Bulos en torno a un antiguo caso de agresiones sexuales que Musk intenta vincular a Starmer
La polémica suscitada por las acusaciones del multimillonario Elon Musk contra el primer ministro británico, Keir Starmer, en el escándalo de agresiones a menores en ese país ha generado en redes contenidos engañosos contra el líder laborista y sobre un caso que conmocionó al país hace una década.
Bulos que intentan ligar al primer ministro británico, Keir Starmer, con una antigua trama de agresiones sexuales están proliferando después de una insinuación de Elon Musk, en un caso analizado por el servicio Efe Verifica.
En una publicación en la red social X, Musk acusó a Starmer de ser «cómplice» de «violaciones masivas a cambio de votos» en sus años al frente del Servicio de Fiscalía de la Corona (2008-2013), en referencia a la oleada de casos de abusos de menores a manos de bandas organizadas (bautizadas en inglés como 'grooming gangs').
Distintas investigaciones revelaron el alcance de un escándalo que afectó, entre los años 80 y alrededor de 2014, a miles de menores de localidades como Rotherham, Cornualles o Bristol, al tiempo que evidenciaron la falta de respuesta de las autoridades.
A raíz de las acusaciones de Musk, múltiples publicaciones en redes sociales sugieren que el escándalo ha estallado recientemente y aseguran que el número real de víctimas oscila entre 20.000 y 200.000 y que los abusos se extendieron desde 1990 hasta 2024, gracias, en parte, al supuesto silencio judicial y mediático que imperó en esos años.
Un caso que conmocionó a Reino Unido
Las primeras investigaciones acerca de estas redes de explotación de menores comenzaron en los 90, pero fue principalmente a partir de la década de 2010 cuando las pesquisas evidenciaron el alcance de este escándalo, del que no existen pruebas de encubrimiento por parte de Starmer y de la prensa ni de que el caso haya seguido hasta la actualidad y haya afectado hasta a 200.000 menores.
En 2011, ‘The Times’ publicó un extensa investigación sobre estas bandas, formadas predominantemente por hombres asiáticos, que durante más de una década habían abusado de «centenares jóvene»" de entre 11 y 16 años en el norte y el centro de Inglaterra.
En 2014, una investigación independiente elaborada por la académica Alexis Jay apuntaba a que al menos 1.400 niños fueron objeto de explotación sexual en Rotherham entre 1997 y 2013. El informe constató que las víctimas fueron «violadas por múltiples agresores», «secuestradas», «golpeadas e intimidadas» e incluso hubo ejemplo de niños «rociados con gasolina» y «obligados a presenciar violaciones».
Tras este informe, la Agencia Nacional del Crimen puso en marcha una investigación, bautizada como 'Operación Stovewood', en la que, hasta la fecha, se han identificado a más de 1.150 víctimas y detenido a 220 personas, tanto de origen extranjero como británico.
Otro informe de 2022 dirigido por Jay, esta vez encargado por la Cámara de los Comunes, recogía casos datados en ciudades como Oldham, Oxford o Rochdale.
Ese mismo año, otra publicación revelaba que en la localidad de Telford más de mil menores fueron explotadas sexualmente durante décadas ante la incapacidad de las autoridades para investigar a los «delincuentes envalentonados».
Ninguna de estas informaciones documenta casos que se hayan dado en la última década, a pesar de lo que afirman las publicaciones de redes sociales.
Sin prueba alguna sobre Starmer
Keir Starmer estuvo al frente del Servicio de Fiscalía de la Corona entre 2008 y 2013. Bajo su mandato, el citado organismo calificó de «poco fiable» el testimonio de una víctima en Rochdale tras una investigación realizada entre 2008 y 2009, una criticada decisión que impidió llevar el caso a juicio.
En 2011, Nazir Afzal, quien fue nombrado por Starmer fiscal jefe para el noroeste de Inglaterra, revocó la decisión tras asumir el cargo.
En 2013, el ahora primer ministro ordenó una amplia reestructuración de la respuesta de la Fiscalía a los delitos de explotación sexual contra menores y reconoció que el sistema judicial británico había fallado a una generación de niñas por culpa de una «serie de suposiciones, mitos y estereotipos» sobre las agresiones sexuales.
En este sentido, la comisión de Asuntos Interiores de la Cámara Baja destacó en un informe de 2013 que, a diferencia de otros organismos, el Servicio de Fiscalía de la Corona reconoció que "las víctimas habían sido defraudadas" e intentó "tanto descubrir la causa de este fallo sistemático como mejorar la forma en que se hacen las cosas para evitar que se repitan estos hechos".
En este sentido, destacó las medidas aplicadas por Starmer para "mejorar el tratamiento de las víctimas de agresiones sexuales en el sistema de justicia penal".
Un año después, el informe de Alexis Jay determinó que Starmer había establecido un nuevo conjunto de directrices en torno a la persecución de la explotación sexual infantil para evitar que se repitieran errores anteriores.
Ni en ese reporte ni en el resto de informaciones que se han publicado hasta la fecha hay evidencia alguna que pruebe que Starmer entorpeció o bloqueó personalmente las investigaciones.
No hay un dato total de las víctimas
Según la BBC, no existen datos concretos sobre el número de víctimas de las «grooming gangs», ya que los registros no distinguen a los menores abusados sexualmente por el tipo de agresor.
Los casos y operaciones documentados en el informe de Alexis Jay de 2022 dejan un balance de más de 600 víctimas y más de 100 condenados, sin contar los más de 1.150 menores identificados y los 39 procesados en la 'Operación Stoverwood'.
En conclusión, a pesar de lo que sugiere Musk y usuarios de redes sociales, nada prueba que Starmer intercediera para frenar las investigaciones de los casos de abusos a menores por parte de bandas en Reino Unido, unos hechos que fueron documentados e incluso destapados por la prensa.
Además, tampoco hay evidencia de que se hayan registrado casos hasta 2024, diez años después de que estallara el escándalo, ni de que el número de víctimas alcance las 200.000.