La conciencia educa...
Nos quieren dependientes. Con miles de testimonios y prácticas de sanación conocidas dicen no haber base científica... ¿qué falta para que dejen de tratarnos como niños?
... y el frío y ruidoso intelecto engrosa en blanco y negro, cuando su mente desatiende el clamor de un corazón, que en su arco iris cobija un alma silenciosa.
La misma pugna que hoy se nos presenta entre una medicina tradicional «aparcelada», que sienta cátedra exclusiva en textos académicos, ediciones científicas y medios de comunicación, frente a causas de bien público, economía de la salud y dignidad profesional científico-médica, que les debería llevar a cuestionarse el cada vez más descompensado binomio costo/resultado, máxime cuando aún el cáncer da de comer a mas personas de las que cura.
No cuestionar desde la ética socieconómica, el fin primero y último de la industria médico-farmacéutica, y a la vez imponer que las políticas preventivo-educativas desde la dieta, sean la «cenicienta» en gasto para salud pública, son muestra de gobiernos sumisos que como el nuestro desprecian a lo que el Ministerio de Sanidad y el de Ciencia llaman pseudociencias (terapias complementarias), sin responder antes a: ¿por qué siendo gratuita la sanidad pública más y mas ciudadanos cambian de «acera»?
También en esto, personas relevantes del mundo de la política, la salud, el periodismo y la ciencia, valiéndose de que los señalados son un colectivo sin voz, los prejuzgan de manera despectiva, prepotente y burlona. Descalifican hasta el agravio y humillación, técnicas milenarias (acupuntura) acogidas en países europeos y personal cualificado para prestar atención y dar servicio, con el ánimo de mejorar la calidad de vida física, mental y emocional en personas que elijen, además, otro tratamiento a sus dolencias.
Preservan el interés médico-farmaceútico, al resolver, ignorando la potencialidad autocurativa por la mente a través del pensamiento orientado y asistido (¿efecto placebo, autosugestión?... ¡que más da!). A través del pensamiento del corazón en comunicación inteligente entre ambos cerebros. A través de la energía cósmica que contenemos desde ser atraídos del espacio estelar por nuestros padres. Ríen, juzgan y censuran en los medios a su disposición, porque como asegura Wayne Dyer: «La forma de ignorancia más elevada es cuando censuras algo de lo que no sabes nada».
Demuestran ignorar estudios empíricos y-o intuitivos, que aseguran que el campo magnético generado por el cerebro del corazón puede influir en positivo-curativo, en quienes comparten y conectan con esa emisión energética. Que el amor del corazón mas que una emoción es un estado de conciencia inteligente que educa, pues es el primer cerebro en tratar la información que después pasa al cerebro de la cabeza y a través de ese pensamiento íntimo autogestionamos la salud... ¡este es su problema!
Nos quieren dependientes. Con miles de testimonios y prácticas de sanación conocidas dicen no haber base científica... ¿qué falta para que dejen de tratarnos como niños?
No es científicamente demostrable que sostener una imagen en la mente del cerebro, puede reproducir en micro, un big bang creador de existencia: pensamiento (idea), excitación de atmósferas-pulmón (movimiento), vividez del ritmo cardíaco-corazón (sonido) y clímax sexual-explosión orgásmica (energía). Tres centros independientes a su vez sincronizados por simpatía secuencial partiendo solo de una imagen-anhelo (luz). Cuatro potencias creato-curativas en el tiempo, de las cuales el cerebro del corazón, al liberar energía inteligente, envía al de la mente más información de la que recibe, creando Salud. ¿Qué decir del poder sugestivo-curativo de la palabra (verbo)?
Siendo cierto que la «ciencia» político-mediática si sabe mucho...¡muchísimo! del poder de las palabras; que la ciencia médico-científica formal (oficial) muy ligada a ellas, sabe además ¡todo! sobre las fuentes de información de la mente del cerebro, ¿que saben ambas de la Fuente de información de la mente del corazón, en un tiempo que en la misma medida en que integramos la robótica y digitalización en forma de inteligencia artifical, incrementan las demencias, bipolaridad humana...y suicidios?
Creen que saben, pero no siendo así, obliga a que pensadores como el italiano Franco Berardi, lleve años indagando por su cuenta sobre como las tecnologías digitales están generando una mutación en el ser humano. Como el sobrestimular la mente y acelerarla de manera vertiginosa, impide tomar tiempo para la reflexión pausada, escucha atenta y critica ponderada. Como todo ello nos va llevando a devaluar la relación humana, hasta el punto, de que hoy cada vez mas, la expresión-comunicación (verbal y no verbal) se está convirtiendo en producto de consumo superfluo, despreciando su carácter armonizador como de una conciencia colectiva en resonancia con los valores educativos del alma individual.
Desde el cerebro sabio que humilde se guarda en el pecho del humano librepensador se eleva la voz de la autosuficiencia: «Solo sé que no sé»... desde un corazón que educado por su alma, es creadora de Salud y Existencia.