INFO

La primera vuelta de la Liga F abre la puerta a una gran temporada

La Real alcanza el ecuador del torneo en puntos de Champions, viva en Copa y a punto de disputar la Supercopa. El Athletic, tres puntos por debajo, también se ilusiona con Europa. El Eibar se mantiene a salvo aunque con trabajo por hacer.

Mirari intenta avanzar ante Eider durante el derbi de Ipurua. (Andoni Canellada | Foku)

Con una goleada, una gran actuación sin premio y una sorpresa histórica concluyó la primera vuelta de la Liga F para los tres representantes vascos, que alcanzan el ecuador de la temporada con un panorama prometedor a la vista. La Real lo hace en puntos de Champions –solo el golaverage le deja por debajo del Atlético de Madrid–, viva en Copa y a punto de disputar la Supercopa. El Athletic, tres puntos por debajo de las donostiarras, también se ilusiona con Europa. Y el Eibar, revitalizado tras su triunfo en Valdebebas, se mantiene a salvo del descenso aunque con trabajo por hacer.

Nuevo proyecto, ilusiones renovadas

La Real arrancó el curso con un nuevo proyecto encabezado por José Luis Sánchez Vera, una vez concluida la larga etapa de Natalia Arroyo. Fructífera aunque el equipo acabó perdiendo competitividad, lo que convenció a club y entrenadora de que era el momento de separar sus caminos.

La entidad txuriurdin optó por contratar a un técnico de éxito y con experiencia para liderar un proyecto por el que ha realizado una fuerte apuesta, que incluye la construcción del edificio Izan en Zubieta y la reciente contratación de Maider Castillo como responsable del fútbol femenino de elite, un puesto en el que trabajará codo con codo con Garbiñe Etxeberria.

Aunque se trata de un plan a medio-largo plazo, la ilusión por volver a pelear cuanto antes por objetivos que ya se han alcanzado en temporadas anteriores –el debut en Europa o una segunda final de Copa– es patente, incluso tras un complicado arranque liguero que llevó a las donostiarras a enlazar dos derrotas. Tampoco era un drama, sobre todo teniendo en cuenta que uno de los dos partidos le enfrentó al Barcelona y que hacía falta tiempo para encajar todas las nuevas piezas –Lucía Rodríguez, Cahynová, Violeta Quiles, Lucía Pardo, Lavogez– al equipo y éste a su nuevo cuerpo técnico, que además acometía el reto habiendo perdido a la máxima goleadora de las dos últimas temporadas, Synne Jensen.

En el arranque de curso, sin embargo, inquietó más el trabajo defensivo que el ofensivo. Hubo que esperar, sin ir más lejos, hasta la quinta jornada para que la Real dejara su puerta a cero por primera vez. Los números han mejorado ostensiblemente en ese sentido a lo largo de los meses y, sin embargo, vuelve a ser la faceta que mayor inquietud genera de cara a la segunda vuelta. Y es que la Real ha perdido para lo que queda de temporada a su central de referencia, Manu Vanegas, que se rompió el ligamento cruzado anterior en el primer partido de 2025. Un golpe duro para una línea que ya venía tocada, después de que María Valle, cedida por el Real Madrid, ni siquiera haya podido debutar aún tras lesionarse en pretemporada. Además, Violeta Quiles -que ha perdido protagonismo–, Izarne y Etxezarreta no han acabado de ganarse la confianza absoluta de su entrenador, lo que ha depositado prácticamente toda la responsabilidad defensiva en Vanegas, Apari y una Lucía Rodríguez que, en su regreso a Zubieta está ejerciendo de navaja suiza: ha jugado ya en todas las posiciones de la defensa y en ninguna ha desmerecido de su habitante "natural". En el partido contra el Espanyol fue Cahynová la que retrasó su posición en la segunda parte para acompañar a Apari pero, pese a su buena actuación, la labor de la checa en el centro del campo es demasiado relevante como para convertir ese movimiento puntual en definitivo. Las centrales zurdas son una rara avis pero el club rastrea el mercado, sobre todo porque como confesó Sánchez Vera a principio de temporada, en Zubieta no se ve una futbolista con posibilidad de dar el salto con garantías en el corto plazo.

Y no es porque el técnico no confíe en las jóvenes aunque tampoco regala, como ya advirtió, minutos a las futbolistas por el simple hecho de ser de la casa. De hecho, Nora Sarriegi –como Jacquie Owusu– ha dejado el club en invierno para fichar por Osasuna, seis meses después de dar el salto al primer equipo y sin haber jugado un solo minuto.

