Xabier Amuriza, mente siempre inquieta y militante cultural y político polifacético, ha publicado en su web un recopilatorio que suena a mera Historia pero no lo es. Ha elegido un título provocador y revelador a la vez: «Nik ere badakit hiltzailea izaten» Y es que su ejercicio desmonta la mitificación de las conquistas a lo largo de los siglos, hasta 2025. En la entrevista de Maider Iantzi que se puede leer en las páginas de Kultura, Amuriza recuerda cómo «en la escuela aprendimos a Pizarro, Julio César y demás como si fueran héroes» y lamenta que «hoy aún se sigue enseñando así».

Esta glorificación impregna hasta los discursos deportivos. Profundizando en su argumento, Xabier Amuriza cita las crónicas que titulan por ejemplo «Han conquistado el título mundial» y se pregunta qué pasaría si se trucara por la cruda realidad del concepto: «‘Han llegado al título matando a todos los adversarios’. Y es que militarmente es eso: invadir un territorio ajeno, acabar con todos quienes se ponen enfrente, matar, esclavizar...», subraya el bertsolari y escritor.

Resulta además que las conquistas militares –o las económicas también con sus consecuencias dramáticas para millones de personas– se citan como práctica del pasado, pero son puro presente, actualidad diaria. Amuriza recuerda, parafraseando a Pepe Mujica, que hoy día se desarrollan 52 guerras a lo largo y ancho del planeta. Gaza se convierte en la expresión más clara de lo que es un genocidio en vivo y en directo, pero sin olvidar que encierra también una conquista en toda regla, en la que Israel se está apropiando del territorio ajeno kilómetro a kilómetro, casi de modo desapercibido. Quizás Netanyahu espere también ser ensalzado algún día en los libros de texto, en lugar de señalado como criminal genocida.

Como pueblo conquistado a lo largo de la Historia y nunca conquistador, Euskal Herria tiene una legitimidad propia y plena para trasladar estas denuncias. Lo está haciendo ante la tragedia de Palestina. Es un potencial que debe usar. Y esta semana que ha empezado en Aberri Eguna y acaba en el aniversario de Gernika es muy propicia para recordarlo.