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Israel mata a un centenar de personas mientras avanza por tierra hasta Rafah

El Ejército israelí continúa con sus masacres en Gaza, donde ayer mató a 110 personas, mientras amplía sus operaciones militares hasta Rafah, en el sur. En tres días desde su ruptura unilateral del acuerdo de alto el fuego, con el respaldo de la Casa Blanca, ha acabado con la vida de 600 personas. 

Un palestino abraza el cuerpo de su bebé, víctima de los ataques israelíes nocturnos en el norte de la Franja.
Un palestino abraza el cuerpo de su bebé, víctima de los ataques israelíes nocturnos en el norte de la Franja. (Bashar TALEB | AFP)

Israel volvió a bombardear Gaza ayer, un día después de anunciar que intensificaba las operaciones militares presentadas como una «última advertencia» para que los prisioneros israelíes sean liberados por Hamas, quien respondió disparando varios cohetes contra Tel Aviv por primera vez desde que el Gobierno israelí rompiera de forma unilateral un acuerdo de alto el fuego que había violado a diario desde su entrada en vigor.

El Ejército israelí ha llevado a cabo esta semana la oleada más mortífera de ataques aéreos desde el inicio de la tregua en enero, que han matado a al menos 591 personas, el 70% de las cuales eran mujeres y menores -al menos 200-, y han herido a más de un millar. Entre los muertos estaría, según Israel, el jefe de las fuerzas de seguridad de Hamas en el enclave, Rashid Jahjuh.

Desde los ataques del 7 de octubre de 2023, Israel ha matado en Gaza a al menos 49.617 palestinos, una cifra que la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza eleva a más de 61.700, ya que miles de desaparecidos siguen bajo los escombros.

En respuesta a la matanza de civiles, las Brigadas Ezzedine al-Qassam anunciaron haber disparado cohetes contra Tel Aviv, que Israel dijo haber interceptado, como aseguró haber hecho con dos misiles lanzados desde Yemen contra el aeropuerto Ben Gurion.

El Ejército de Israel prohibió a la población gazatí desplazarse «en cualquier dirección» por la carretera Salah al Din, que atraviesa Gaza de norte a sur, y señaló que solo pueden circular «de norte a sur» por la vía costera de Al-Rashid. Esas órdenes han provocado el desplazamiento forzoso de miles de personas.

Estas prohibiciones llegaron después de que el miércoles Israel desplegara tropas para retomar el control del corredor Netzarim, que divide el territorio de este a oeste al sur de la ciudad de Gaza, y de donde se había retirado en febrero según lo pactado en el acuerdo de alto el fuego.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó a sus tropas que «sigan intensificando operaciones en Gaza» donde, a su juicio, «la presión militar está ya afectando a las posiciones de Hamas». Paralelamente, el Ejército informó del inicio de «operaciones terrestres selectivas en el centro y sur de la Franja para ampliar el perímetro de seguridad». Ayer amplió su incursión terrestre a Rafah, en el extremo sur, que en mayo del año pasado fue escenario de una de las ofensivas más duras de Israel contra la Franja.

En el sur de Gaza, familias enteras han huido del este al oeste de Jan Yunis, mientras que en Rafah muchos desplazados se han trasladado a Al-Mawasi y otras zonas costeras.

En el norte, desplazados de Beit Hanoun buscan refugio en escuelas gestionadas por la Unrwa en el oeste de la ciudad de Gaza, mientras que otros lo han hecho en Beit Lahia y otros barrios de Gaza.

Fred Oola, médico del hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah lamentó que la reanudación de los ataques israelíes haya roto la relativa calma de los dos últimos meses. «Ahora podemos sentir el pánico en el aire (…) y podemos ver el dolor y la devastación en los rostros de las personas a las que ayudamos», señaló.

En el Hospital Indonesio, en el norte, familias lloraban a sus parientes y se aferraban a sus muertos envueltos en mortajas manchadas de sangre. «¡Queremos un alto el fuego», imploró Mohamed Husein, en declaraciones a AFP, lanzando una petición para que la comunidad internacional detenga los bombardeos. «¡Somos palestinos indefensos!», agregó.

Hamas señala a EEUU, principal aliado de Israel que sigue armándole desde el inicio de la ofensiva, «como plenamente responsable de las continuas matanzas y de la limpieza étnica» contra el pueblo palestino. Israel ya dijo que la reanudación de los ataques se hizo en «total coordinación» con EEUU y, por si a alguien le quedaba alguna duda, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró ayer que el presidente estadounidense, Donald Trump, «apoya completamente» la reanudación de las operaciones militares.

Demoliciones en Cisjordania

Mientras las miradas siguen en Gaza, Israel avanza en su plan de destrucción de los campamentos de refugiados en la Cisjordania ocupada. Hoy se cumplen dos meses de la ofensiva Muro de Hierro, tiempo en el que ha matado a al menos 57 palestinos y desplazado forzosamente de sus casas a unos 45.000, en lo que muchos temen que se convierta en una segunda Nakba.

Las fuerzas israelíes notificaron el miércoles por la noche que tenían previsto demoler en 24 horas 66 nuevas viviendas en varios barrios del campo de Jenin, según informó la agencia palestina Wafa.

Según el comité de medios del campamento, la ofensiva que el Ejército israelí lleva a cabo desde el pasado 21 de enero en Jenin -que luego se extendió a Tulkarem y Tubas- ha provocado la destrucción parcial o total de unas 600 viviendas e instalaciones, lo que ha convertido el campamento en una ciudad desierta, mientras sus calles han sido arrasadas por pesadas excavadoras militares y hoy son solo montículos de barro intransitables. Así, el Ejército israelí está alterando la estructura del lugar pavimentando nuevas calles para el movimiento de sus tropas.

Ella Osama Abu Dagga, krudelkeriaren sinboloa

Hiru egunetan Israelek 200 ume hil ditu aire erasoz. 25 eguneko haurtxo Ella Osama Abu Dagga krudelkeriaren sinbolo bihurtu zen atzo, bere borondatearen kontra. Su eten hauskor garaian jaio zen. Atzo hondakinen artetik bizirik erreskatatzea lortu zuten Abasan al-Kabira herrian, Khan Yunisen kanpoaldean, bere aitona-amonekin batera, baina bere gurasoak eta anaia etxebizitzaren kontrako bonbardaketan hil ziren. Haiekin batera bizi zen beste familia bat ere hil egin zen, aita eta bere zazpi seme-alaba. «Jendeari galdetu genionean, egunsentitik hondakinen artean harrapatuta hilabete bateko jaio berri bat zegoela esan ziguten. Haren negarrak entzun zituztela, baina gero isildu egin zela azaldu digute. Zorionez, onik aurkitu eta erreskatatzea lortu dugu», adierazi zion Hazen Attar defentsa zibileko bolondresak AP albiste agentziari.

Asteartetik atzo arte, 600 bat gazatar hil ditu Israelek, eta mila inguru zauritu, horietatik %70 emakumeak ea umeak. Egoera lazgarria da ospitaleetan, laguntza humanitarioaren blokeoaren ondorioz baliabideak oso urriak baitira. Unrwa-ko komisario nagusia den Philippe Lazzarinik esan zuenez, «okerrena oraindik etorriko den beldur gara, iparraldea eta hegoaldea banatzen dituen lurreko inbasioa dela eta».

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