Amenazas de «fuerza máxima» una semana después de romper la tregua
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su Gobierno amenazaron a los palestinos con emplear «la fuerza máxima» y anexionarse partes de Gaza, una semana después de reanudar los ataques masivos en los que ha matado a 830 personas.
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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó con aumentar aún más la brutalidad de la agresión contra Gaza una semana después de volver a lanzar los ataques masivos que confirmaron la ruptura del acuerdo de un alto el fuego que, de hecho, ya había incumplido desde su entrada en vigor.
«Cuanto más persista Hamas en su negativa a liberar a nuestros rehenes, más fuerte será la presión que ejerceremos. Le digo [...] a Hamas: esto incluye la toma de territorios, así como otras medidas que no detallaré aquí», lanzó ante el Parlamento israelí.
Igualmente, el ministro de Defensa, Israel Katz, anunció que el Ejército «va a llevar a cabo pronto operaciones con una fuerza máxima sobre nuevas zonas de Gaza», y culpó a los propios palestinos del genocidio. «Hamas pone vuestras vidas en peligro, os hace perder vuestras casas y cada vez más territorio», amenazó en un vídeo grabado en hebreo con subtítulos en inglés.
Con una Franja devastada y donde en la última semana el Ejército israelí ha matado a más de 830 personas, el mensaje de Netanyahu y sus ministros más fieles no solo se dirigía a los palestinos, sino que fue de nuevo el ejemplo de la huida hacia la guerra para salvar su carrera política.
De hecho, la intervención en el Parlamento respondía a una petición de la oposición, que le reprochó su deriva autocrática. Netanyahu trata de mostrar la máxima dureza ante esta crisis interna. El primer ministro se enfrenta a una oleada de protestas motivadas, por el polémico cese del jefe del Shin Bet y para reclamar el retorno de los 59 prisioneros que siguen en Gaza, y que la oposición y sus familiares creen que la reanudación de los bombardeos masivos pone en máximo riesgo.
Además, esta semana se han sumado a estos motivos la aprobación de los polémicos presupuestos del Estado.
Estas manifestaciones se han concentrado en torno a la residencia de Netanyahu en Jerusalén y al Parlamento, mientras que el sábado decenas de miles de personas protestaron en Tel Aviv.
El líder de la oposición, Yair Lapid, acusó directamente a Netanyahu en el pleno: «Fallaste en mantener la seguridad el 7 de octubre , ahora has fallado en gestionar la economía y ahora haces lo posible por poner la responsabilidad sobre otros». «Conoces la verdad, también sabes por qué estás tan asustado por una comisión estatal de investigación (del 7 de octubre) que exponga no solo tus fracasos y los de tu Gobierno ante la masacre, sino también tu mal desempeño y el de tu Gobierno desde que la guerra comenzó», afirmó también el líder de Unidad Nacional, Benny Gantz, quien llegó a formar parte del Gabinete que gestionaba la agresión a Gaza.
El analista político israelí Ori Goldberg considera que la amenaza de anexionarse territorio de Gaza es más una señal de desesperación ante la crisis que el anuncio de un plan que necesitaría decenas de miles de soldados, recursos y capital político del que no dispone, según recoge Al-Jazeera.
De hecho, en Gaza el infierno ya ha llegado a extremos insoportables. En las últimas horas, los bombardeos israelíes mataron a 39 personas e hirieron a otras 124. En un ataque de madrugada, Israel mató a al menos ocho personas en la vivienda de la familia Al-Najar de Yabalia. Cuatro de ellos eran niños, y el más pequeño era un bebé de seis meses.
Otros once palestinos murieron, entre ellos menores, en bombardeos israelíes contra el campamento de refugiados de Nuseirat. Drones israelíes atacaron también las inmediaciones de la mezquita Abdulah Azam matando a seis ciudadanos, mientras que otros cinco murieron en el bombardeo de un banco de alimentos.
Asimismo, un padre y su hijo murieron el bombardeo de la vivienda de la familia Hussein en el campamento de refugiados de Bureij.
30 niños muertos al día
En estos siete días, Israel ha matado a 322 niños y menores de 18 años. Desde el 7 de octubre de 2023, ha matado a 17.400 niños, un promedio de 30 niños muertos cada día.
Además, 142.000 palestinos ha sido desplazados forzosamente de nuevo desde el 18 de marzo, después de haber tenido que moverse varias veces durante casi año y medio sin que haya un lugar seguro.
«Huyendo con solo unas pocas pertenencias personales, muchas personas ahora permanecen en las calles, con una necesidad desesperada de comida, agua potable y artículos esenciales para el refugio», señaló la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Ayer, el Ejército israelí emitió nuevas órdenes de desplazamiento forzado para todos los residentes de los barrios de Zeitun, Tal al-Hawa y Sheij Ijlin de Ciudad de Gaza.
