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Miles de personas denuncian que «México no es un país, es una fosa»

Miles de personas han salido a las calles en distintos puntos de México para recordar a las víctimas de desaparición tras el hallazgo de fosas comunes en un rancho cerca de la ciudad de Teuchtitlán, en Jalisco, en el que miembros del cártel Jalisco Nueva Generación entrenaban a jóvenes reclutados.

Acto celebrado en la capital mexicana para denunciar las fosas comunes halladas en Jalisco. (EUROPA PRESS)

«México no es un país, es una fosa» han denunciado miles de personas que se han manifestado en el país azteca tras el hallazgo de fosas comunes en Jalisco.

Los manifestantes han colocado 400 zapatos y velas frente al Palacio de Gobierno de ese estado mexicano en recuerdo de las víctimas del rancho Izaguirre, una finca de casi diez hectáreas utilizada por el cártel Jalisco Nueva Generación como presunto centro de confinamiento, adiestramiento y exterminio.

Ante la atenta mirada de un fuerte dispositivo policial, los manifestantes han desplegado una pancarta con la frase ‘México no es un país, es una fosa’ durante un acto pacífico marcado por la indignación de los presentes, que han reclamado justicia a las autoridades mexicanas.

Las mismas escenas se han repetido en otros puntos del país. En la capital, Ciudad de México, familiares de los desaparecidos han colocado carteles en el altar de la Catedral Metropolitana durante una misa previa a la vigilia por las víctimas.

El colectivo Guerreros Buscadores encontró lotes de restos óseos fragmentados y con indicios de exposición térmica, así como 400 prendas e indumentaria, 96 casquillos de diversos calibres, tres cargadores, unos aros aprehensores metálicos y libretas.

El grupo, además de calcinar los restos de sus víctimas, los ocultaba bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra. La oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha reclamado a las autoridades de México una investigación «exhaustiva» tras el «perturbador» hallazgo de los restos humanos.