Franssi muestra la camiseta de Vanegas tras marcar ante el Espanyol. (Real Sociedad)


Posiblemente es el mayor hándicap al que tendrá que hacer frente el equipo –junto a la baja de Lavogez, si se alarga mucho– en los próximos meses. No les va mucho mejor a Viles, que curiosamente también se hacía este curso con ficha del primer equipo, e Izarne. Sin embargo, Guridi empieza a acumular minutos y Malen Lezeta y la gran promesa de Zubieta Intza Egiguren han debutado ya con las «mayores».

La alta exigencia del técnico a la hora de dar minutos a sus futbolistas también hace que la plantilla se vea un poco corta para afrontar cuatro meses muy exigentes. Lo son tanto por lo ambicioso de los objetivos como por la acumulación de esfuerzos. Especialmente en este arranque de año, en el que a la Liga se le unen Copa y Supercopa. Y es que las donostiarras ya han alcanzado su primera meta, al entrar en 2025 vivas en tres competiciones. El jueves disputarán la semifinal de la Supercopa, por tercera vez en su historia, frente al Real Madrid. También se enfrentarán al equipo blanco en la eliminatoria de cuartos de final de Copa, que se jugará el próximo trece de febrero. Y, por supuesto, pelearán por regresar a la Champions League, mucho más atractiva para los equipos en el nuevo formato que entrará en vigor el próximo curso que la del debut europeo de las donostiarras, hace dos temporadas, que de hecho se saldó con la eliminación del equipo a las primeras de cambio a manos del Bayern de Munich.

Con el Barcelona afilando el colmillo en Copa y Supercopa, el tercer puesto de la Liga es, sobre el papel, el objetivo más asequible por el que puede pelear la Real en esta segunda vuelta. Para empezar, porque ahora mismo está en puntos de Champions, algo que a estas alturas de la competición solo había conseguido en 2022, cuando de hecho acabó en la segunda plaza solo por detrás del Barcelona. Solo el golaverage le separa del Atlético de Madrid, que además tiene un partido más que las donostiarras, que deben recuperar aún el choque aplazado frente al Real Madrid de la 11ª jornada. Pero sobre todo porque, con sus sombras, la Real navega en trayectoria ascendente, al contrario que las colchoneras. Pese a que el Real Madrid ha sido su único rival de la parte alta, el Atlético solo ha ganado un partido en las siete últimas jornadas, hasta el punto de que Víctor Martín puede ser el próximo entrenador en irse al paro.

De hecho, parece un rival más temible ahora mismo el Athletic, a solo tres puntos de las txuriurdines y también en trayectoria ascendente. El equipo vizcaino, además, puede centrar todos sus esfuerzos en Liga, tras caer de la Copa a las primeras de cambio.

Una cantera inagotable

Esa eliminación en Copa fue un golpe doloroso. Por el fondo, ya que el club había depositado mucha ilusión en una competición que le ha sido muy esquiva históricamente, tras haber alcanzado las semifinales en las dos últimas ediciones, y por la forma, no en vano cayeron merecidamente ante el Cacereño, rival de 1ª RFEF y que jugó toda la segunda parte en inferioridad.

El consuelo está en el tópico y el Athletic centrará sus esfuerzos en la Liga, que le ofrece la posibilidad de regresar a Europa nueve años después de que su último título le diera el billete a la Champions League. De aquel equipo campeón, tras la retirada este verano de Garazi Murua y Yulema y la marcha de Eunate, solo queda en la plantilla Maddi Torre, aunque entonces era jugadora del filial y el fútbol le ha llevado a Badajoz, Sevilla y Donostia antes de regresar al vestuario del Athletic para ejercer de veterana. De muy veterana porque la velocidad a la que irrumpen nuevas generaciones de futbolistas en el primer equipo rojiblanco es de marca. Con Unzue y Peke de baja, Itxaso lesionada y Quiñones definitivamente desplazada del once por Nanclares, apenas cuatro futbolistas mayores de 23 años cuentan entre las habituales de David Aznar –la propia Maddi, Leire Baños, Nahikari y Azkona, todas ellas por debajo de los treinta–, que sigue depositando toda su confianza en la chavalería. La mayoría procedente de la inagotable cantera de Lezama pero también las incorporaciones externas más jóvenes como Maite Valero o en menor medida Vilariño se hacen hueco en los planes del técnico madrileño.

