Esteban Guillén
Miembro del primer Consejo Ciudadano de Podemos en Vitoria-Gasteiz y miembro Oinarriak-Por la Base

Próxima estación Esperanza

En Gasteiz se respira cambio, son muchas las cuadrillas de amigos donde se apunta al «voto de confianza» que muchas personas estamos dispuestos a darle Miren y, por ende, a EH Bildu, para que puedan desarrollar un proyecto político feminista y ecologista, social, capaz de aunar a la izquierda vitoriana en torno suyo y ponga el último clavo en el ataúd de las políticas del PP.

Ese tren solo pasa una vez en la vida. Son muchas las veces que utilizamos esta conocida frase hecha con el fin de hacer entender al prójimo la necesidad de no perder una oportunidad que puede ser única. Hoy la ciudadanía vitoriana tenemos una oportunidad única para enterrar de una vez por todas un legado político nefasto, el que encarnó el PP tanto en la Diputación Foral de Álava como en el Ayuntamiento gasteiztarra. El mal sueño empezó a tornarse lejano recuerdo la mañana que EH Bildu, con Miren Larrion a la cabeza, en una apuesta a largo y sin contrapartidas permitió que la derecha vasca, el PNV, pudiera gobernar el Ayuntamiento de Vitoria. Era el mal menor, sin duda nunca un trago amargo supo mejor. Muchos se arrogan ser y practicar la política con mano izquierda, «obras son amores y no buenas razones» dice otro famoso refrán popular. Quienes formamos parte de un sueño llamado Podemos pronto nos dimos cuenta de la incompetencia de los encumbrados y encumbradas, personajes de infausto recuerdo como la Senadora Viruka García, los camorristas endógenos de la Diputación foral, ocho tipos y tipas dándose estopa día tras día con el último fin de erigirse en los dueños y señores del juguete foral. Nunca nadie ha dilapidado tanto potencial político tan rápido a costa de la perplejidad de quienes votaron ilusionados un proyecto de transformación social y político. No todo ha sido negativo en el espectro de la izquierda alavesa, el trabajo denodado de Miren Larrion y su equipo para sumar complicidades más allá de las siglas EH Bildu puede por fin verse recompensado este domingo 26 de mayo. En Gasteiz se respira cambio, son muchas las cuadrillas de amigos donde se apunta al «voto de confianza» que muchas personas estamos dispuestos a darle Miren y, por ende, a EH Bildu, para que puedan desarrollar un proyecto político feminista y ecologista, social, capaz de aunar a la izquierda vitoriana en torno suyo y ponga el último clavo en el ataúd de las políticas del PP. No será fácil, ese mismo PP convertido en «zombi» político regalará sus votos al PNV aún cuando este partido no obtenga la mayoría en votos con tal de evitar un gobierno de izquierdas en el Consistorio gasteiztarra. Nadie dude que el PNV los aceptará gustoso. Otro tanto se barrunta en las posiciones que pueda mantener el PSE, siempre con un ojo puesto en el qué dirán en Madrid, y en los pactos de estabilidad para la XIII legislatura que acordarán PSOE-PNV donde la gobernanza de la capital vasca, será sin duda pieza de cambio entre ambas formaciones. Buena parte de la base de votantes del PSE vitoriano prefiere una alcaldesa como Miren Larrion a un alcalde de derechas como Gorka Urtaran, que no se equivoquen, la opción entre una u otro lo tienen ellas y ellos con su voto. El tren del cambio pasa este domingo por Vitoria-Gasteiz y el conjunto de la izquierda debe subirse al mismo, sabiendo todos, también Miren Larrion, que no es un cheque en blanco, sino un voto de confianza de 4 años.

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