Jesus Maria Soubies Garate
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Pensiones, salarios, desempleo y el voto

El movimiento pensionista lo ha planteado con crudeza: precariedad, eventualidad, contratos basura, salarios de miseria, abuso laboral, siniestralidad, etc. Pretendían neutralizar la capacidad de respuesta, pero no han podido. Cada vez más ciudades y naciones europeas salen a la calle a protestar y a luchar por una sociedad más justa.

Las personas pensionistas levamos más de 15 meses concentrándonos en un ciento de plazas y ayuntamientos de Hego Euskal Herria, no precisamente, para incidir en las votaciones del 28 de abril o en las del 26 de mayo, sino por nuestros derechos como «asalariados retirados» que somos. Pero sí, votaremos a aquellas opciones que defiendan nuestros derechos. Muchos pensionistas vascos, además de defender la plataforma reivindicativa del Movimiento Pensionista, defendemos una Seguridad Social Vasca y el Sistema Público de Pensiones propio.
El derecho del trabajo, el Estatuto de los Trabajadores, la Ley general de la Seguridad Social, etc., hasta el presente, regulaba las relaciones y condiciones laborales y también las condiciones del retiro. Ahora pretenden recortar todo esto. Nos vienen con que tendrán que ser los propios salarios, los que tendrán que producir buena parte de la futura pensión de la población asalariada. Hablamos de los PPE y de las EPSV.
A raíz de los últimos decretos aprobados por la Comisión Permanente del Congreso de Madrid, EH Bildu fue injustamente criticado por Aitor Esteban. Aitor es un buen político, su prestigio lo tiene bien merecido y es justo reconocerlo, pero ha sido injusto con EH Bildu. Efectivamente, EH Bildu ha dado su voto afirmativo a cambio de nada. De nada para sí, pero a cambio de mucho para muchos y muchas personas desempleadas. El subsidio no es «para echar cohetes», pero para muchas personas es un gran alivio. Sólo este decreto afectará a 140.000 nuevos beneficiarios y mejorará las cotizaciones a otros 240.000 desempleados; supondrán 18.000 millones de euros que irán a parar a los más necesitados, y además aumentarán los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social. Esto, creo yo, es bastante, y mucho más que «nada». Este era un punto de la plataforma reivindicativa de los pensionista de HEH. Además, EH Bildu hizo todo lo que estuvo en sus manos para mejorar las pensiones mínimas a nivel de Euskadi, vía Aurrekontuak.
Sin duda, al menos para mí, EH Bildu se merece el reconocimiento de las personas pensionistas vascas y además nuestro VOTO para el día 28 de Abril. De cualquier manera estas fechas se han cruzado en nuestro camino, y cuando pasen nosotros seguiremos luchamos por esos derechos que nos pertenecen y que ahora se están poniendo en cuestión. Las personas pensionistas no habíamos conocido en nuestra vida laboral semejantes situaciones. ¿Desde cuándo se establece en un convenio lo qué hay que hacer con una parte del salario antes de cobrarlo? ¿Acaso alguien sabe de algún convenio laboral en la que se acuerde qué se hará con una parte de los beneficios empresariales? Que yo sepa, no. Tales convenios a todas luces van contra el derecho laboral, contra el Derecho del Trabajo.

Estamos en un momento sin precedentes en lo que al sistema productivo y económico se refiere. El taylorismo y el fordismo perseguían aumentar la utilización racional y eficaz de las fuerzas de producción. Las actuales tecnologías elevan potencialmente estas cuestiones a niveles mucho más elevados. Esto, en la realidad, se quiera o no, conlleva una socialización de la producción. A su vez dicha realidad acarrea una socialización de la conciencia que reclama la socialización de la riqueza y la participación en el control de la producción de bienes y servicios. Los poderosos son conscientes de ellos y tratan de canalizar dicha conciencia y descontento hacia su terreno, hacia los planes privados de pensiones.

El capitalismo financiero, controlando los salarios y controlando, ya desde ahora, las pensiones que se pagarán dentro de 35-40 años, pretende controlar las relaciones laborales, neutralizar todo intento de respuesta obrera y sindical. El nuevo escenario será diseñado como ellos digan y los demás a callar: salarios, pensiones, derechos sociales y legislación, subordinados a las «necesidades» del sistema financiero. El sindicalismo, en gran parte, ha sido neutralizado y la protesta en el escenario productivo se torna cada vez más difícil y complicado.

Pero los poderosos no han conseguido lo que pretendían. Como mucho, han trasladado el conflicto de escenario. No se esperaban el resultado de sus manipulaciones. El asalariado está bloqueado, pero la humillante y precaria situación laboral existente ha saltado las paredes y cercos de la empresa, y se ha externalizado. El movimiento pensionista lo ha planteado con crudeza: precariedad, eventualidad, contratos basura, salarios de miseria, abuso laboral, siniestralidad, etc. Pretendían neutralizar la capacidad de respuesta, pero no han podido. Cada vez más ciudades y naciones europeas salen a la calle a protestar y a luchar por una sociedad más justa. No son sólo los asalariados, también los estudiantes, pensionistas, movimiento feminista, agricultores, etc. Ya no se trata sólo del tema salarial, también están en juego los derechos sociales, sanidad, educación, medio ambiente, cambio climático, crisis migratoria.

Poderosos, banqueros y adueñados del sistema, ya han demostrado de sobra que saben amontonar dinero, sobre todo el de los demás. Pero ahora se trata de resolver problemas que afectan a toda la sociedad. Se trata de resolver problemas que afectan a toda la Humanidad. Por favor, apártense y dejen trabajar a la sociedad.

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