El Consistorio de Bilbo aprueba definitivamente sus cuentas entre críticas de la oposición
El Ayuntamiento de Bilbo ha aprobado definitivamente sus cuentas para 2025 tras desestimar la reclamación presentada por el sindicato ELA entre críticas de la oposición por la «falta de diálogo» por parte del Gobierno de Juan Mari Aburto. El alcalde ha tenido que abandonar la sesión por enfermedad.

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El Consistorio de Bilbo ha aprobado este viernes, de manera definitiva, sus presupuestos para 2025, con una cuantía de 719 millones, un 2,6% más que este año, y 122 millones de inversión, frente a los 121 millones del actual ejercicio, para «mantener la calidad» de los servicios, incrementar las prestaciones «más necesarias» y atener a los «más vulnerables».
Tras la aprobación, de manera inicial, de las cuentas el pasado 29 de noviembre –con el rechazo de las enmiendas a la totalidad y la incorporación de 16 enmiendas parciales presentadas por EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP, por valor de 1.050.000 euros– el pleno ha sometido a votación este viernes, en sesión extraordinaria, las reclamaciones de ELA, que han sido desestimadas con los votos en contra del equipo de gobierno.
La reclamación presentada por el sindicato ELA incluía aspectos como la revisión de la valoración de los puestos de trabajo, la creación de nuevas plazas, la compensación retributiva del 100% en casos de contingencia común o la reversión de lo privatizado con la subrogación del personal.
Posteriormente, se ha votado la aprobación definitiva de los presupuestos, que entrarán en vigor el 1 de enero, con el voto contrario de los tres grupos de la oposición y el respaldo de los socios de gobierno, PNV y PSE. La sesión extraordinaria del pleno ha estado presidida por la primera teniente de alcalde, Amaia Arregi, debido a la ausencia del alcalde, Juan Mari Aburto, que ha tenido que ser trasladado al hospital tras sufrir una subida de fiebre por la gripe.
La concejala de Hacienda, la jeltzale Marta Ajuria, ha precisado que la reclamación presentada por ELA «no tiene encaje en los supuestos legales establecidos por la norma foral», por lo que se ha desestimado, y ha remarcado que la interpretación que hacen desde el Gobierno municipal de estas reclamaciones «está basada en la aplicación de la legalidad vigente y en la jurisprudencia que es común a todos los municipios en los que se presentan la reclamaciones».
Qué es una negociación
Desde la oposición, la portavoz de EH Bildu, María del Río, ha insistido en la necesidad de repensar «la forma en la que se deciden y debaten políticas públicas» y también en cómo se debaten los presupuestos con el resto de grupos municipales, con quienes no formamos parte de Gobierno municipal» porque «lo que se realiza hasta la fecha no puede considerarse una negociación».
«Una reunión de 10 minutos no es una negociación», ha advertido, para remarcar que «la negociación, se llegue a acuerdos o no, debería ser la norma, y lo es cada vez en más sitios». En ese sentido, ha deseado para el año que viene «un gobierno municipal que crea en la negociación, no solo por una cuestión democrática, también por una cuestión de eficacia».
Por su parte, la portavoz del PP, Esther Martínez, ha mostrado su rechazo al presupuesto, porque "«no son los presupuestos que necesitamos los bilbaínos», y ha criticado que el Gobierno municipal está «más preocupado en mantener la superestructura que han generado y, sobre todo, en ver de dónde sacan los ingresos, que siempre son del bolsillo de los ciudadanos» y «menos ocupado en poner todo el impulso e interés en cuestiones como la seguridad, la vivienda o los autónomos».
A su vez, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Ana Viñals, ha lamentado que el diálogo ha sido «escaso» en relación con las reclamaciones sindicales presentadas al presupuesto y, «un año más», el Gobierno municipal «las ha vuelto a rechazar», cuando son «pertinentes y, de alguna manera, evidencian que en Bilbao existe una fuerte tensión entre quienes siempre hemos defendido la gestión pública plena y directa y quienes prefieren hacer experimentos privatizadores, camuflados bajo supuestas prácticas de buen gobierno».
Por último, la portavoz del PSE, Nora Abete, ha defendido que el presupuesto aprobado «responde a lo que la ciudadanía nos demanda, que son soluciones y estabilidad». Además, ha asegurado que el equipo de gobierno «ha trabajado con una meta clara, que cada euro destinado en el presupuesto represente un compromiso con los bilbaínos, que responda a sus necesidades y que asegure que nuestra ciudad sea inclusiva sostenible y próspera».