En enero de este año, una persona murió en el Centro de Atención Continuada (PAC) de Laudio, donde, en ese momento, no había presencia de personal médico. Hecho que motivó fuertes movilizaciones ciudadanas, la queja y exigencia de medidas por parte del Ayuntamiento de la localidad y la denuncia de la Coordinadora de Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública, responsabilizando al Gobierno Vasco de esta situación, provocada por el desmantelamiento de la Sanidad Pública. Osakidetza prometió reforzar este servicio, lo que, a la vista de los siguientes hechos, no ha sucedido.

Tras tomar posesión de su cargo, el nuevo Consejero de Salud declaró que «solo una atención primaria fuerte, garantiza una asistencia sanitaria de calidad». Sin embargo, durante todo el verano –como en anteriores− se han sucedido denuncias por falta de recursos médicos suficientes en los centros de salud y servicios de emergencias.

Hace unos días, una persona acudió al citado PAC de Laudio, tras sufrir una parada cardíaca, encontrándose con la misma situación de enero: no había personal médico. Fue atendido por una UVI procedente de Bilbao. Ese mismo día, otro vecino, también tras una parada cardíaca, fallece porque, según constata el propio Ayuntamiento, la UVI de la localidad no disponía de personal médico, siendo atendido por una UVI de Bilbao, retrasando la asistencia inmediata que requieren este tipo de situaciones.

Ante esta muerte, al más fiel estilo de sus antecesores, el nuevo Consejero niega la mayor, no reconociendo estas carencias y, de manera vergonzosa, achaca a la víctima su muerte, porque padecía una «insuficiencia cardíaca muy grave». Así que, según el Consejero, si vivimos en Laudio y padecemos una enfermedad grave, estamos condenados a una posible muerte. Visto lo visto, que nadie espere cese alguno de los responsables de esta gravísima situación. La autocrítica ni está, ni se la espera.

No, señor Consejero, lo sucedido en Laudio no es una casualidad, sino una causalidad. Han sido víctimas de una sistemática política sanitaria de adelgazamiento de la Sanidad Pública, para beneficiar a clínicas y seguros privados, donde, por cierto, acaban trabajando buena parte de sus antecesores.

Obligado por las fuertes movilizaciones ciudadanas, el Gobierno Vasco está adoptando algunos cambios de imagen− declaraciones incluidas− para que todo siga igual. Tras dos meses en el cargo, el Sr. Martínez no ha planteado propuesta alguna que, de manera estructural, encauce los graves problemas de la Sanidad Pública.

Anunciada la convocatoria de la «Mesa de Sanidad» para el 5 de septiembre con todos los agentes sociales, consideramos que, entre ellos, deberíamos estar presentes las plataformas ciudadanas en defensa de la Sanidad Pública que, desde hace dos años, venimos señalando los verdaderos problemas a los que se enfrenta esta sociedad en materia de sanidad. Problemas que no pueden esperar meses en ser abordados y que requieren respuestas urgentes que eviten sucesos trágicos como los de Laudio.

Si lo que pretende el Consejero es alcanzar un pacto social en materia de Sanidad, el debate deberá ser con transparencia y participación de la ciudadanía, o no será. Y, por supuesto, con contenidos que persigan un cambio profundo en la política sanitaria. Menos imagen y más calidad.