Pese a la juventud de la plantilla, la apuesta del club es clara. El Athletic invierte dinero en cantera, infraestructuras y fichajes y quiere resultados a cambio. La excepcionak segunda vuelta de la temporada pasada ilusionó a la familia rojiblanca con la posibilidad de hacerse un hueco en el segundo escalón de la Liga, lo que se convirtió ya en un objetivo para la temporada actual. Un curso que empezó con buenos resultados –victorias ante Levante y Granada– pero que decayó después en los marcadores y sobre el terreno de juego. Algo habrán tenido que ver las bajas porque han pasado o están todavía en la enfermería, con dolencias de mayor o menor gravedad, Oguiza, Itxaso, la ascedida Miranda, Sanadri, Zugasti... y así hasta completar una lista interminable en la que se incluye Bibi Schulze que, tras un verano mágico en el que se colgó el bronce olímpico con Alemania, se rompió el ligamento lateral cruzado, condenándose a seguir la temporada desde la sala de rehabilitación.

Sara Ortega centra ante la oposición de Engen. (Marisol Ramírez/Foku)


La lesión de la central ha evidenciado un agujero en la confección de la plantilla y ha desencadenado una serie de movimientos en algunos casos sorprendentes, por mucho que se haya convertido en hábito ver a Leire Baños y Maite Zubieta conformando la línea de centrales junto a Maddi. Lo cierto es que las pruebas y variaciones son marca de la casa de Aznar, que también ha movido a Sara Ortega por todo el campo, y no duda en alinear a Clara Pinedo y Valero en el pivote pese a tener a Mariana disponible -la navarra ha acabado marchándose cedida al Eibar en el mercado invernal– o a una central como Landaluze, cuya presencia liberaría a Zubieta o Baños. Gusten más o menos las decisiones de Aznar, los resultados le están dando la razón porque el Athletic superó el bache otoñal para empalmar su mejor racha de resultados, con cuatro victorias consecutivas que le han llevado a colocarse a solo tres puntos de Atlético y Real, con un partido menos que las colchoneras. Una racha que se vio rota el pasado sábado por el Barcelona en un partido que deja lecturas bastante más positivas que el resultado final. Y es que el nivel competitivo que mostraron las rojiblancas ante un rival intratable, que no pudo marcar hasta el minuto noventa, provoca que las esperanzas que pueda generar la clasificación se trasladen al ámbito de las sensaciones.

La ventaja del Athletic respecto a sus rivales por la tercera plaza, al menos en las próximas semanas, es que puede centrarse en la Liga, mientras Atlético y Real tendrán que disputar los cuartos de final de Copa y el equipo txuriurdin, además, la Supercopa. El reto pasa por marcar una línea más regular que la de la primera vuelta, como ya hizo el año pasado y también por mejorar en el plano ofensivo. Es el equipo menos realizador de los tres que pelean por ese último billete para la Champions y aunque son muchas las futbolistas que ya han mojado, echa en falta la aportación de una goleadora de referencia, con Nahikari todavía muy lejos de lo que fue, Azkona aún sin estrenarse y Patricia Zugasti y Sanadri con menos minutos y lastradas por los problemas físicos.

Manual de resistencia

El gol es también un artículo de lujo para el Eibar, que apenas ha marcado once en toda la primera vuelta. Pero el equipo azulgrana sabe sacar rendimiento a los poquitos que marca: solo el Espanyol, que ha conseguido un punto más habiendo marcado los mismos, saca más partido de su limitada puntería. Y es que Pedro Sánchez tendrá que consultar en Ipurua antes de publicar la tercera parte de su «Manual de resistencia». Como la pasada temporada, la de su debut en Primera, las azulgranas viven al filo de la navaja pero con sus limitados recursos, han vuelto a conseguir alcanzar el ecuador liguero sin haber pisado puestos de descenso ni una sola vez. Este año, de hecho, acaban la primera vuelta con un colchón más mullido respecto a la 15ª plaza; son siete hoy frente a los seis de la temporada anterior.

El salto lo han dado, precisamente, en la última jornada de la primera vuelta, cuando consiguieron imponerse por primera vez en su corta relación al Real Madrid, un rival al que esta temporada solo había derrotado el Barcelona y apenas el Atlético le había rascado otro punto. El partido de Valdebebas bien puede valer como resumen de estos meses: el derroche físico, la concentración y la solidaridad defensiva hicieron buenos el acierto de Andrea Álvarez para fabricar y aprovechar una ocasión y el de Miralles para mostrarse intratable bajo palos, de la misma manera que la confianza, el trabajo y la personalidad le han permitido sobrellevar una racha demoledora que le tuvo diez jornadas sin ganar, gracias a las contadas alegrías que ha ido dándose de tanto en cuanto. La experiencia del curso pasado también va a favor de un equipo que caminó de menos a más para firmar una sensacional segunda vuelta, esperanza a la que también se aferra ahora el grupo de Yerai Martín.

