Zierbena también cuestiona diversos aspectos del proyecto de Agaleus en el Puerto
El Ayuntamiento de Zierbena se suma a los de Getxo y Santurtzi presentando alegaciones al proyecto de la planta de tratamiento de residuos de Agaleus Circular Thinking en el Puerto. Pide adoptar medidas para la gestión de aguas residuales y calidad del aire, y cuestiona la elección de la ubicación.

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El Ayuntamiento de Zierbena, como ya lo hicieron los de Getxo y Santurtzi, ha formulado alegaciones al proyecto técnico y estudio de impacto ambiental presentado por Agaleus Circular Thinking para instalar una planta de tratamiento de residuos en el área industrial del Puerto de Bilbo. Entre otras cuestiones, detecta que no hay justificación técnica de las edificaciones que se pretenden construir, si se ajusta al planeamiento urbanístico del entorno, la gestión de las aguas residuales y la calidad del aire, además de la planificación del tráfico y la estanqueidad de los suelos para que no se produzcan filtraciones al medio marino.
Al igual que en otras alegaciones, se advierte que la justificación de por qué se opta por este emplazamiento en Zierbena, en terrenos portuarios, no está debidamente argumentado. «Esta falta de justificación podría influir en los resultados del estudio», sostienen, por lo que han solicitado «una mayor transparencia» en este aspecto «para garantizar que la elección del emplazamiento se basa en criterios técnicos y objetivos».
Getxo solicitó una evaluación detallada del impacto de la nueva instalación de Agaleus que va a acoger y ampliar la actividad que realiza la polémica Sader en el barrio bilbaino de Zorrotza. También las presentó Santurtzi, al tiempo que el todavía presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Barkala, salió en defensa del proyecto empresarial.
Este viernes, el Consistorio galipo ha informado de que ha identificado «varios aspectos» que, en su opinión, requieren un «análisis más detallado» antes de emitir una valoración definitiva sobre el proyecto de Agaleus Circular Thinking. El primer asunto que desea valorar es que la planta de tratamiento de residuos oleosos y tratamiento de ácidos agotados, entre otros procesos, se pretende instalar en 17.500 metros cuadrados de la prolongación del muelle AZ-1, «en un área que hasta la fecha no ha albergado ninguna actividad».
Se apunta a la necesidad de «evaluar con rigor» esa ubicación, dada su proximidad a zonas recreativas y residenciales, «como por ejemplo a 2.300 metros del barrio de El Puerto».«Para garantizar la correcta integración del proyecto en el entorno», el Ayuntamiento ha solicitado una «justificación clara» sobre la adecuación de la actividad al planeamiento urbanístico aplicable y a los usos permitidos en la zona portuaria.
Otro aspecto que considera clave, es la dimensión de las edificaciones que se pretende construir, ya que algunos superan la altura máxima permitida de 13,5 metros «sin una justificación técnica adecuada», lo que plantea la necesidad de revisar estos parámetros para asegurar el cumplimiento normativo.
Asimismo, en las alegaciones se ha recordado que la ubicación de la planta se encuentra dentro de la zona de servidumbres aeronáuticas del aeropuerto de Loiu, lo que hace «imprescindible» obtener la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) antes de proceder con la ejecución del proyecto.
Aguas residuales y calidad del aire
En relación con la gestión de aguas residuales, el Ayuntamiento de Zierbena ha identificado la falta de información sobre el punto de vertido de las aguas pluviales procedentes de los viales exteriores. Se ha solicitado que este aspecto quede reflejado en plano para evaluar sus efectos en el medio acuático y garantizar que el tratamiento de estos efluentes se realice de manera adecuada, cumpliendo con el plan de vigilancia y control del vertido.
Además, en fase de obra, se considera «fundamental» la implementación de medidas preventivas para evitar vertidos accidentales al mar y minimizar el impacto ambiental derivado del desarrollo de la actividad.
En lo que respecta a la calidad del aire, se ha insistido en la respuesta del Consistorio en la necesidad de adoptar medidas para reducir al máximo las emisiones difusas a la atmósfera. En este sentido, se ha solicitado que el almacenamiento de materiales pulverulentos se realice exclusivamente en espacios cubiertos, evitando la acumulación de residuos a la intemperie, lo que podría generar dispersión de partículas y afectar la calidad del aire en la zona.
También se ha subrayado la importancia de evaluar las afecciones por olores y establecer soluciones para mitigar su impacto en el entorno. Con el objetivo de mejorar el control de la contaminación atmosférica, se ha requerido la instalación de sensores específicos en la cabina de medición de calidad del aire de Zierbena para la detección de partículas PM2.5, compuestos orgánicos volátiles totales (COVT) y BTEX.
Además, se ha pedido a la empresa que remita anualmente un informe detallado sobre las emisiones generadas por sus equipos y los controles realizados para su supervisión.
También preocupa el impacto que puede tener la llegada de camiones en un área con una «alta densidad» de circulación de mercancías peligrosas, incidiendo en la necesidad que la planta se dote de un aparcamiento con suficientes plazas para evitar que se estacione en los viales exteriores, «reduciendo así posibles riesgos en la movilidad de la zona».
En el análisis que efectúa el Consistorio galipo se hace hincapié en la necesidad de garantizar la estanqueidad de los suelos y la correcta disposición de la red de drenaje, dado que la instalación se ubicará en terrenos de relleno ganados al mar. Se ha solicitado que se implementen medidas específicas para evitar filtraciones y prevenir la contaminación del medio marino, asegurando que cualquier posible afección derivada del proyecto sea minimizada.