Xabier Rodríguez y Nicolás Xamardo

PSOE, Ciudadanos, ¿un Plan ZEN para Catalunya?

Quien de verdad mueve los hilos de esta tragicomedia es la fuerza del movimiento independentista catalán

El PSOE siempre se ha caracterizado, en los momentos de crisis del Estado, (económicas, políticas), por prestarse a hacer el trabajo sucio (Reconversión Industrial, GAL en Euskal Herria…).
Como oportunista que es, llega al poder haciendo propuestas aparentemente cercanas a los intereses populares, sabiendo que luego no las va a cumplir.

Los poderes reales del Estado (económicos, militares y judiciales) le dan el visto bueno para que haga el trabajo sucio y así salvaguardar a la derecha, que, una vez quemado el PSOE, volverá a recuperar el poder, (recordemos cómo llegó Aznar al Gobierno, tras acusar a Felipe González de ser responsable del GAL y la guerra sucia).

Sánchez gana las elecciones con la promesa de una solución negociada para Catalunya y, a continuación, monta la farsa de negociar con Podemos, sabiendo que, por cuestiones sociales, pero sobre todo políticas (Podemos es partidario de una solución negociada y de la no aplicación del art. 155 en Catalunya), los verdaderos poderes del Estado no le iban a permitir ese gobierno de coalición.

Y, mientras nos entretenían con este sainete, las élites fácticas presionaban a Rivera para que gobernase con el PSOE. Este, por razones personales, se resistió hasta el último momento. Y cuando, justo antes de convocarse nuevas elecciones, hizo la propuesta de facilitar el gobierno del PSOE (imposible de materializar en ese momento), nos anticipó lo que ahora, antes de las elecciones, ha manifestado de manera ya explícita: su deseo de apoyar al PSOE.

De esta operación ya cerrada, son síntomas significativos que Navarra Suma presente ahora la Ley de Símbolos y que UGT de Navarra recurra el decreto foral sobre la valoración del euskara, con el visto bueno del PSN.

Este es el primer paso para ir desmantelando el Gobierno de Navarra y dejarlo en manos de Navarra+ (condición planteada a Sánchez por Rivera), sin que se note demasiado; en un intento de ocultar lo ya pactado y disimular la naturaleza traicionera del PSOE.

Y , sin embargo, lo que no se dice, lo que aparece oculto, es que quien de verdad mueve los hilos de esta tragicomedia es la fuerza del movimiento independentista catalán.

Tras las elecciones, el PSOE, apoyado por Ciudadanos y con la abstención de algunos partidos nacionalistas, va a llegar al Gobierno de España. Este va a ser el verdadero Pacto de Estado y no el que airean algunos tertulianos. De este modo, dejan a la derecha invernando hasta que el PSOE cumpla el papel que le han asignado: terminar con el movimiento independentista catalán… a cualquier precio. Es decir, aceptar, justificar y utilizar toda la estrategia represiva del Estado: un nuevo plan ZEN adaptado a Catalunya, incluida la guerra sucia, en la que este partido tiene un excelente currículum.

Las últimas detenciones de miembros de los CDR no son más que la punta del iceberg de lo que les espera a nuestros hermanos catalanes.

Y, sin embargo, lo que se les escapa a los poderes fácticos del Estado español es la fuerza de un pueblo dispuesto a luchar por la independencia y la libertad de su patria.

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