Juan Mari Zulaika
miembro de Goldatu

Un hecho histórico, la juez local de Gernika escucha a víctimas del Franquismo

No hace un mes, la Audiencia Nacional niega la extradicción de dos de los torturadores más significados de la dictadura de Franco imputados por la Querella Argentina: Jesús Muñecas Y Billy el Niño. La Audiencia Nacional, cómo no, les extendió su bufanda intentando ocultar y proteger a los históricos torturadores.

Hace días, la justicia española de Gallardón modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial con el único objetivo de abandonar, por un ‘rendez vous’ a Estados amigos, la defensa de españoles asesinados en el extranjero como el reportero José Couso muerto en Irak por el Ejército americano o el jesuita Ignacio Ellacuría asesinado en San Salvador, o la defensa del pueblo tibetano víctima de genocidio por la República china. De esta forma, claudica en sus compromisos con la Justicia Universal, aunque tal inhibición suponga la liberación de más de 30 narcotraficantes extranjeros.

A pesar de este panorama negativo, la Jueza argentina María Servini de Cubría este lunes se ha plantado en Euskadi para tomar declaración a tres querellantes vascos. En el caso del Sr. Félix Padín miliciano cenetista represaliado en los campos de concentración, el juzgado de Miranda del Ebro no ha querido colaborar. Con todo María Servini se ha acercado a Miranda y ha visitado al anciano querellante. En el caso de los hermanos Kalzada, querellantes por doble partida, por el fusilamiento de su padre con otros cinco de Busturia y por los años de cárcel de Julen en la Cárcel Concordataria de Zamora, la jueza local de Gernika ha colaborado con la Querella abierta en Buenos Aires, tomando ella misma la declaración a los dos hermanos en nombre de la Jueza argentina María Servini, allí presente. Caso histórico y en Gernika, despues de 75 años de tapado.

La Jueza argentina continua en su empeño y pasará por Sevilla, Málaga, Madrid, atendiendo a querellantes en los diversos puntos del reino, al servicio de la ley de justicia universal, apoyándose en la jurisprudencia dictada en convenciones internacionales, firmadas algunas por el Estado español y practicada por éste en el caso Pinochet o en el del argentino Zilingo quien cumple condena en cárceles españolas.

¡Extraño discurso doble! El Gobierno español se resiste a reconocer los crímenes de lesa humanidad del franquismo y por otro lado, renuncia a la defensa de sus ciudadanos asesinados en el extranjero. ¡Vergonzante autarquia jurisdiccional! La Justicia española se cree con derecho a desentenderse de los compromisos intercionales, cuando quiere y como quiere.

Utilizan todo tipo de subterfugios. En el caso de los crímenes anteriores a 1945, su antiguedad. En el caso de los crímenes de la dictadura, la Ley de Amnistía de 1977 como punto final. Incluso aducen que fueron actuaciones singulares, no sistemáticas, por tanto, no crímenes de lesa humanidad, etc.. Si juntáramos cuantos jóvenes pasaron en la dictadura por los cuarteles de Intxaurrondo, La Salve, Zarauz, Tolosa, Ondarru, o por las comisarías de Indautxu o Donosti, o cuantos pasaron por los tribunales Sumarísimos o del TOP y por las prisiones franquistas, lo que en la mayoría de las veces suponía el paso por la tortura, ¿quién sostiene que las torturas no fueran sistemáticas?, ¿que golpearan toda una generación de jóvenes y no fueran, por tanto, crímenes de lesa humanidad? Por no hablar de muchas decenas de miles de muertos y desaparecidos, en la guerra y en la dictadura.

No admiten ver sentados en el banquillo al franquismo y sus secuaces. ¿Será que el actual sistema «democrático» conserva lazos con aquel régimen, en lo ideológico como en lo institucional? El sistema judicial, el estamento militar, las fuerzas represivas, la monarquía misma, etc…¡Tanto les cuesta cortar el cordón umbilical con el franquismo!

Veremos qué juzgados franquean la puerta a la Juez María Servini. Temo que haya más casos como Miranda del Ebro, como temo se desate la tormenta mediática en su contra en cuanto terminen las elecciones. Sorprende que quienes en la época de Busch y de Aznar se erigieran en txapeldunes del antiterrorismo, impulsando guerras y leyes excepcionales a mansalva, sean tan remisos e irresponsables cuando se trata de juzgar las violaciones protagonizadas por sus inmediatos antepasados políticos o por fuerzas de Estados amigos. Pasan por la entrepierna la ley de Justicia Universal, aceptada internacionalmente.

¡Adelante Sra. Jueza, María Servini de Cubria!

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