Resumen de una vida, desde el momento que se nace apenas se decide cómo hacer nada, las cosas suceden y fluctúan de forma que uno no es consciente de lo que pasa hasta que el tiempo nos sitúa en el momento de repasar el libro de la vida, esas páginas escritas sin consciencia y esos sucesos que nos van haciendo maduros, seres con arrugas, bellas y pasos más pausados y conscientes, dando más importancia a no caer que al avanzar, es el momento de analizar lo que ha pasado para que ese cuerpo tan lleno de vida note cansancio.

En mi vida esto pasa y pasó sin darme mucho cuenta y con poca decisión por mi parte, pues he sido persona del momento más que persona decisiva y arriesgada.

Ahora me toca compartir lo que sé, pero mis dos gatas apenas me dejan hacerlo y huyen de mi voz cascada. Soy por ello una persona que desde su soledad ahora arriesga contar su vida, como si por ahí, a alguien le importara que yo Josu Imanol Unanue Astoreka ha vivido.

Comenzaré en orden, seguramente retomaré lo escrito antes e intentaré motivar a quien lo lea, para que no desconecte, como que su emoción me importara, en este 2019 que llega poco a poco a su fin, año de grandes decisiones no tan voluntarias por mi parte, año donde decido que tú serás mi conexión con la memoria capaz de inventar el presente.

Nací en un pueblo con mucha historia donde muchos moriremos y donde de manera endogámica, aunque cada vez menos, adoramos los ritos, los colores y las frases ya elaboradas, puesto que nos gusta el azul, no hay un pueblo más bonito que el nuestro o somos los que conocemos los adoquines viejos de la calle, las casas de siempre y somos hijos y nietos de personas que acumulan motes e historias que también heredamos como los apellidos con solera.

¡Ahí del pobre que intente salir del redil sin el permiso de la mayoría «regularizada»! Ese o esa, ya pueden buscarse un exilio en alguna otra parte, pues se verán ignorados hasta su defunción, ¡pues buenos son los que controlan la normalidad!

Y yo aquí hice algún error, puesto que nací en la mitad del año, inauguré la maternidad puesta para los familias de los trabajadores/as de la mar, fui un poco crítico con todo, hice público mi condición de portador del VIH/SIDA, viví mi homosexualidad sin discreción, casado con otro hombre de manera pública y mi vida salvo contados sucesos, era bastante público, aparte que siempre he destacado por el cúmulo de sucesos excepcionales, que me hicieron destacar mas que otros.

Intentaré contaros siendo un poco ameno.

Me gustaría que entendierais mi sorna y humor, puesto que de ahí se puede dar un poco de color a esta vida nuestra.

Aún así y todo, he de decir que en general soy muy feliz, consciente que he vivido buenos momentos y he podido tener un respeto de la mayoría que ya lo quisieran muchos.

Pero, también me quejo por no haber tenido más, mucho más, ser mças libre, disfrutar más de todo, ser más feliz, seguramente como la inmensa mayoría, pero yo lo digo y no me avergüenzo por ello.

Algunos creen que lo mío es mala suerte, yo creo que es una gran suerte de acontecimientos y sucesos que me llevan a ser lo que soy.

¿Qué no tengo hijos e hijas? Pues tengo dos gatas, cuando no he tenido un jilguero, un perro, un mono, un ficus, un limonero, un aloe, dos rosales y dos plantas para purgar a mis gatas que lo agradecen sobremanera…

Aparte adopto con facilidad indigeneas, una tortuga verde en Tortuguero (Costa Rica).