Isidoro Berdié Bueno
Profesor en Ciencias de la Educación, Doctor en Historia y Doctor en Filología Inglesa

Holocausto, Euskal Herria y el "Homo Bonus"

El bíblico Sem es el padre de los semitas, y semitas son tanto los árabes como los judíos.

"Nihil novum sub sole", nada nuevo bajo el sol, (La Biblia). La escritora y filósofa rusa, 1905, Alissa Zinovievna, decía: «cuando para producir adviertas que necesitas autorización de quienes no producen nada (los políticos)...». Pues a día de hoy en esas estamos, échate las manos a la cabeza y sal corriendo con lo que te puedas llevar de tus cosas, si te lo permite y da venia el colectivo Podemos o te lo ha ya colectivizado la CUP para financiar la república catalana en su Insula Barataria (“El Quijote”). Por Zaragoza pasó Benno Hübner, un filósofo librepensador y lingüista, amen de máster en Derecho, por las Universidades alemanas de Berlin, Munich y Friburg, en las que trabajó y colaboró toda su vida. Fue exalumno aventajado, de los pocos que ya quedaban, del filósofo Martin Heidegger, que impartía sus seminarios en griego clásico, no en alemán, esto implicaba que las lenguas clásicas había que llevarlas al dedillo. Dentro de unos meses seria su cumpleaños, pero no podrá ser porque ya nos dejó. Triunfó y publicó en Alemania, en Rusia, Ucrania, Bielorrusia, etc menos en España, principalmente Aragon que es donde era feliz en la calle San Pablo de Zaragoza, de la cual estaba enamorado. Quienes en la Universidad, en la DGA tenían que darle el visto bueno a sus libros, a su lado, eran meros piernas, pero como dice la citada rusa Zinovievna, de estas piernas dependía si se le daba cancha o no. Y fue que no. Él, que debiera haber estado en cargo público para valorar, dirigir, coordinar y promocionar el trabajo bien hecho, el estudio, el esfuerzo, y otras cualidades que él tenía, como buen alemán, dependía su futuro y su presente de unos piernas que posiblemente tenían votos pero no sabiduría, eran eso: unos piernas con envidia, según Diaz Plajá, el pecado capital de los españoles, y que según el vasco Pio Baroja, quieren trabajar como un moro y ganar como un judío.

Rememoramos estos días el Holocausto hebreo, del griego "olos" todo, y "kausis" acción de quemar, y con él todos los holocaustos que el ser humano ha protagonizado en la historia de la humanidad. El filósofo alemán Nietzsche es muy claro en este aspecto y afirma que el hombre es el mal de la Tierra y que no ha superado el estado de simio. El pueblo judío es (sus Universidades son las primeras en el ranking mundial) y ha sido un pueblo culto, por propia convicción, desde siempre ha educado a sus hijos e hijas, han sabido leer y escribir, incluso en la Alta Edad Media y aquí en Zaragoza, tenían sus escuelas, en unos tiempos en que caudillos como el emperador Carlomagno era y, ademas se jactaba de ello, analfabeto. Decía que el firmaba con la espada. Durante el califato de Córdoba y en la España musulmana (Al Andalus), los judíos ocuparon cargos de responsabilidad en la Administración y brillaron en la Medicina, la Filosofía, Astronomía, Finanzas, La Kabala, la Literatura, la Alquimia, etc siendo referentes para la gente ilustrada. Debemos resaltar que convivieron en perfecta armonía con los islámicos, no así con falsos cristianos que esgrimieron una ideología o la misma religión como pretexto para apoderarse de sus bienes y enriquecerse. Frente a este desatino, presentamos la Escuela de Toledo, un crisol de culturas, una amalgama de razas, y un estrecho contacto de credos religiosos como no se había visto en el mundo y que probablemente no se dará más. Las tres grandes religiones monoteístas habían encontrado en España arraigo y un bien común.

Los judíos financiaron la Guerra de Granada, de los Reyes Católicos, amen del viaje de Colón a América. El simio del que habla Nietzsche uno de sus muchos defectos y taras ya de producción que padece es la envidia. Lo vimos hacia la figura de Benno Hübner. Esta aparece por primera vez en la Biblia, en el origen del mundo, Caín por envidia mata a su hermano Abel, junto con el ansia de poder, en el Cielo Lucifer (el ángel bello, el que porta la luz) se rebela contra Dios al grito de "Ego sum Deus", Yo soy Dios. Y en ambos casos corre la sangre, en el holocausto corre la sangre, en Oriente Medio corre la sangre, y en las decenas de conflictos abiertos en el Globo terráqueo, corre la sangre, por eso, Nietzsche se ve autorizado para afirmar: "Fuisteis simios, sois simios y seguiréis siendo simios" (Also spracht Zarathustra). El conflicto de Oriente Medio es una disputa entre hermanos a nivel de herencia. Unos y otros llaman padre a Abraham (en árabe Ibrahim), y este llama hijos a Ismael y a Isaac, pero estos se disputan su herencia y no se entienden. Así la inmortal frase de Sócrates: «Solo sé que no sé nada». Ningún hijo de mujer sabe más que otro.

El bíblico Sem es el padre de los semitas, y semitas son tanto los árabes como los judíos. Hijo de Noé, el del Diluvio y abuelo de Abraham (1800-1500 a. C?). La esposa de Abraham no podía darle hijos por lo que, según el derecho mesopotámico, tomó otra mujer que le dio a luz a Ismael (en hebreo «Dios te ha escuchado»). Era primogénito y legal acorde con el derecho citado; pero más tarde la esposa, ¡con 90 años!, le parió a Isaac (en hebreo «el que ríe»).

Los árabes descienden de Ismael, los judíos de Isaac. Un problema de familia mal avenida. Son hermanos semitas, les une más que lo que le separa, pero se matan, porque el elemento racional es minoritario. El hombre, lobo para el hombre (Hobbes), el triunfo del bien mero analgésico solo se da en los cuentos. La religión islámica “Millat Ibrahim” significa «Religión de Abraham». Judíos e islámicos creen en el mismo Dios con distinto nombre: Yahvé, Allah.

Condenan la idolatría, politeísmo y ateísmo. La Kaaba es una roca meteorítica erigida por Adán, restaurada siglos más tarde por Abraham e Ismael, para consagrarla como casa de Dios. Lucifer está vivo en toda la Historia, pero ¿donde está Dios? ¿Qué dice esa guerra permanente en la, según la Biblia, Tierra de la Paz?

En la Edad Media, no existían los políticos ni los jueces tal como los sufrimos ahora, existía la figura del "homo bonus", hombre bueno. La solución al problema árabe israelí no vendrá de la mano de los políticos ni de los jueces, porque ellos son el problema, vendrá de la mano de un "homo bonus" y a mi no se me ocurre otro que la izquierda abertzale, tiene experiencia en conflictos y son gente "zuverlässig" en alemán, "reliable" en inglés, gente honrada y honesta en la que se puede confiar, destellan el esplendor de la margarita, el perfume de la violeta y la gloria de las flores.

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