Por el título, parece que este escrito es científico, pero la realidad es que es político, enfocándolo a lo que está ocurriendo, con la guerra Rusia-Ucrania, explicando que la testosterona es la principal hormona del poderío físico (lo irracional), asociada a la fuerza y la masa muscular, mientras que la «dopamina» es la principal hormona del poder mental (lo racional), mejora la concentración y la capacidad de tomar decisiones.

Después de la reunión del señor Trump con el señor Zelenski, en donde hubo mucho de obra teatral, pero en la que también se puede decir, que el señor Trump, aunque no nos guste ideológicamente, le puso al señor Zelenski, en su sitio. Tiene el señor Zelenski tal potencial bélico como para enfrentarse a una tercera guerra mundial? ¿o es que espera que sean otros, Europa y principalmente EEUU quienes le hagan esa guerra? ¿por qué se empeña en seguir con ese belicismo cuando es el eslabón más débil de la cadena?

Ya se que decir esto en el entorno de la izquierda, es decir una blasfemia, y, por ello piensan que he cometido un tremendo pecado, cuando la realidad, es que lo que actualmente tenemos por izquierda, no es tal, y, en su caso, se puede decir, que si que están pecando por no cumplir con un principio esencial, como es el análisis crítico de las situaciones, el cual debe ir acompañado ideológicamente del sentido común. Sin embargo ante este tipo de comentarios, siempre se contesta, ¿pero es que estás a favor de Trump? utilizando un «hooliganismo» que al igual que el globalismo neoliberal, es propio de la «testosterona» y no de la «dopamina»

La realidad es que todos los partidos europeos del espectro neoliberal, junto con la aquiescencia, por tener la callada por respuesta e incluso el apoyo a ese espectro neoliberal desde la supuesta izquierda, están en una carrera totalmente loca por apoyar a Ucrania, pero sobre todo por potenciar el belicismo y la industria armamentística, siendo la ultraderecha, principalmente la española, la que demagógicamente utiliza esa falta de criticismo en Europa, aprovechando la situación. Cuándo se deja el espacio libre a esa demagogia, por no ser critico con ese desaforado fervor belicista, ¿de quien es la culpa? ¿es que la ultraderecha no es también belicista, dejándoles que aparezcan como los buenos, por la falta de respuesta de la supuesta izquierda?

Este nuevo paso de Europa lo da precisamente después de que los países se hayan empobrecido, tanto con la desastrosa gestión de la pandemia, como con su posición desde un inicio con esta guerra del señor Zelenski, y, digo del señor Zelenski, aunque Putin haya sido quien inició la invasión, porque el señor Zelenski desde los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015, no ha sido trigo limpio con las zonas pro-rusas de Donetsk y Lugansk, incumpliendo con la negociación con los separatistas de estas zonas.

La falta de «dopamina» de la Unión Europea hizo, que no interviniese como juez de paz en este conflicto, liderando una mesa, en la que se estableciese un alto el fuego, y se intentase acordar la salida democrática más coherente, como era el realizar un referéndum en las zonas ucranianas, de Donetsk y Lugansk, con el fin de que decidiese la población si quería seguir perteneciendo a Ucrania. a Rusia, o bien ser un pueblo diferente con personalidad propia, y, los partidos de la supuesta izquierda, en ningún momento, apostaron por una salida de este tipo.

Esta elevada «testosterona» europea con la escalada belicista que proponen, eso sí, implorando a que EEUU les apoye, como ha sido hasta ahora, donde los demócratas han sido ese estandarte testosterónico que necesitaba Europa, pero que ahora no parece que lo van a tener tan claro, ¿y para la supuesta izquierda que es mejor la vía no bélica o la bélica? ¿Es que su decisión no viene de un análisis crítico propio, y sí de hacer un «hooliganismo» por ser el señor Trump quien lo propone? ¿No es propio de la izquierda el que los conflictos se resuelvan democráticamente con la herramienta del derecho a decidir, y no bélicamente? ¿No es lo que exigimos en el caso de Catalunya y Euskal Herria?

Tal como va el devenir de esa escalada belicista del globalismo neoliberal, ¿no se da cuenta la supuesta izquierda, que todos los recursos económicos van a ir dirigidos a la industria armamentística, de manera que el estado del bienestar cada vez va a ir a peor? ¿No se dan cuenta de que, si se entra en una guerra, al final mandarán a nuestros hijos y nietos a combatir en el frente, o como mínimo a hacer la «mili», como ya se está queriendo imponer en la Unión Europea, traicionando algo que se consiguió precisamente por la verdadera izquierda como fue la eliminación de la misma?

Creo que la supuesta izquierda no es que la «testosterona» gane a la «dopamina», quizá es que lo que domina es el «cortisol» que, en niveles moderados, mejora la concentración ante situaciones de estrés agudo; sin embargo, el exceso crónico daña la memoria y la cognición.


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