El exalcalde de Donostia, Odón Elorza, y el exconcejal de Urbanismo, Jorge Letamendia, padres del Plan General de 2010 y de las pretensiones de edificar más de 4.000 viviendas en Altza desde 1999, han salido a la prensa en defensa del proyecto de 3.000 viviendas en el ámbito urbanístico de Auditz-Akular. Resulta llamativo que, tras 11 años de silencio desde que dejaron la alcaldía, su primera aparición pública sea la defensa de un proyecto desequilibrado e invasivo que responde claramente al modelo de urbanismo especulativo previo a la crisis del ladrillo.

No se entiende que basen su postura en la supuesta necesidad de vivienda sin el más mínimo contraste con la verdadera necesidad de vivienda del municipio, o el análisis de la evolución de la vivienda vacía, que va en progresión geométrica sobre todo debido al envejecimiento de la población y el gran número de viviendas ocupadas por una sola persona. Mejor harían en defender la reconversión de la vivienda existente, económica y socialmente más sostenible que urbanizar el monte.

Eso sí, defienden el proyecto que, empecinadamente, fue la niña de sus ojos hasta el punto de recordarnos, sin rubor, que ellos gastaron diez millones en compra de suelo. Lo que no dicen es que lo hicieron incluso antes de hallarse los terrenos calificados, como esta asociación denunció en su día. Ésta es una cuestión de la que debieran avergonzarse y que debiera conducir a la exigencia de responsabilidades porque invirtieron dinero público, ni más ni menos quediezmillones de euros, en un negocio ruinoso e imposible.

Efectivamente, porque el proyecto que Elorza y Letamendia defienden es inviable. Siempre lo ha sido, por el desmedido coste de urbanización que supone. Auditz-Akular se sitúa en el cinturón verde de Altza y su único acceso atraviesa el exiguo viario del barrio de Harria. Por ese motivo, para 3.000 nuevas viviendas, el proyecto contemplaba un nuevo viario paralelo a la autopista, lo que conlleva, junto con la inversión en nuevas infraestructuras, un gasto de urbanización, de 160 millones de euros.

Si antes era inviable, qué decir ahora que el Gobierno Vasco sólo puede construir vivienda protegida en régimen de alquiler. Si, por ejemplo, imputásemos a las 2.354 viviendas protegidas sólo dos terceras partes de la urbanización, dejando a las 700 viviendas de venta libre el otro tercio de gasto (aunque sea mucho decir pues supone una repercusión por vivienda de 75.000 euros), la repercusión por vivienda protegida sería de 45.000 euros, algo de todo punto inviable en viviendas destinadas a alquiler.

Y aunque la vivienda protegida se gestione por la iniciativa privada, en cuyo caso sí se puede vender, la cantidad supera con creces, casi duplica, el límite legal del 20% que la ley impone como máximo a los gastos de suelo más urbanización.

En definitiva, los Sres. Elorza y Letamendia nos engañan porque lo que proponen es inviable económicamente, además de ser urbanística y socialmente desequilibrado e insostenible.

Como llevamos 22 años diciendo, Auditz-Akular es y tiene que seguir siendo un parque de salud y ocio de Altza, el último espacio verde de entidad que conserva esta comunidad de más de 20.000 habitantes tan duramente castigada por el urbanismo caótico y delictivo de los años 60 y 70.

No queremos finalizar sin denunciar el intento de los mencionados ex… por frustrar el derecho de toda la ciudadanía, y en concreto de los altzatarras, de participar en el debate sobre el futuro de la ciudad en este momento en el que se inicia la tramitación del avance y se abre el proceso de participación ciudadana.

No podemos olvidar que ambos dejaron a esta comunidad la más triste herencia de Plan General que se pueda imaginar, fruto de su nefasta gestión urbanística de la ciudad.