Hodei Unzue

La culpa es de los tendederos

Se ha hecho pública la pretensión de modificar el decreto foral que regula las condiciones mínimas de habitabilidad por parte del Departamento de Vivienda del Gobierno de Navarra. Su antigüedad ha hecho que se quede obsoleto. Una realidad objetiva, al igual que compleja, a la que pretenden dar una solución que está siendo recurrente en la actualidad: amenazar al débil, en este caso, a los tendederos. Resulta que, este pobre utensilio es el culpable de no poder desplegar el coliving con todo su esplendor en Navarra. Supongo que la sociedad navarra está cambiando y ya no lava su ropa porque la comparte. Acabemos entonces con los tendederos.

En este nuevo capítulo para con la vivienda y su desarrollo legislativo, el Parlamento de Navarra acogió el pasado 13 de marzo un nuevo homenaje al esperpento. La novela, titulada “Reforma del decreto para las condiciones mínimas de habitabilidad en Navarra” integra elementos clave del género literario creado por Valle-Inclán.

No podía faltar la clásica distorsión de la realidad. El parlamentario López Córdoba, de la coalición Contigo-Zurekin, deduce que «los nuevos modelos residenciales como el coliving no son posibles en Navarra por culpa de los tendedores. Todo esto ya existe y la normativa todavía no se ha adecuado a estas realidades». Resuena todavía en mi cabeza la palabra «tendedores», ¿será un ejemplo del uso coloquial y desgarrado del lenguaje? Una mezcla de frivolidad y sarcasmo barato que, intencionado o no, merece una respuesta en los mismos términos.

Aquellos que no mueven un dedo por solucionar los problemas existentes con la vivienda pública rural consideran oportuno vaciar de contenido legal un decreto que, en el tema de los tendederos, resulta fundamental y prioritario para mitigar el problema de las humedades. En la actualidad debe ser opcional ser progresista y actuar como tal. Además, el alcance de estas declaraciones, denigra las luchas vecinales llevadas a cabo en los últimos meses para que se cumpla con el decreto de habitabilidad. Aunque le parezca insignificante, señor López Córdoba, conseguimos usar unos tendederos por la simple razón de tener derecho a ello. Un ejemplo de los tantos errores cometidos contra derechos básicos que, en vez de solucionar, parece ahora que quieran eliminar.

Si las célebres frases de Valle-Inclán nos han advertido de que la historia se repite, hay que decir que este homenaje ha sido completo por el mismo motivo. La clase política gobernante en Navarra se empeña, justa y adecuadamente, en denunciar el proceso histórico de privatización de vivienda pública acontecido por Margaret Thatcher en Gran Bretaña con la intención de diferenciarlo de sus políticas. Se olvidan, eso sí, de figuras como Anthony Crosland y la teoría de la economía mixta. Políticas que guardan semejanza con anuncios como estos y, en el caso anglosajón, dejaron vía libre a la Dama de Hierro.

Agradeceríamos a Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa que cumplan el acuerdo programático firmado en 2023, y legislen en pro del derecho a la vivienda adecuada, también en las zonas rurales. Mientras tanto, no frivolicen con aquello que hemos logrado cambiar pese a vuestras trabas y reticencias. Demuestren que las instituciones públicas merecen la pena y legislen para la mayoría: la gente que tiende.

Dejaremos para otro capítulo el homenaje al movimiento literario del realismo mágico. Porque resulta irreal querer mostrar como cotidiana la existencia de un clamor social por el coliving como solución a la problemática con la vivienda en Navarra. Quizás de tanto repetir alguien se acabe creyendo este surrealismo trágico, ¿verdad?

Quédense con su coliving que nosotros nos quedamos con nuestros tendederos.

Buscar