José Luis Úriz Iglesias
Exparlamentario y exconcejal de PSN-PSOE

Francia enciende las luces rojas en Europa

Hemos tenido este domingo la primera parte de las elecciones legislativas en Francia. Con la incertidumbre de si la extrema derecha de Marine Le Pen, su Agrupación Nacional, sería capaz de arrasar, según indicaban las encuestas.

Las declaraciones de quien podría ser su primer ministro, Jordan Bardella, asegurando que «iba a poner orden en Francia» asustan, porque ya intuimos lo que significa eso para la extrema derecha.

Estas elecciones, al igual que las comentadas de noviembre, son vitales para Europa y el mundo.

Una asamblea de 577 miembros en la que debido al especial sistema electoral, la fecha clave no es el 30 de junio, sino la segunda vuelta del 7 de julio.

A ellas se van a presentar con opciones los candidatos de esa extrema derecha, los del Renacimiento de su actual presidente Emmanuel Macron y su primer ministro Gabriel Attal y por último una izquierda, socialistas, comunistas, verdes y Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, que se ha unido en torno al Nuevo Frente Popular.

Parten con datos concretos de este domingo. Le Pen un 33%, la izquierda 28% y Macron apenas un 22%.

En las diferentes circunscripciones electorales pasan a la siguiente ronda quienes hayan superado el 12,5% de los votos, lo que podría llevar a que existan dos o incluso tres candidatos.

Ahí está la clave, que Renacimiento y Nuevo Frente Popular para tener opciones sean capaces de retirar a quien menos tenga para apoyar al de mayor porcentaje de apoyos.

Las primeras declaraciones que han hecho tanto Macron como Mélenchon pare que indican que va a ser así. Menos mal.

Para los partidarios de Macron, ese sapo es tragable si se trata de socialistas, verdes, incluso comunistas, pero es mucha más difícil de tragar si se trata de alguien de Francia Insumisa debido a la inquina que profesan a Mélenchon. Hará falta, por tanto, mucha generosidad por ambas partes.

El 30-J ha pasado y analizando los datos que nos ha traído podemos extraer algunas conclusiones.

Los datos de una participación de récord indican que, al igual que pasó en España en las pasadas generales del 23-J, la sociedad ha reaccionado para intentar frenar a la extrema derecha.

Por eso aún se les puede parar el próximo domingo.

En estos tiempos difíciles que nos va a tocar pasar, a los demócratas en general y las izquierdas en particular, nos va a tocar apretar los dientes y resistir. A ser posible, con unidad, inteligencia y paciencia.

Francia ha encendido todas las alarmas y en EE. UU. de cara a sus elecciones de noviembre también, en especial después del debate entre Biden y Trump.

Veremos.

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