Quien se lleve mayor disgusto porque haya perdido su equipo, qué porque este ganando espacio día a día la extrema derecha, ideología a la que no pertenece ni simpatiza..., que se lo haga mirar.

Al neofascismo, que quiere seducirnos con grandes mentiras, espejismos y llamativa bisutería falsa para tirar por tierra las conquistas sociales conseguidas por nuestros combativos progenitores, se le tiene que hacer frente.

Nos quieren imponer la ley de la selva, qué todo cueste dinero, qué solamente se salven los que se puedan pagar el salvamento, deshumanizando una sociedad en la que los eslabones más débiles sean estigmatizados porque no son productivos, haciendo creer a la clase trabajadora más acomplejada y con menos raciocinio, que son clase media, que es aquella que puede vivir sin trabajar o sin cobrar una pensión, y que si perdieran unos segundos en pensarlo se darían cuenta del gran timo y estafa de clase que están sufriendo.

Aquí cada cual tiene que hacer frente a esta agresión como pueda: No extendiendo sus bulos, no darles ningún crédito e ignorarlos totalmente; argumentar públicamente en su contra; extender la frase de Leonard Cohen, «A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quiénes están del otro lado...» porque si miramos a un lado y al otro, la verdad que no hay color, por la diferencia colosal qué existe, a menos que seas daltónico o mentalmente muy frágil y manipulable.