Este próximo 19 de septiembre se inaugura uno de los proyectos estrella de PNV en Bizkaia: el Centro de Emprendimiento (ahora BAT). El proyecto es «estrella» por ser uno de los diez principales de su programa, pero también por las expectativas creadas en su torno y sobre todo, el gasto público que supone. Pero es una estrella envuelta en tanta sombra informativa que da mucho que dudar sobre su necesidad pública.

Este Centro se ha desarrollado en un contexto de sobresaltos (pandemia, guerra en Ucrania y subidas de precios etc.), pero también en el propio proyecto, tanto en su gestión como en su uso. Desde el inicio el Gobierno de Bizkaia tenía decidido que la gestión debía ser privada, aunque un proyecto que dice ser estratégico para Bizkaia como es éste, debía tener no sólo control sino dirección pública, ¿no? Pues algo da que pensar que la empresa que va a gestionar sea la misma que reubicó a un tal Asier Atuxa. Esta gestión privada descarga a su vez su orientación en quienes forman «su ecosistema de emprendimiento», por quienes la utilidad del Centro prioriza el lucro privado y no tanto el servicio público. Ejemplo de ello es que lo que iba a ser un centro para desarrollar sectores estratégicos como el Digitech ahora se centra en FINtech (las finanzas digitales) y todo porque las principales empresas que entran a la BAT son entidades financieras (Laboral Kutxa, BBVA, Caixabank, BBK, Santander y Sabadell). ¿Qué necesidad tiene la ciudadanía de estos servicios? O, para que lo veamos más claro: ¿son las finanzas digitales un sector a desarrollar demandado por el emprendimiento de Bizkaia? Creo que podemos contrastar que lo que la mayoría de pymes de Bizkaia demandan es mayor protección contra grandes empresas. Sin embargo, mientras al comercio local le montan el enésimo «Amazon Local» (pasando por el cazo de Cámara de Comercio), Diputación constantemente favorece o financia estas grandes empresas: Iberdrola, Deloitte, Eroski, la constructora Viuda de Sainz... No existe tanta necesidad de promoción digital, ¿qué sentido tiene para un comercio que ofrece servicios como un centro de fisioterapia o que vende productos frescos y perecederos? Frente al todo digital que interesa a sus promotores, no hay promoción alguna de emprendimiento en sectores complementarios de la Administración de Bizkaia, tales como la gestión de residuos, fomento de agricultura ecológica o de tecnologías reciclables.

Más allá de los sectores de emprendimiento, el Centro Internacional de Emprendimiento fue enmarcado por la Diputación al principio del presente Mandato en el ámbito de la generación de más y mejor empleo y actividad económica. En noviembre de 2019 pronosticaba la creación de 1.300 puestos de trabajo, pero cuando hemos querido contrastar tanto esos datos como las garantías sobre el emprendimiento, la respuesta es la indeterminación total. No está bien prometer unas cifras de creación de empleo, que pueden justificar el gasto y el proyecto, que se sostienen con hechos. Por otra parte, la centralidad del emprendimiento, del autoempleo no es más que la evidencia de que esta Diputación prefiere que la mayoría social juegue a ser empresaria en vez de promover empleo desde lo público: ¿hay una necesidad objetiva de tanto emprendimiento en Bizkaia? ¿No hay ya suficientes centros tanto de Diputación como locales para el emprendimiento? ¿A quién beneficia ésto? Pues teniendo en cuenta que no hay garantías sobre el emprendimiento (montas una empresa y Diputación no te hace un seguimiento a largo plazo), parece que quien se beneficia sin duda es quien ofrece el inmueble, en este caso los Galíndez e Ybarra Careaga.

La única certeza que tenemos con la información que hemos obtenido a cuentagotas hasta ahora, es que en la Torre Bizkaia las únicas necesidades reales que se cubren son los beneficios de quienes arriendan la Torre a Diputación y a Primark, los del propio Primark, y los de PwC, (recordemos que es una consultora condenada varias veces por irregularidades). Con tanta incertidumbre, es difícil creer afirmaciones como que la B Acceleration Tower vaya a ser el mejor nodo de emprendimiento del mundo, más allá del bilbainismo que puedan supurar quienes hacen estas afirmaciones. La B Accelerator Tower más que un proyecto estrella es un proyecto sorpresa, lo cual no tiene ninguna gracia con el gasto que nos supone y que podría estar destinado a empleo real.