Germán Gorraiz López

El nuevo paradigma rural en Euskal Herria

La crisis económica está provocando el inicio del éxodo rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, el embargo de viviendas e ingreso en la lista del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales y rejuvenecimiento de su población, aunque muchos ayuntamientos llevaban ya tiempo tratando de repoblar los pueblos semiabandonados y ofreciendo ayudas a la natalidad.

 

Así, el Valle de Erro en el Pirineo Navarro fue pionero hace 18 años y mantiene unas ayuda de 900 € (por hijo). y existen ayudas en el marco de las Iniciativas Comunitarias e Instrumentos como el FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) y la iniciativa LEADER, que constituyen un gran aporte pues existe la posibilidad de lanzar un P.E.P (Proyecto Escala Piloto ) en el que todas las entidades puedan estar relacionadas..

El fenómeno del rurbanismo o contraurbanicación: Roberto Torres Elizburu en su estudio ‘La contraurbanización en la CAPV’ señala que en el perído censal 1991-2001 han cambiado los patrones demográficos característicos de la Década de los 60-70 (migración centrífuga frente a la migración centrípeta hacia las ciudades de la Década de los 60 y 70) .

Así, los municipios vascos menores de 2.500 habitantes han sido los que mayores tasas de crecimiento demográfico han conocido (3,5% anual de crecimiento atribuido en exclusiva al componente migratorio) y en el caso opuesto se encuentran los municipios urbanos de entre 40.000 y 100.000 habitantes (crecimiento negativo del 4%) de su población, siendo los pequeños municipios rurales los que han reflejado un comportamiento demográfico más dinámico, ( aumento del 6%).

La tendencia parece irreversible y aunque todavía nos encontramos lejos de la media de la UE ( cuya tasa media de incorporaciones sobre la población agrícola es del 6,4% frente al 4% del Estado Español), en la actualidad miles de personas se anuncian en diferentes foros abiertamente bajo lemas como «buscamos repoblar pueblo en busca de trabajo» o «busco pueblo que necesite familia».

Nueva ideología vital: Gustavo Duch, coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, traza el retrato de estos nuevos campesinos: «Estas personas que vuelven al campo creen en explotaciones pequeñas y sostenibles cuya base son los cultivos ecológicos y no quieren utilizar las subvenciones agrícolas europeas o depender de las grandes superficies para vender sus productos pues buscan el contacto directo y la distribución por Internet».

Un ejemplo de lo citado sería ‘Carne ecológica Menaut’, iniciativa pilotada por Juan Ignacio Ibáñez Eseverri que «pretende acercar directamente a la mesa del consumidor una carne de potro y cordero ecológico de alta calidad» desde su borda de Izalzu (Navarra), a través de Twitter y Facebook.

Implementación de la Teoría del decrecimiento: Según CCS (Centro de Colaboraciones Solidarias), «no es posible seguir creciendo de forma indefinida pues seguir por esa senda tan solo producirá más miseria social y más destrucción ecológica y para ello hay que gestionar de forma sostenible nuestra riqueza natural».

Agricultura, ganadería, pesca y explotación forestal son sectores que llevan décadas en decadencia, ahogados por la competencia desleal que impone la economía global y sin embargo tienen un enorme potencial para crear eco-empleo pero para ello sería necesaria la implementación por la UE de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas y subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados.

Así, se podrían crear en Hego Euskal Herria cerca de 100.000 puestos de trabajo apoyando la producción ecológica de alimentos, incentivando el consumo local de productos agrícolas y ganaderos autóctonos, creando reservas costeras sostenibles para la flota de bajura o promoviendo la conversión de la actual industria forestal hacia explotaciones que cultiven especies de mayor valor añadido o que produzcan de forma sostenible la biomasa que necesita el país para reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

Además, la imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países emergentes por parte de la UE, obligaría a éstos a costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar sus parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de la economía global al proteccionismo económico con la subsiguiente contracción del comercio mundial y posterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial.

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