Tanto el presidente del Gobierno de España como el señor Urkullu podrán estar satisfechos de haber conseguido que nuestra sociedad sea una sociedad enfermiza y que está muriendo en vida.

Con un virus que no tiene mayor letalidad ni mortalidad que la gripe, estos señores. políticos con la aquiescencia de los profesionales sanitarios y los medios de comunicación han conseguido que la sociedad acabe desquiciándose a través de este virus neuronal, que no respiratorio.

Estamos viendo como con los requerimientos a la población en los que están trasmitiendo mensajes y medidas que no solo están enfermando mentalmente a la población, sino que están consiguiendo que tanto familias como círculo de amigos deteriore sus relaciones hasta el punto de que el miedo les nubla el raciocinio de tal manera que hoy en día los comentarios son del tipo no nos juntamos porque algunos no están vacunados, o al menos si quieren que nos juntemos tendrán que hacerse una prueba de pcr o antígenos. Es tal el recelo a los demás, incluso con la gente cercana, que se están viendo colas en los laboratorios privados para hacerse las pruebas al más puro estilo de cuando después de la guerra civil se iba a coger la parte alícuota de comida que correspondía, pero en este caso era para comer, mientras que en el momento actual es por la histeria colectiva neuronal que se ha establecido como nueva normalidad en la población.

En el día de hoy ha puesto su granito de arena en este despropósito neuronal el presidente del Gobierno de España, con una actuación mediática al más puro estilo de pose en el que aprueba entre otras, tres medidas como son la mascarlla en el exterior, quitar cuarentena a vacunados y sacar al ejército a la calle. Respecto a lo primero decir que señor Sánchez ha perdido cualquier atisbo de credibilidad ya que cuando quitó el estado de alarma, también quitó la mascarilla en el exterior, y, con ello nos ha dicho claramente que esto no va de ciencia ni tan siquiera de sanidad ya que en este momento se supone que la situación tenía que estar mejor debido a la vacuna que tanto promocionan como si fuese el elixir de la vida cuando es todo lo contrario, cualquiera tiene un cercano que no lo ha pasado nada bien con esta inoculación, por lo que si se vuelve con esta medida, quiere decir, o bien que su decisión es una pose para contentar a sus socios de gobierno, o bien, su vacuna ha fracasado totalmente ya que después de un año no ha conseguido que acabemos con la pandemia, por lo que al igual que le digo al señor Urkullu lo mejor es que se larguen, son políticos fracasados y la sociedad se lo agradecerá.

Si tenemos en cuenta la segunda medida, la de quitar la cuarentena a los vacunados, al igual que con el pasaporte covid, la misma carece de absoluta ciencia ya que los vacunados también contagian, ¿o es que como los vacunados no les dejan volver a la normalidad tienen que darles una dádiva para que no dejen de darse la tercera dosis? ¿Consideran de verdad que esta medida es democrática? ¿Cuál es su concepto de democracia? Me parece que brilla por su ausencia.

Respecto al tercer punto, el de sacar el Ejército a la calle, la medida me parece que va directamente a imponer un clima de miedo en la sociedad que no tiene justificacion sanitaria alguna ya que desde siempre en estas épocas se han colapsado los hospitales con las epidemias de gripe, ¿es que la medida ante una crisis sanitaria es sacar al ejército a la calle para combatirla? ¿No sería más lógico reforzar el sistema sanitario en vez de perder el tiempo con cribados y rastreadores y más con el Ejército de por medio?

Señor Sánchez y señor Urkullu, ambos han dicho que su vacuna no es obligatoria, sean sinceros y digan claramente que para ustedes es obligatoria ya que cada vez aprietan más en el chantaje que hacen a los que no se vacunan, e incluso a los que se han dado la pauta completa, si pauta completa, que perogrullada, así lo decían pero ahora les presionan por la tercera dosis, ¿de verdad son ustedes democratas? ¿En que se diferencian ustedes de lo que hicieron los nazis con los judíos?

Señor Sánchez, señor Urkullu, sobre sus conciencias pesará el que han destruido la identidad de una sociedad que con sus diferencias no dejaba de ser una sociedad libre, en este momento esa sociedad han conseguido que no crea en la libertad, ya que lo primero es que no creen en la propia libertad individual, llegando a ser una sociedad timorata y miedosa al más puro estilo franquista después de la guerra civil.

Enhorabuena señor Sánchez y señor Urkullu, esto es lo que han conseguido con su democracia de palabrería, pero no de hechos, volver a la sociedad que teníamos hace casi un siglo. y en el caso concreto del Lehendakari ir directos a una sociedad donde con sus medidas el tema nacionalista e identitario quede totalmente laminado, aunque nos diga que pide el derecho a decidir, ¿que derecho a decidir señor lehendakari? ¿Ya nos deja usted decidir si nos vacunamos o no? Luego usted tiene la doble enhorabuena, señor lehendakari, y una medalla al mérito de la hipocresía.

Señor Sánchez, señor Urkullu, al tiempo la historia les pondrá en su sitio y no creo que ese sitio sea el que ustedes piensan, más bien todo lo contrario.