Coreanos y maketos
Recuerdo de mis años de infancia haber oído con cierta frecuencia los dos epítetos que enuncian este escrito. Lo de maketo sí que me sonaba a despectivo y lo vinculaba con una persona que procede de fuera de Euskal Herria y que no conocía ni hablaba euskera.
Luego descubrí que, desde el comienzo de los años cuarenta, llegaban a Euskal Herria, en busca de trabajo, miles de hombres y mujeres de Zamora y de Salamanca, de Lugo y de Orense, de Jaén y de Córdoba y de tantas y tantas provincias del Estado, personas desterradas porque no eligieron tener que irse.
En solo 25 años, Bizkaia casi duplicó su población debido a la llegada de estos inmigrantes. En 1950, el territorio contaba con algo más de 651.000 habitantes y, en 1975, ya eran 1,1 millones. Y como siempre que se producen grandes éxodos, se genera especulación y subarriendo. Muchos tuvieron que hacerse su chabola, otros se fueron a vivir con su familia a una habitación con derecho a cocina, con los peroles atados con candados.
Confieso que, lo de coreanos, me llevó su tiempo entenderlo porque nunca tuve un vecino que respondiese ni de lejos a mi estereotipo de persona originaria de Asia Oriental. Fue entrada la década de los 70 cuando conocí a Ryu Il Hoon (Iru), maestro y pionero del Taekwondo en el País Vasco, posiblemente el único migrante de Corea ubicado en Bizkaia por aquel entonces.
Tristemente, el uso peyorativo de coreano aludía al aspecto roto, enflaquecido y azafranado de los recién llegados, como los refugiados de las fotos de la guerra de Corea (1950-1953). Y me atrevo a decir que los viperinos patrioteros, del conflicto bélico habido en la península coreana, de la intervención de otras potencias en la contienda, o de que MacArthur propuso el empleo del arma atómica contra China, sabían muy poco.
En 1996, con la arribada de la multinacional Daewoo Electronics a Gasteiz, se supo por estos lares de la potencialidad del grupo coreano, ya que producía en sus fábricas asiáticas un tipo de lavadoras de última tecnología que, en esas fechas, pretendían introducir en Europa. En el 2011, la empresa presento un ERE para la totalidad de la plantilla de su fábrica de frigoríficos combi de Jundiz.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Daewoo debía devolver a las arcas alavesas 4 millones de euros. Daewoo Electronics había obtenido un crédito fiscal del 45% del importe de la inversión que la Unión Europea consideró ilegal. Este fallo judicial sirvió en consecuencia como referencia para proceder contra las denominadas vacaciones fiscales.
Posteriormente, ya en el 2022, la nueva delegación comercial de Basque Trade and Investement perteneciente al Grupo Spri abrió sus puertas en Seúl con el objetivo de dar servicio a la empresa vasca y facilitar las relaciones comerciales entre Euskadi y Corea del Sur. Desde el mundo empresarial e institucional vasco se consideró que Corea del Sur era un país poco explorado y con enorme potencial.
Llegados a este punto, aprovecho la ocasión que nos propicia esta narrativa para señalar algunos males que compartimos con Corea del Sur debido al impacto de los factores demográficos sobre el crecimiento económico.
Corea del Sur tiene el índice de fertilidad más bajo del mundo, lo que indica el número promedio de hijos que tendrá una mujer a lo largo de su vida. Registró una tasa de solo 0,72 en 2023, frente al 0,78 del año anterior, la última caída de una larga serie de descensos anuales.
Aclaro que los países necesitan una tasa de fertilidad de 2,1 para mantener una población estable, en ausencia de inmigración.
La natalidad también continúa a la baja en Euskadi. La tasa de nacimientos se sitúa en 6 alumbramientos por cada 100 mil habitantes, a la cola en toda Europa. El año 2023 pasará a la historia como el ejercicio con la natalidad más baja de la serie anual que arrancó en 1976.