Amani controlael balón ante Moller. (SDEibar)


Esta vez la afrontará, en buena medida, sin Ane Campos, que en el parón navideño pasaba por quirófano para solucionar una lesión en el tobillo. Puede que sus tres goles no digan demasiado pero junto a sus dos asistencias ya suponen la mitad de los goles que ha marcado el equipo y, más allá del plano numérico, la aportación de la capitana al juego del equipo es difícil de suplir. Ese papelón le corresponderá en buena medida a Andrea Álvarez, que por fortuna acostumbra a exprimir los minutos de los que dispone, aunque compartirá responsabilidad con una Espe Pizarro más discreta esta temporada y Monnecchi, cedida por la Fiorentina hasta final de temporada y que, como sus compañeras, ofrece más trabajo que goles.

Difícilmente acudirá al mercado en busca de pólvora un equipo sin demasiadas posibilidades económicas y que, de momento, ha reforzado el centro del campo con la llegada de Mariana. Es la tercera futbolista cedida por el Athletic, después de Eider Arana, que repite tras su buena experiencia de la temporada pasada, y Eunate Astralaga, que pareció hacerse con la titularidad en la recta final de 2024 pero que ha vuelto a verse desbancada por Miralles, más aún tras la sensacional actuación de la castellonesa en Valdebebas.

El día de la marmota

La Liga F, por otra parte, llega a su ecuador con el Barcelona como líder destacado. Otro día de la marmota aunque con algún matiz porque a las blaugranas, dirigidas por Pere Romeu tras la marcha de Jonathan Giráldez al imperio Kang, se les ha visto sufrir en más de un partido, incluso han tenido que remontar en alguna ocasión. La situación, en cualquier caso, es la de siempre: el Barcelona lidera la clasificación con pleno de puntos y la única duda es saber cuánto fallarán sus perseguidores para calcular cuándo asegurará el título de forma matemática.

Tampoco parece que el Real Madrid, que se ha reforzado mejor que nunca, vaya a caer de la segunda plaza. No puede decirse lo mismo de un Atlético cuyo nuevo proyecto se atasca, hasta el punto de que Víctor Martín camina con una soga al cuello. Hasta ahora son tres los técnicos que han caído, los de los tres equipos que cierran la clasificación. Pese a sus buenos números en el banquillo coruñés, el Deportvo cesó a Irene Ferreras en la 11ª jornada para colocar a Fran Alonso en el banquillo. Después fue José Luis Bravo el que dejó su puesto a Cristian Toro en el banquillo de un Valencia que ha acelerado la trayectoria descendente que venía marcando los últimos años. Colista desde la cuarta jornada, tuvo que esperar hasta el primer partido de 2025 para celebrar el triunfo, ya bajo la batuta de un Cristian Toro con el que vivió su mejor época y que vuelve a ponerse el mono de trabajo tras dejar el Sevilla en verano. En la otra orilla del Túria también han rodado cabezas. La de Roger Lamesa, concretamente, que esta temporada se hacía cargo del histórico equipo granota, muy afectado por los recortes económicos, donde no ha podido dar continuidad a su buen trabajo en el banquillo del Granada. El Levante, de hecho, cierra la primera vuelta acompañando al Valencia en puestos de descenso tras haber sumado un solo punto en las siete últimas jornadas.

Edna Imade es la segunda máxima realizadora de la Liga. (Liga F)


Una situación parecida a la que vivió en el arranque de curso el Betis de Joseba Agirre, que no marcó su primer gol hasta la séptima jornada. Pero el club mantuvo la confianza en el técnico vasco que, aunque la distancia con el descenso no es todavía amplia, ha reconducido la situación. Qué decir del Granada, que de encajar cuatro derrotas en las cinco primeras jornadas –incluyendo el marcador más contundente en lo que llevamos de curso, el 10-1 que le endosó el Barcelona– ha pasado a convertirse en el equipo revelación: desde noviembre solo ha dejado escapar un partido y ya es sexto, solo por detrás de los equipos que pelean por Europa.

Parte de la responsabilidad de Edna Imade que, con sus once goles, es la única delantera capaz de seguirle el ritmo a Ewa Pajor. La artillera polaca llegó en verano al Barcelona y lidera la tabla de realizadoras con 14 dianas. El podio lo completa su compañera Alexia con nueve y Amaiur Sarriegi es séptima con seis dianas, las mismas que Aitana y Ajibade. También la máxima asistente del campeonato se enfunda la camiseta del Granada: nueve ha firmado Laura Pérez, dos más que Alexia y tres más que Batlle y Graham Hansen. En el pequeño pelotón que les sigue con cinco asistencias se encuentran Nerea Nevado y Andreia. A Eibar se lleva Amani el reconocimiento a la futbolista que más duelos ha ganado en estas 15 jornadas, por delante de Rosa Márquez y Ainoa. Por su parte, Andreia es la futbolista que más pases ha completado, solo por detrás de Mapi León y Patri Guijarro.