El pasado día 22 de noviembre falleció nuestra madre, Alicia, en el lugar donde había estado viviendo durante los últimos dos años y cuatro meses aproximadamente. El lugar que ella ya consideraba su casa, y así nos lo hizo saber las veces que salimos con ella fuera de la Residencia a pasar el día con la familia.

Cuando ya por su edad y sus enfermedades no pudimos seguir cuidándola en casa, accedió a una plaza concertada en la Residencia Loiu-Gurena de Loiu.

Al principio fue difícil la adaptación, porque siempre quieres estar cerca de tus seres queridos, pero con el paso del tiempo, se adaptó y participó siempre que podía y quería en las diferentes actividades que se organizan en la casa.

Con estas líneas queremos agradecer a todo el equipo de auxiliares, médicos, recepcionistas, enfermeras, asistentes sociales, supervisoras, limpiadoras, equipo directivo de la Residencia Loiu Gurena... decir nombres sería injusto porque seguro que nos olvidaríamos de alguien.

Ir paseando por los pasillos, en las horas de visita y que al residente le saluden y le llamen todos por su nombre, demuestra el cariño y la gran humanidad con la que tratan y atienden a cada uno de los que allí se encuentran.

Gracias, de todo corazón, por vuestra atención, por vuestra dedicación, por haber cuidado y haber hecho pasar tantos buenos momentos a nuestra madre y sobre todo por la gran labor que hacéis día a día.