Los prisioneros israelíes, en peligro
Hamas alertó de que «la resistencia hace todo lo posible para mantener con vida a los prisioneros de la ocupación, pero los bombardeos sionistas indiscriminados ponen en riesgo sus vidas».
«Cada vez que la ocupación intentó recuperar por la fuerza a sus prisioneros, volvieron en ataúdes», señaló, y añadió que Netanyahu «miente a las familias de los prisioneros cuando afirma que la vía militar es capaz de llevarlos vivos de vuelta a casa».
Hamas recalcó que «el retorno a la guerra fue una decisión premeditada de Netanyahu para sabotear el acuerdo (de alto el fuego) y sucumbir al chantaje de (el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar) Ben Gvir», quien ha regresado al Gobierno tras la reactivación de la ofensiva contra Gaza.
Por ello, volvió a reclamar a la comunidad internacional que presione a Netanyahu «para que detenga la agresión y vuelva a la vía de las negociaciones».
Por otra parte, las Brigadas Al-Quds, brazo armado de Yihad Islámica, reivindicaron los lanzamientos de dos proyectiles desde el centro de la Franja contra la base militar de Hatzerim «en respuesta a los crímenes del enemigo sionista». El Ejército israelí indicó que, si bien uno fue interceptado, el otro impactó en el área del moshav de Zimrat.
A la vez, el Ejecutivo gazatí alertó de la catastrófica situación que vive la población, ya que la prohibición de entrada de cualquier tipo de suministros impuesta por las autoridades israelíes ha entrado en su cuarta semana.
Igualmente, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (Unrwa) denunció el corte total de suministros a Gaza. «Cada día nos acercamos más a una hambruna», alertó su directora de Comunicaciones, Juliette Touma. Explicó que desde el pasado 2 de marzo «no ha llegado nada a Gaza, ni alimentos, ni agua, ni provisiones», lo que suma ya «tres semanas y media sin suministros humanitarios».
Al Fatah utiliza las marchas contra Hamas
Al Fatah, liderado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, reclamó a Hamas que ceda el control de Gaza, tras una protestas en el norte de la Franja contra la ofensiva israelí que incluyeron cánticos contra el grupo islamista. Al Fatah pidió a Hamas que «escuche la voz del pueblo» y «abandone la escena gubernamental en la Franja» para entregarla a la Autoridad Palestina. Además, le reprochó tener «una agenda partidista o regional que no refleja su identidad nacional».
A su vez, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, animó a los gazatíes a seguir con las protestas, que tuvieron su epicentro en Beit Lahia, donde cientos de personas pidieron el fin de la ofensiva israelí mientras otros corearon eslóganes pidiendo a Hamas que entregue el control de la Franja.
Hamas está al frente de Gaza desde 2007, cuando Al Fatah, apoyado por EEUU y la UE, rechazó el resultado electoral que dio la victoria al partido islamista. A pesar del descrédito de la Autoridad Palestina entre la población por años de corrupción y colaboración con Israel, actores como la UE insisten en que asuma el poder en Gaza. Hamas está dispuesto a ceder el control a un comité tecnocrático una vez acabe la agresión israelí.GARA
Silencio en la Academia por Ballal
Yuval Abraham, israelí que codirigió el documental ganador del Oscar “No Other Land” junto al palestino Hamdan Ballal, criticó a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EEUU por no expresar su apoyo a Ballal tras ser atacado por colonos y, posteriormente, detenido y de nuevo golpeado por soldados israelíes.
Varios miembros de la Academia apoyaron la emisión de un comunicado de condena, pero la organización finalmente se abstuvo con la excusa de que podría no tener relación con la película. Abraham insistió en pedir un mensaje disuasorio para futuras agresiones. “No Other Land” documenta precisamente los ataques de colonos y las demoliciones de viviendas.
Entre quienes denunciaron la agresión, el actor Mark Ruffalo, quien afirmó, antes de ser liberado, que Ballal es un «prisionero político». «Matar a periodistas y secuestrar a cineastas no es un accidente, sino un plan para erradicar a una comunidad y su cultura. Libertad para Ballal», añadió. La productora Front Row Filmed Entertainmen expresó su apoyo al equipo de “No Other Land” y exigió «liberación inmediata y atención médica adecuada» para Ballal. El documentalista Lee Hirsch inició una campaña pidiendo su liberación a la que se sumaron productores y directores oscarizados como Roger Ross Williams, Alex Gibney o Christine Vachon.
Al ser liberado el martes, Ballal relató que los colonos aparecieron con porras, cuchillos y al menos un rifle de asalto e intentaron matarle. «Me estuvieron pegando durante quince o veinte minutos. Los soldados me dijeron cállate, estás bajo arresto (...) Les insistí en que necesitaba un médico porque tenía mucho dolor, pero me lo negaron», señaló el cineasta, que permaneció maniatado y con los ojos vendados durante horas. Ballal denunció que «el único trabajo que hace el Ejército israelí es facilitar los ataques» y aseguró que su vida corre peligro después de ganar el Óscar.