Israel reduce a escombros el único hospital oncológico en Gaza
Israel destruyó el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único que ofrecía atención oncólogica en la Franja, cuyo sistema sanitario es uno de los objetivos del régimen sionista. Lo hizo el mismo día en que Israel ordenaba a sus tropas tomar más territorio en Gaza y amenazaba con su anexión.

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Las autoridades de la Franja de Gaza acusaron ayer a Israel de «estrangular aún más el sistema de salud, ya exhausto y atacado a lo largo de meses de agresión» tras la destrucción del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único que ofrecía atención oncológica antes del inicio de la brutal ofensiva israelí, situado cerca de la carretera Salah al-Din en el corredor Netzarim, después de que las tropas israelíes procedieran a su voladura en el marco de la reactivación de sus ataques. El centro ya había sufrido grandes daños en octubre de 2023, pero ayer fue completamente destruido.
El Ministerio de Sanidad gazatí indicó que durante el alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero se había trabajado para «rehabilitar el hospital» e «incrementar su capacidad de tratar a heridos, después de que la mayoría de los hospitales en la ciudad de Gaza y el norte [de la Franja] quedaran fuera de servicio». «La ocupación no solo ha cerrado los pasos fronterizos para evacuar a pacientes y heridos, reduciendo sus oportunidades de recibir tratamiento, sino que también impide que reciban medicinas, impiden la entrada de hospitales de campaña y siguen destruyendo y atacando hospitales», denunció.
Además, recordó que el hospital fue construido y equipado por el Gobierno de Turquía, siendo el único en Gaza con capacidad para tratar a pacientes de cáncer antes del inicio de la ofensiva. «Pedimos a las partes que permitan la entrada a Gaza de hospitales de campaña y suministros médicos de emergencia», exigió.
Poco antes, en las redes sociales se difundió un vídeo en que se ve la voladura del hospital, que el Ejército israelí utilizó como base de operaciones antes de su retirada de la zona tras la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego.
Las autoridades militares israelíes recurrieron al argumento de siempre. Acusaron a Hamas de «explotar» el lugar para utilizarlo después para atacar desde allí a las tropas sionistas y aseguró que su Ejército atacó a los milicianos que usaban ese edificio, que «no se utilizaba como hospital desde hace un año».
Turquía denunció que «el ataque deliberado contra un hospital que presta servicios sanitarios a la población civil de Gaza forma parte de la política de Israel destinada a hacer de Gaza un lugar inhabitable y a desplazar por la fuerza al pueblo palestino», y pidió a la comunidad inernacional que tome «medidas concretas contra los ataques ilegales y el terrorismo de Estado sistemático de Israel».
Lo cierto es que los ataques contra hospitales, ambulancias y trabajadores sanitarios han sido constantes desde el inicio de la ofensiva israelí. Gran parte de los centros hospitalarios han sido reducidos a escombros. Hasta el pasado enero se habían producido al menos 136 ataques contra 27 hospitales y otras 12 instalaciones médicas, que causaron numerosas víctimas entre médicos, enfermeras, personal sanitario y otros civiles, e importantes daños, cuando no su destrucción total.
Antes del 7 de octubre de 2023 había 36 hospitales en la Franja, 27 de los cuales han sido gravemente dañados. Solo unos pocos siguen operativos; el último en vaciarse, en enero, fue el Kamal Adwan. Y varios, como el Al-Shifa, fueron largamente asediados antes de ser bombardeados.
Amenaza de anexión
Cuatro días después de que Israel reanudara sus bombardeos sobre la Franja, que ayer mataron a al menos once personas, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenaba a su Ejército apoderarse de más territorios en Gaza, sin especificar cuáles, y amenazaba a Hamas con su anexión si no libera a los cautivos: «Cuanto más mantenga Hamas su rechazo, más territorio perderá, el cual será anexionado a Israel», dijo.
También amenazó con «ampliar las zonas de amortiguamiento alrededor de Gaza para proteger a las zonas de población civil» mediante una «ocupación israelí permanente» de estas áreas.
Hasta el momento, Israel ha ordenado la evacuación de los barrios orientales de Jan Yunis y de Beni Suheila, en el sur. También ordenó evacuar Beit Lahia, en el norte, donde las tropas lanzaron una operación terrestre. Ayer hicieron lo propio con una zona al noroeste de la ciudad de Gaza como antesala a un posible ataque aéreo tras el lanzamiento de varios cohetes.
Katz aseguró que Israel utilizará todos los métodos militares y civiles para presionar a Hamas, «incluyendo evacuar a la población de Gaza al sur e implementar el plan de transferencia voluntaria de Trump» para los residentes del territorio palestino, considerado un plan de limpieza étnica.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) alertó de que la población de Gaza está sufriendo un grave impacto psicológico al volver a sufrir el conflicto tras dos meses de relativa paz durante el alto el fuego. «Esta vez es peor porque la gente ya está exhausta. Son personas cuya salud mental ya estaba degradada, y muchos de ellos seguían al borde de la hambruna», señaló.