Pradales anuncia otra iniciativa parlamentaria para «mejorar la calidad democrática»

El lehendakari de la CAV, Imanol Pradales, ha aprovechado una pregunta del PNV en el pleno de control para anunciar que «plantearemos en este Parlamento abrir un debate público para poner en marcha la ponencia para la mejora de la calidad democrática de Euskadi». Y ha añadido que «el objetivo es que Euskadi cuente con un marco normativo amplio y de vanguardia para fortalecer la democracia ante los ataques que está sufriendo en un mundo en el que ganan cada vez más fuerza los totalitarismos, los autoritarismos y la desinformación».

Según ha declarado el lehendakari, en la actualidad «están en juego el modelo y los valores fundacionales de la Europa moderna», que ha enumerado como «paz, libertad, igualdad y justicia social». Ha asegurado que «nadie los defenderá si no somos nosotras y nosotros mismos. Debemos dar un paso al frente. Asumir nuestra responsabilidad porque también la tenemos». Y dentro de esa asunción de responsabilidades, la creación de esta ponencia.

Imanol Pradales ha incidido en que «la democracia exige hoy, más que nunca, adhesión y compromiso. Personal y colectivo. Y hago, por lo tanto, un llamamiento a que recorramos juntos este camino, que redundará sin duda en beneficio del conjunto de la sociedad vasca. La democracia se construye cada día. Paso a paso. Y entre todas y todos».

El olvidado pacto ético

Cabe recordar que al inicio de su mandato, en julio, después de haber realizado una ronda en Ajuria Enea con los partidos políticos, salvo Vox, el lehendakari se congratuló de «la actitud y la predisposición que todas las formaciones han mostrado durante estos últimos días». A su entender, se estaba «demostrando que en Euskadi hay una manera distinta, más constructiva, de entender la política».

Y para mantener ese clima y ante «las corrientes antidemocráticas» que «amenazan nuestra convivencia y derechos», anunció que «en septiembre propondré a los partidos firmar un gran Pacto Vasco de Ética Política», con el fin de que, al contrario de lo que ocurre en el Estado español y en otros lugares, continúe el respeto entre partidos y no entrar en acusaciones y amenazas ad hominem».

El 29 de agosto, en el inicio del curso político en el Palacio de Miramar de Donostia, el lehendakari anunció el envío a los partidos un decálogo que derive en un compromiso general de hacer política de otro modo, «más ejemplarizante» según su expresión y menos crítico a tenor de lo que se entiende.

Pradales agregó que «lo haremos llegar al Parlamento Vasco para que los partidos políticos trabajen sobre él, lo enriquezcan y ratifiquen después». Sin embargo, más de medio año después, dicho documento no ha sido tramitado en la Cámara autonómica, ni parece que vaya a serlo por el momento.

Y eso que el 4 de setiembre el líder del principal grupo de la oposición, Pello Otxandiano, envió las aportaciones de EH Bildu al documento redactado por Lehendakaritza. Sin embargo, ni el propio socio del PNV estaba seguro de la virtualidad de la propuesta del lehendakari, ya que el PSE echaba de menos las alusiones a ETA. Eneko Andueza hizo alusión de que además de otros males de la actividad política, veía en Euskal Herria todavía «tics del pasado». E hizo alusión directa a que «constantemente en las fiestas de los pueblos se hace apología, se homenajea y se ensalza la figura de asesinos que han causado muchísimo dolor durante muchísimo tiempo en Euskadi».

El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, también pidió de inmediato al lehendakari que «rectificara» en el que dijo ver  «lagunas enormes» que evidencian «ceguera» e «insensibilidad». «Para fingir una superioridad moral y atribuir valores éticos a los que no los tienen que no cuente con el PP», declaró rechazando participar en los contactos para buscar este acuerdo porque «no hay bases suficientes para poder entenderse».

Habrá que ver si la nueva propuesta del lehendakari tiene mayor recorrido que aquel pacto ético que propuso en verano.