El Parlamento navarro insta a firmar ya un convenio para el uso memorialista de Ezkaba
El Parlamento de Nafarroa ha dado su visto bueno a una moción de Contigo-Zurekin por la que se insta al Gobierno español a firmar urgentemente un convenio para el uso memorialista del fuerte de Ezkaba y que en la elaboración del proyecto participen las asociaciones memorialistas y entidades locales.

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Que se firme ya un convenio para el uso memorialista del fuerte de Ezkaba. A esto es a lo que insta el Parlamento de Nafarroa al Gobierno español, tras aprobar una moción en este sentido de Contigo-Zurekin, junto a dos enmiendas in voce a la misma presentada por UPN para que la cesión del fuerte sea asumible económicamente para Nafarroa y que participen en el proyecto las entidades locales afectadas.
La moción ha sido aprobada en la comisión de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskara de la Cámara, tras ser defendida por el portavoz de Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán, quien ha recordado que «hace un par de semanas, en el marco de la conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco, conocimos el anuncio del Gobierno de España de que próximamente el fuerte de San Cristóbal, situado en el monte Ezkaba de Pamplona-Iruñea, se convertirá durante este año 2025 en lugar de memoria, al amparo de la Ley de la Memoria Democrática de 2022».
Ha calificado ese anuncio de «buena noticia», pero al que debe seguir «la formalización de un convenio de colaboración entre Gobiernos que posibilite un uso memorialista del fuerte». Un paso que ha considerado fundamental «ante el auge mundial de la reacción» y teniendo en cuenta que es «una instalación clave e inmejorable para proyectar esas políticas públicas de memoria a toda Navarra, al conjunto del Estado e incluso a Europa».
Guzmán ha repasado la historia del fuerte de Ezkaba, que se quedó obsoleto antes de que terminara de ser construido en 1919, y que «ha sido almacén, polvorín, cárcel y hospital penitenciario». Como penal, ha recordado que entre 1934 y 1945, llegó a albergar a 7.400 presos, especialmente a raíz del golpe de Estado de 1936. Y ha puesto el acento en la histórica fuga del 22 de mayo de 1938, durante la cual «207 presos fueron asesinados y solo tres consiguieron llegar a la frontera».
En vista de su trayectoria y de sus vínculos «con las heroicas luchas antifascistas», a través de la moción se pide a los gobiernos español y navarro que «deben sentar urgentemente las bases jurídicas, administrativas y económicas que permitan dotar de un uso memorialista a esta instalación».
Y en un segundo punto, se pone el acento en que «desde la Administración foral se debe consensuar un proyecto memorialista con las asociaciones que desde hace décadas vienen trabajando por recuperar su historia» y se califica de «imprescindible que se escuche, se dialogue y se consensue con quien de manera militante y generosa ha liderado estos trabajos».
Todo ello con el objetivo de «poner a esta instalación en el lugar de nuestra historia que se merece».
La moción de Contigo-Zurekin ha sido aprobada con los votos a favor del grupo proponente, UPN, PSN, EH Bildu y Geroa Bai, la abstención del PP y el voto en contra del Grupo Mixto, en el que está encuadrado el parlamentario de Vox.
El coste de su rehabilitación
Ese mismo respaldo ha concitado una de las dos enmiendas in voce presentadas por UPN, que han sido aprobadas, aunque en la segunda EH Bildu se ha abstenido.
En las propuestas de UPN se pide que las entidades locales afectadas por el proyecto memorialista de Ezkaba participen en el mismo, además de plantear que el Gobierno español ceda el uso del fuerte a Nafarroa con un coste económico asumible, ya que la rehabilitación de la instalación «se considera que tendría un coste en torno a los 35-36 millones de euros», según ha señalado la portavoz regionalista, Isabel Olave.
Ha recordado que la cuestión de la cesión del fuerte se viene debatiendo en el Parlamento navarro desde 2007 y que diferentes partidos han intentado «colgarse la medalla» en este terreno debatiendo mociones al respecto. Ha asegurado que frente a instar, se debe «exigir y urgir» a que se firme el convenio de colaboración, que «ya se debería de haber materializado y haberle dado cumplimiento». Ha insistido en que «Navarra no debe asumir su rehabilitación» y que se contemplen «unas inversiones que se puedan defender desde Navarra».
Por el PSN, Inma Jurío le ha recordado que la participación de las entidades locales en el proyecto para el fuerte de Ezkaba «ya viene recogido» en la Ley de Memoria Democrática y también ha compartido la necesidad de que «el Estado asuma el coste de la rehabilitación del edifico, porque la propiedad es ahora suya».
Desde EH Bildu, Arantxa Izurdiaga ha puesto el acento que fue su formación la que consiguió que se incluyera una disposición en relación al fuerte de Ezkaba en la Ley de Memoria Democrática, pero ha recordado que en ese acuerdo se establecía la firma de un convenio de colaboración, «no se habla de cesión de la propiedad». Es decir, se fija que Nafarroa «pueda intervenir en ese lugar para desarrollar un proyecto memorialístico con las asociaciones memorialistas y las entidades locales afectadas».
Izurdiga ha destacado que el convenio «está elaborado y a la espera de que se le dé el visto bueno definitivo» y ha recordado que es un tema «complejo», pero que hay «voluntad por parte de ambas administraciones», por lo que se ha mostrado convencida de que se llevará adelante. En este sentido, ha mostrado su confianza en que «en esta legislatura se pueda acometer el proyecto memorialista».
Mikel Asiain, por Geroa Bai, ha recalcado que «se está impulsando el convenio, se está trabajando ya en estas cuestión», pero que su grupo iba a apoyar la moción y las dos enmiendas in voce de UPN porque «la enriquecen». Y ha insistido en que «creemos firmemente en la conversión del fuerte en lugar de memoria».
Finalmente, el portavoz del PP, Javier García, ha asegurado que en relación a esta cuestión se ha dado en el Parlamento «una guerra de egos de los partidos» dentro de un debate que «lleva décadas» y ha comentado que «todavía quedan pendientes muchas cuestiones».