiterado y por ello comunica que las reuniones con agentes sociales, nuevas proposiciones de leyes en agenda social como es la conciliación (que apunta a mejorar en su segmento de votantes más débil, las mujeres jóvenes) y las reuniones con líderes como la primera ministra Meloni.

Al respecto, desde el entorno del presidente «popular» han quitado relevancia a las opiniones de importantes líderes de opinión de la prensa que apuntan a que Feijóo ha elegido el rumbo de Meloni y no el de liberales como Macron o Tusk. «Que tengan suerte con dejar a Feijóo como un extremista, es el marco de la izquierda y sus altavoces mediáticos», han ironizado. Cabe recordar que la conciliación también fue una bandera que utilizó Meloni en su campaña de 2022.

«Hay una alternativa que no se va a quedar esperando su turno. El cambio no vendrá solo del gobierno decadente e inoperante. Ante un gobierno cuya decadencia se acelera, elevemos el listón. No solo seamos exigentes con ellos, seamos exigentes con nosotros mismos», ha enfatizado ante sus dirigentes.

Quienes participaron del cónclave han dicho que la conversación ha sido cordial y que no hubo opiniones disruptivas. El consenso alcanzado por Feijóo parece unánime incluso aunque la estrategia implique riesgos como perder recursos y escorar el partido a la derecha con cuestiones sensibles como la migración: se huele la debilidad del PSOE y el objetivo de acoso y derribo es indiscutido.