Con cierta parafernalia se ha hecho la presentación del Giro de Italia. La novedad es que tres etapas se van a disputar en Jerusalén, Tel Aviv y Haifa.

El Gobierno israelí no oculta su patrocinio y ha salido en medios que la broma se va hacia los 12 millones de euros.

Las actividades incluirán un homenaje al hombre justo, ciclista Gino Bartali, un hombre que salvó la vida a italianos perseguidos por ser judíos durante los años terribles del fascismo, una ideología supremacista. Pervirtiendo las ideas de Bartali que, dada su biografía, estaba contra el poder y las ideologías supremacistas y racistas, como la del sionismo.

Jerusalén es una ciudad ocupada militarmente. Hace poco, miles de presos palestinos, por defender su tierra y contrarios al sionismo, estaban en huelga de hambre. A los beduinos palestinos, habitantes desde siempre en el actual Israel, les quieren quitar la nacionalidad israelí, para facilitar la expropiación de sus tierras y expulsarles.

¿Por qué se hace el comienzo del Giro en Jerusalén? Esa es la corrupción del poder, del dinero y de la ideología racista israelí que se debe denunciar y los medios de comunicación, señalar. Lo otro sería dar por bueno la ley del más fuerte, por encima del derecho y de la justicia.