Koldo Amatria Zudaire

Israel, pueblo elegido de Dios

Llevamos unos cuantos días desde que Hamás utilizase la violencia como contestación a la violencia que el pueblo palestino está soportando desde hace un montón de años por parte de un estado invasor y genocida, el Estado de Israel, con el beneplácito de USA y de la UE. La violencia, llamada por la mayor parte de los medios de comunicación «terrorista», enfrentada hasta ahora en sus conocidas intifadas con piedras frente al ejército mejor pertrechado del mundo, en relación al menos con su tamaño. Esta nueva forma de actuar de las milicias de Hamás le ha pillado por sorpresa al estado que, así nos lo vendían hasta la fecha, era el mejor preparado con todos sus servicios de información y los servicios de información de aquellos países que le sirven cobertura. Sobrepasados de la forma más inesperada y bombardeados por miles de cohetes, drones, parapentes... que les han pasado por el morro sin enterarse los «responsables» de la «contrainformación».

El orgullo de ser el «Pueblo elegido por Dios», les ha hecho caer en el ridículo más absoluto. Y en lugar de pararse a pensar (aunque lo de pensar en aquellas mentalidades militares no parece que sea lo más habitual), y buscar una solución definitiva, han tomado por el camino bíblico del «ojo por ojo», multiplicado, no por diez o por cien. No. Multiplicado por el infinito: arrasar la franja de Gaza con todo, todas y todos en su interior...

Y los civilizados gobiernos de occidente pidiéndole, por favor, que no sean muy bestias, que solo maten a los que sean necesarios... pero que los maten.

Y a todo esto, ¿qué opinan nuestros más cercanos alcaldes de los pueblos «congozantes» de las Bardenas? Qué dicen del tema esas personas que han asistido gozosos a las procesiones de sus santos y santas patronas en las fiestas de sus pueblos, financiadas por el dinero que les llega llovido del cielo desde el llamado ministerio de «Defensa», mientras a sus espaldas los que pilotan esos aviones que siembran el terror estaban ensayando lo que ahora están poniendo en práctica en Palestina. ¿Qué dice la iglesia católica, a través de su representante más cualificado en ese «congozo bardenero», el Monasterio de la Oliva? ¿No les da un poco de sarpullido espiritual el que los judíos se proclamen el pueblo elegido por dios? Se supone que al ser un solo dios verdadero, la iglesia de los cristianos debería de protestar, por una parte, por apropiarse los judíos de la representación divina en la tierra, y, por otra, por utilizar esa representación en exclusiva como excusa para seguir con el genocidio sobre el pueblo palestino.

Y ya de paso, tanto los cristianos de a pie de esos pueblos «congozantes» reflexionen sobre el dinero manchado de sangre que, esos a los que tantas veces les hemos oído decir aquello de que «no hay nada que valga más que una sola vida humana», como los cristianos de sotana, fleten un avión que les lleve a la franja de Gaza y se coloquen entre los tanques y los palestinos, a fin de parar este nuevo genocidio.

No puedo terminar este desahogo, sin citar las palabras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen dijo en cierta ocasión: «Los ataques dirigidos a estructuras civiles con la clara intención de cortar el suministro de agua, electricidad y calefacción a hombres, mujeres y niños con el invierno acercándose son actos de puro terror». Esta señora, no se refería a Israel y su terrorífica (terrorífica, de terrorista) respuesta. Se refería a Rusia y su invasión de Ucrania. Que se aplique el cuento y que no venga con paños calientes ante sus jefes de Israel.

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