Por nacionalidad de la madre, el 31,3% eran extranjeras. En Álava el porcentaje de madres foráneas alcanzó el 38,4%, en Bizkaia el 28,2% y en Gipuzkoa 32,6%.
Según las estimaciones de nacimientos mensuales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunidad Foral Navarra registró en los once primeros meses de 2023 un total de 4.166 nacimientos, un 4,4% menos que los que hubo el año anterior (sumaban 4.364) y un 15% menos de los que se produjeron en 2019 (4.921).
En Corea del Sur es tal la preocupación por la parvedad de nacimientos que, en mayo de 2024, se anunció que se crearía un ministerio para enfrentar las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población. Este gabinete tendrá como misión la supervisión y formulación de políticas efectivas que concilien el bienestar, la educación y el trabajo, con el fin de movilizar todos los medios posibles para estabilizar la población. Entre otras medidas, se plantea entregar cheques bebé de 70.000 euros.
El nivel de fecundidad de una sociedad condiciona en buena medida el ritmo de envejecimiento demográfico y el tamaño de la futura población económicamente activa. Por ello, la persistencia de un nivel tan bajo de fecundidad en una población cada vez más longeva supone un importante reto para la sostenibilidad del Estado de Bienestar y, en particular, para el sistema de pensiones y la organización social de provisión de cuidados.
Los recursos movilizados para reducir la brecha entre deseos y realidades reproductivas no deberían ser considerados como un gasto, sino como una inversión de futuro y una verdadera apuesta por el bienestar social.
Obviamente, la precariedad laboral, los desmesurados alquileres de la vivienda, una compleja conciliación familiar, las rácanas deducciones por hijo y el coste de la crianza, no ayudan ni en nuestro entorno territorial ni en ninguna otra parte del mundo.
Las causas de la baja natalidad en Corea tienen algunas razones diferentes a las nuestras. Y aunque un estudio publicado en Corea del Sur por un profesor de sociología de la Universidad de Seúl asegura que los vascos descenderíamos de los ávaros, un pueblo nómada que se movía entre Europa y Asia (Navarra, vendría de los ávaros, añadiendo una «n» a ávaro (návaro = navarro), el sistema de valores y la jerarquía social, son bastante discordantes. Benevolencia, rectitud, decoro, sabiduría y responsabilidad son las cinco virtudes confucianas esenciales en Corea del Sur.
Durante los últimos 50 años, la economía de Corea del Sur se ha desarrollado a una velocidad espeluznante, impulsando a las mujeres hacia una educación superior y al mercado laboral, pero los roles de esposa y madre no han evolucionado al mismo ritmo.
Demasiadas veces, las trabajadoras coreanas, después de una baja por maternidad, fueron forzadas a dejar sus trabajos o no las tuvieron en cuenta para un ascenso.
Tanto hombres como mujeres tienen derecho a coger un año de licencia durante los primeros ocho años de su hijo. Pero en 2022, solo 7% de los nuevos padres usaron alguna fracción de su licencia, comparado con el 70% de nuevas madres. Para las mujeres que trabajan, es clara la desventaja salarial que enfrentan con respecto a los hombres, y el guarismo relacionado con el desempleo que sufren también es más alto.
Y si bien es cierto que su sistema educativo, de enfoque disciplinado y riguroso, tiene un desempeño brillante en los ámbitos internacionales, el coste extra para las familias es desmedido.
Corea versus Euskal Herria: mismo problema, distinta perspectiva para encararlo.
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Corea, azotada por las intromisiones extranjeras y como respuesta a las invasiones y colonización japonesa, ha sido una nación, étnicamente hablando, tradicionalmente homogénea, una condición impulsada desde un nacionalismo muy arraigado que se extiende también a los coreanos del norte de la península. Por tanto, no hacen la misma apuesta que las autoridades de EH para revertir las bajas tasas de nacimientos. Allí no se considera la inmigración como un factor favorecedor para combatir el declive demográfico. Sin duda, de su éxito o fracaso, se obtendrán lecciones valiosas para todos los países del mundo.
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