Osakidetza tendrá que volver a baremar la puntuación por la experiencia en su mayor OPE
Osakidetza tendrá que baremar de nuevo la puntuación por la experiencia laboral de los aspirantes a la mayor OPE de su historia, más de 7.600.
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) obliga al Departamento de Salud del Gobierno de Lakua a volver a baremar la puntuación por la experiencia laboral de los aspirantes en la mayor OPE de la historia de Osakidetza, con más de 7.600 plazas.
Esta resolución responde a un recurso planteado por el sindicato Satse que fue atendido en primera instancia y que ahora ha sido ratificado parcialmente por el TSJPV.
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Gasteiz dio la razón a Satse en su reclamación contra las bases aprobadas por Osakidetza para la Oferta Pública de Empleo (OPE) 20-21-22 y de Estabilización.
Satse presentó la demanda por entender que Osakidetza actuó de manera unilateral al unir dos procesos en uno: uno ordinario de OPE 20-21-22 y otro extraordinario de Estabilización, para los cuales diseñó las bases correspondientes «sin tomar en cuenta las aportaciones de los sindicatos».
El fallo del TSJPV ratifica la posición del sindicato al establecer que en el proceso ordinario debe puntuarse igual el mérito por los servicios prestados en Osakidetza, la Seguridad Social o los servicios de salud de las autonomías, o en cualquier administración pública y en los servicios sanitarios de la UE, según han informado fuentes del citado sindicato.
Sin embargo, el TSJPV estima parcialmente el recurso de apelación presentado por Osakidetza contra la sentencia de primera instancia y revoca la anulación establecida en la misma de las bases que limitan la valoración de servicios prestados a los últimos 20 años y la formación a los 10 años.
La reclamación de Satse se centraba en la exclusión «injustificada» de la experiencia profesional adquirida en otras administraciones públicas y en la Unión Europea en el proceso ordinario de la OPE 20+21+22, y en que Osakidetza había establecido límites «irrazonables» en la puntuación, que únicamente reconocía la formación realizada en los últimos 10 años, así como en la consideración de la experiencia laboral en los últimos 20 años.
Para Satse, estas bases penalizaban a las mujeres, que son quienes cogen mayor número de excedencias para el cuidado de menores y quienes se pueden ver mayoritariamente afectadas en cuanto a su formación, y a las personas con mayor edad, que son quienes pueden perder un mayor número años de servicios prestados y que en esta etapa profesional se forman menos, puesto que ya cuentan con un mayor bagaje y especialización.